Desde ese día, Andrick pasó un tiempo en el hospital, no por sus heridas, era porque no querían perderlo de vista, ya que la persona que lo acompañaba en esa investigación escapo del hospital a la mínima oportunidad.
Cierto día, Andrick estaba en una de sus caminatas por el hospital cuando vio el interior de un cuarto, en este se encontraba: una niña, sentada en su camilla, observando por la ventana con una cara triste todo lo que pasaba, ahí afuera —no llores, no hay razón para hacerlo —exclamo, Andrick aún fuera de la habitación con una sonrisa en su rostro.
La niña se asustó por la visita sorpresa… no, estoy seguro de que no esperaba a nadie —sí, así fuera, no estarías aquí después de lo que paso ¿No? —menciono la niña con voz temblorosa.
—Que este aquí no significa que estoy malo o alguien cerca de mí lo esté —dijo, Andrick intentando que su sonrisa se note más.
—Pero lo están, ¿No?
La sonrisa que tenía, Andrick en su cara, se borró al instante y solo pudo quedarse callado por un momento antes de decir algo —murió…
—No hay motivo para sonreír estos días… puedes irte, por favor.
Andrick solo se fue, camino por un largo tiempo hasta terminar en recepción, no tenía nada que hacer ahí, así que siguió, pero, antes de irse, la joven de recepción lo llamo —Andrick ¿Puedes venir un momento?
Él se acercó y miro sus ojos negros que aún brillaban con esperanza a pesar de todo lo que pasado —pareces decaído, deberías sonreír, siempre sonreías para los demás, ¿Qué te lo impide ahora? —pregunto la joven desconcertada.
—Ya viste lo que paso afuera, ¿Cómo se supone que sonría así? Incluso una niña dejo de sonreír, una niña que en estos momentos debería estar jugando afuera, está aislada en su habitación deprimida, no puedo sonreír si no hay nadie más haciéndolo, no sabes lo difícil que es hacerlo luego de ver lo que yo vi —exclamo, Andrick casi gritando.
—Tranquilízate, no hay razón para alzar la voz, sabes, todos hemos pasado por mucho, lo que nos diferencia es como lo afrontamos, eso es lo que hace esp…
—¡Cállate!, tú no viste lo que yo vi —una mirada de furia se empezó a impregnar en, Andrick, sujeto a la joven de su ropa y la alzó —no viste como destripaban a tu amigo frente a ti sin poder moverte, solo siendo cargado por alguien que está escapando… —Andrick se desplomó en el piso con lágrimas en sus ojos —no pude hacer nada, él me salvo a coste de su vida, no pude hacer nada para ayudarlo, solo pude perder el conocimiento, dime, ¡¿Cómo quieres que sonría?!
La joven solo le da una sonrisa y le sacude el pelo con su mano —crees que eres el único que está sufriendo, ¿Qué paso con el que te ayudo a escapar? Es bastante egoísta pensar que ese dolor solo está en ti, el nivel del dolor que siente cada persona siempre depende de varios factores: su mentalidad, su edad, el acto y sus experiencias con este sentimiento.
Andrick se limpia las lágrimas y mira su cara, sus ojos estaban llenos de bondad —te ves tan feliz, pero, estás sufriendo también ¿Qué es lo que te motiva? ¿Cómo puedes soportar el dolor que estás cargando?
—Yo sufro por no ver a las personas sonreír, en realidad, este no es mi trabajo verdadero, soy una cajera de una tienda, me gustaba trabajar ahí, veía a las personas sonreír de forma diaria, aquí las personas casi siempre están con una cara de angustia, pero, lo soporto, ya que todos necesitas algo en que creer, creer en que a pesar de toda esta oscuridad hay una luz al final.
—Ya veo, quieres ser esa luz que los ayude, pero, ¿Cuál es la tuya?
—Conozco a alguien que no flaquea ante la oscuridad, sigue caminando en ella, incluso cuando tropieza solo se sacude el polvo y se vuelve a levantar, desde niño siempre lo hizo, no solo eso, también protege a los demás de caer en una oscuridad más profunda, te diré la verdad… te estaban reteniendo porque pensaron que fuiste el culpable de la muerte de tu amigo…
—¿Cómo llegaron a eso? ¡Yo jamás le haría eso a nadie, yo…!
—Tranquilo, estoy segura de que jamás lo harías, también estoy segura de que hay muchas personas que lo creen, pero, ya vez como están las cosas, el pueblo necesitaban a quien culpar y lo tuvieron.
—Entonces, yo seré el culpable de esto, bien… en este punto no importa.
—Espera, no saques conclusiones apresuradas, lo ibas a ser, sí, pero ocurrió otra cosa, tu amigo dijo que él era el culpable en plena vía pública, así que no le dejaron de otra más que culparlo a él.
Andrick dio una sonrisa nerviosa —¿Por qué lo haría?
—Porque él es esa luz que está en la oscuridad, cargara con todo el odio del pueblo solo para que los demás vivan con más tranquilidad, no feliz con eso, empezó a rondar alrededor del pueblo para evitar que las personas entren a él y que él se acerque al pueblo.
—No es necesario que cargue con todo él solo…
—Pero lo hace con gusto, carga con el peso de protegernos, incluso si lo odiamos, sabes… él es el que me hace poder sonreír, todo está a punto de colapsar, pero sabes, antes de irse me sonrió y me dijo: “todo va a estar bien, ya me encargo yo”, hay muchos nombres que lo pueden describir, pero, solo uno que lo describe a la perfección y es: guardián.
Tras terminar de decir esto, la joven volvió a sonreírle y Andrick se lo devolvió, se dispuso a volver con la niña, se acercó a ella y dijo —oye, que tal si hablamos un poco, estar triste no te impide hablar.
La niña volteó a verlo y vio que la recibió con una cálida sonrisa, pasaron varias horas hablando esos dos, la noche cayó y se tuvieron que despedir —gracias por hablar conmigo —exclamo, la niña.
—No pasa nada, mañana volveré para continuar—menciono, Andrick.
Una sonrisa se mostró en el rostro de la niña mientras se despedía, con eso Andrick se puso en camino a su habitación —no puedo ayudarle en nada ahora, así que haré que el miedo en ellos desaparezca para que pueda volver, no soy capaz de hacerlo en este momento, necesito que me vean como alguien capaz de protegerlos de todo, necesito ser más fuerte para eso.
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