Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 3:El Rey Alfa
Cristal fácilmente se acostumbró a la vida en aquella pequeña cabaña. La anciana Gilmort la había acogido con amor. La cuidaba y enseñaba todo lo que sabía.
La anciana trabajaba como curandera, y poco a poco le fue enseñando a ella a serlo tambien. La anciana salia todos los dias a trabajar y volvía en las tardes. Siempre regresaba con algun fruta o postres que sabia que le encantaban a cristal.
Poco tiempo despues de su llegada, Cristal dio a luz. Dos hermosos gemelos de cabellos negros azabaches y ojos grises como el humo. A quien Cristal llamo: Aiden y Adrien.
Con solo mirarlos crecer Cristal tambien estaba segura que dos hermosos bebes eran Alfas. Eran sobre protectores. Justos y cariñosos. La cuidaban como si ella fuera su tesoro mas preciado. Sus hijos la adoraban. La cuidaban con amor.
Sus dos dulces niños habian crecido con rapidez. Ya tenian cinco años. Cristal se sentia feliz y plena, tenia un hogar, tenia amor, a sus hijos no les faltaba nada, estaban lejos de aquel mundo de criticas y dolor.
Se tenian entre ellos y eso era lo unico que le importaba.
Una mañana la anciana Gilmort despertó enferma. Cristal y los niños se aseguraban de cuidarla. Los niños adoraban a la anciana. Para ellos la señora era su querida abuela.
Cristal había convencido a la señora de quedarse en casa a descansar. Aunque ella insistía en que tenía muchos pendientes.
Pero entonces un hombre apareció en la puerta de la pequeña cabaña. Cristal podía reconocer el sello que aquel hombre llevaba en su hombro derecho.
El sello del Rey.
El hombre apareció ordenando a la anciana ir a visitar al rey. Cristal sabía que la anciana le servía al rey. Lo que no sabía es que fuera algo tan serio.
La ancíana incapaz de ir le pidio el favor a Cristal de ir por ella.
Sus vellos se pusieron de punta solo de pensarlo. Ella nunca habia visto el rostro del rey, pero habia escuchado todo lo que se decia de el. Era un hombre serio y estoico. No soportaba las faltas y explotaba con facilidad. Todos decian que el rey alfa habia asesinado a su reina. Que estaba maldito y por eso siempre parecia molesto. Nunca estaba feliz.
Cristal fue incapaz de negarse ayudar a la señora e ir en contra de la orden del rey. Alguien tendría que ir en el lugar de gilmort. Y ese alguien lamentablemente era ella.
Cristal abandonó la cabaña esa tarde junto al guardia real. No sin antes ordenarle a sus hijos cuidar de la anciana.
—Cuiden bien de la Abuela, ok? Mami vendrá más tarde.
—La cuidaremos mami.
—Y vamos a esperarte con la casa calentita. Tu también cuídate mucho mami.
Sus hijos la abrazaron risueños. Aunque eran niños pequeños sus hijos eran muy inteligentes y independientes. Cristal confiaba en que ellos cuidarían bien de la anciana hasta que ella volviera.
El camino hacia el territorio del Rey alfa fue largo y tedioso. Su corazon latía con fuerza en su pecho, estaba nerviosa y temerosa. No sabia lo que se encontraría en aquel lugar y ni siquiera sabia que era lo que le sucedía al rey.
Cuando al fin llegaron al lugar, Cristal se quedo boquiabierta. La mansion que se erguía delante de sus ojos parecia un palacio de ensueño. Pilares blancos y paredes de marfil. Cuadros y esculturas de piedra con diseños perfectos. El guardia a su lado la llevo entre largos pasillos.
Su corazon parecia querer salirse de su pecho y mientras mas se acercaba a aquel encuentro parecia estar aun mas nerviosa. Suspiro incapaz de calmar su corazon, cuando de repente el guardia delante de ella se detuvo. Unas inmensas puertas de un oscuro caoba delante de ellos, el hombre dio dos toques a la puerta y una voz gruesa al otro lado respondió.
—Pase.
Aquella voz habia puesto sus pelos de punta. y cuando la puerta se abrio, el olor intenso a chocolate amargo la golpeo como una ola en un mar furioso. Su cuerpo se tambaleo por un segundo sintiendose mareada por el olor tan dominante que salia de la habitacion. No le dieron tiempo de recuperarse de aquel shock porque rapidamente fue jalada por su brazo y casi expulsada hacia dentro de la habitacion. Se tambaleo hasta lograr mantenerse de pie adentro de la habitación y entonces escucho la puerta cerrarse detras de ella.
El olor amargo del chocolate era incluso mas intenso adentro. Su omega estaba casi drogada en su interior haciéndola sentir debil y sumisa. Un suspiro tembloroso escapo de sus labios. Apretó sus manos en su desgastado vestido intentando mantener la compostura y entonces escucho de nuevo esa voz.
—Quien eres tu?
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros