Etapa 1: No cederemos

Aún recuerdo ese día, fue de las primeras veces que la terquedad fue útil.

Era un día como cualquier otro, con excepción de que ese día se festejaba un festival, todos los años hacen lo mismo, sin excepción, todas las personas se encontraban reunidas en el centro del pueblo, rodeando un gran escenario en el cual se haría un concurso de talentos.

Andrick se encontraba parado cerca de la primera fila, ya que este no lograba ver nada desde la parte de atrás, incluso en ese sitio su visión estaba aún limitada, un señor se le acercó y le hablo —los niños tienen un sitio exclusivo, ve hacia aquella dirección, así podrás observar mejor todo.

Andrick le hizo caso, busco por alrededor del escenario hasta que lo encontró, todos los niños estaban ahí, se acercó a, Raúl, Rodolfo y a Samuel. Todos estaban esperando con ansias el espectáculo, la noche cayó y el festival lanzo unos fuegos artificiales anunciando el inicio del concurso de talentos, este concurso era interesante: bailarines, cantantes, demostración de artes marciales, pinturas, esculturas y una variedad enorme de talentos.

En medio del concurso una niña se subió al escenario y el presentador hablo —ahora la siguiente concursante, es una niña aún, pero, incluso siéndolo es más talentosa que algunas personas de aquí, denle un fuerte aplauso a, Camila.

Camila se acercó al presentador, se notaba nerviosa, a pesar de eso ella agarró el micrófono con firmeza y con emoción grito —¡buenas noches! ¡Soy, Camila y les vengo a cantar una canción!

Todo el mundo empezó a hacer una alboroto, estaban emocionados por esto, cuando Camila empezó a cantar todo se volvió un silencio abismal, solo se podía escuchar la voz de, Camila cantar una tonada alegre, no existen palabras suficientes para describir esa voz, lo único que puedo decir es que superaba a los cantos de los ángeles y las sirenas.

En plena canción alguien se acercó a hurtadillas detrás de, Andrick —oye, necesitamos la ayuda de varios, los adultos están encantados con la canción y no podemos hacer nada para traerlos de vuelta, es como si se encontraran en un trance, en todo caso ¿Puedes juntar a más niños?

Andrick se quedó atónito sobre tal propuesta, cuando volteo a ver de quien se trataba, vio la cara de, Mark llena de angustia, solo acertó a asentir con la cabeza, empezó a reunir una cantidad considerable de niños y siguieron a, Mark a una de las salidas del bosque.

—Gracias por aceptar ayudarnos, verán, esta es la situación; una niña entro al bosque buscando algo que perdió, no perdimos su localización, así que no necesitamos un equipo de búsqueda, el problema es que hay algo rondando por aquí, le dimos la orden a la niña de que no hiciera ningún movimiento brusco para que no la pudiera localizar esa cosa, ahora es donde entramos nosotros, haremos ruido para despistar a la cosa teniendo en cuenta nuestra ubicación en todo momento, no podemos permitirnos que se pierda alguien en estos momentos ¿Comprendieron la situación? —exclamo, Mark.

—¿En qué momento comenzó a comportarse como un adulto? —menciono, Rodolfo, para sus acompañantes.

—Haremos grupos de tres personas a la hora ir a rescatarla, necesitamos: uno, que se vea apetitoso, otro, que sea bueno corriendo y uno, que logre dar órdenes, ¡Andrick, Ramón, ustedes serán mi equipo! —grito, Mark.

—Tengo un mal presentimiento de esto, algo me dice que yo seré la carnada —menciono, Ramón, entre lamentos.

—Estás en lo correcto, que bueno que sabes cuál será tu papel en esta misión.

Ramón solo se lamentó más al oír eso, todos comenzaron a hacer equipos, en cuestión de minutos todos ya estaban todos en un equipo —bien, todos iremos juntos la primera parte, de ser necesario nos separaremos, nuestra hora de regreso será en cuanto la canción de, Camila deje de sonar, bien, adelante —exclamo, Mark.

Todos los niños se adentraron en el bosque, todo estaba oscuro, lo único que iluminaba era la luz de la luna, el crujir de las hojas era constante, cuando sin previo aviso un rugido hizo retumbar todo el bosque, lo que hizo temblar a todos, de forma inmediata todos se separan junto con su equipo, el constante caminar de algo empiezo a rodear a todos —estamos cerca —susurra, Mark.

Los su equipo y continúan, pronto llegan a un claro en el bosque —esto es hermoso o bueno… lo sería si no estuviéramos a completa oscuridad.

El crujido de los arbustos que estaban a su al redor empiezo a sonar de ellos, de estos salió una niña asustada —creí haberte dicho que no te movieras —exclamo, Mark, con una expresión de seriedad.

La niña estaba llorando, el miedo recorría todo su cuerpo, Ramón se acerca a ella y le extiende la mano, se notaba que este intentaba forzar una sonrisa —vamos, volvamos.

La niña suspiró un poco y le acepto la mano —parece que tenemos compañía —exclamo, Andrick mientras escuchaba el crujir de los arbustos.

De este salió una bestia cerca de donde se encontraba Andrick, una cosa de forma humana, pero su cuerpo estaba cubierto de pelo, tenía garras enormes capaces de cortar árboles, media mucho más que los adultos y su respirar era tan pesado que podría mover a los niños de un solo soplo —Andrick, aléjate —exclamo, Mark

Andrick lo escucho más, no pudo moverse, se encontraba congelado —muévete, ¡ahora!

La bestia sintió una amenaza en ese levantamiento de voz y ataco a, Andrick cortadas en su torso aparecieron en cuestión de segundos, cayó en el suelo dolido por estas, Mark vacilo por un momento sobre el que hacer, la bestia se acercó a ellos de un solo salto, lo tenía justo enfrente, Ramón recogió un palo del suelo y empezó a correr hacía Mark —¡aléjate de él! —grito.

La bestia sujeto a Mark y lo tiro con fuerza al suelo, este soltó un grito ahogado. Tras ver a su víctima, la bestia se acercó a, Ramón y en un solo movimiento recibió un puñetazo en el estómago con tal fuerza que lo mando hasta los pies de la niña.

La bestia se acercó a su última víctima, abrió su gran boca mostrando una fila de colmillos… antes de que pudiera lanzar el mordisco, recibió el golpe de una piedra en su cabeza, volteo por instinto y vio a, Mark parado tambaleándose, caería en cualquier momento —corran, ya me encargo y…

Ni bien término de decirlo, alguien más le tiro otra piedra en medio de sus ojos —sí que soy malo para cumplir mi papel, lo siento, pero, no correré, además, parece soy mejor tirador que tú.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de, Mark, la bestia volteo a ver de nueva cuenta a la niña, pero, ahora frente a ella estaba, Ramón con su palo tomándolo como una espada listo para atacar —lo siento, yo también no poder cumplir mi papel, seré el caballero que los protegerá en esta ocasión.

—Bien, en ese caso yo también cambiaré mi papel, seré aquel estratega que los lidere hacia el futuro, a ustedes y a los demás.

Todos estaban sonriendo a pesar de tener la situación en contra, en sus ojos resplandecía un ardor que no se detenía, la bestia los miro por un minuto y se escuchó como río para luego irse de un salto, todos estaban atontados por lo que había pasado —¿ganamos? —pregunto, Ramón.

—Sí, gana… —Mark no puedo terminar de decir esas palabras, antes de que se desplomará de cansancio.

Andrick lo siguió —qué bueno, pero, aún debo asegurarme de que estés a salvo, todavía no puedo darme el lujo de dormir —exclamo, Ramón tambaleándose.

La voz de alguien se escuchó —¡la encontraron, vamos a ayudar! —era la voz de, Nahum.

—Ya estarás a salvo, ahora voy a descansar…

Ramón cayó dormido, no sin antes escuchar la voz de la que pensó fue un ángel —gracias…

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