Los Hijos De La Luna

Sebastián y Mirela ya están en su cuarto después de su divertida mañana, Sebastián acaba de darse una ducha su hermana hacia lo mismo pero el lo hizo primero, estaba viendo que era lo que se iba a poner para la noche ya que estaba haciéndose tarde, pero sin notar las cajas que estaban en la cama, Mirela lacio del baño con una bata en el cuerpo y una toalla en la cabeza viendo a su hermano buscando como loco algo

Mirela: -¿Y ahora tu que traes?- Dijo confundida

Sebastián: -Estoy buscando nuestros vestuarios al parecer no llegan que vamos hacer- Dijo cruzándose de brazos, Mirela suspiro y se acercó a la caja que estaba en su cama su hermano la miraba detalladamente abrió la caja y saco un vestido color blanco, era un corset de corazón tenía tirantes y su falda tenía mucho volumen por lo visto llegaba antes de las rodillas y tenía mucho vuelo casi por todo el vestido había bordados color dorado que hacían ver al vestido hermoso luego voltio haber a su hermano

Mirela: -Ya vez que si están los vestuarios- Señaló la cama de su hermano ahí estaba la otra caja

Sebastián: -Okey está bien no había visto las cajas, tu vestido está muy hermoso deja ver a mi que me trajeron- Fue a su cama abrió la caja y saco un traje de gala color blanco con detalles dorados como el vestido de su hermana -¡Es enserio! ¿por qué iguales y luego blanco ni que nos fuéramos a casar?- Dijo algo molesto mientras guardaba el traje en la caja y Mirela hacía lo mismo, en eso entro su mamá al cuarto

Camali: -Hola hijos están emocionados del día de hoy- Vio que sus hijos estaban cerrando las cajas -Veo que ya vieron sus vestuarios espero les hayan gustado

Sebastián: -Pues a mí no madre por qué de ese color y luego los dos tan solo mira como somos ni nos vamos a distinguir un negro hubiera estado estupendo- Dijo mientras se cruzaba de brazos viendo a su madre

Camali: -Hijo por favor no empieces son de ese color por qué así se acostumbra no es mi decisión- Sebastián voltio a ver a su hermana la cual le asintió como siempre ella ya sabía eso por eso no dijo nada de los vestuarios -Bueno olvidando este asunto Sebastián cambiate ya y ve con el Alfa Robert dijo que te necesitaba explicar algo yo vengo a maquillar y peinar a Mirela

Sebastián hizo caso agarro la caja blanca y se fue al baño a cambiar cuando salió ya listo para retirarse su hermana y madre estaban en el tocador el cual estaba al lado de la ventana su madre maquillaba a Mirela se le quedó viendo a su madre llevaba un vestido rojo pegado tipo tubo sus tacones eran del mismo color su cabello estaba recogido en un chongo y tenía un maquillaje con tonos oscuros, su madre voltio haberlo

Sebastián: -Ya estoy listo- Dijo mientras daba una vuelta

Camali: -Que guapo te ves hijo, ahora sí ve con el Alfa ve con el por favor- Su hijo asintió y salió del cuarto

Pronto llegó al gran salón afuera está su padre con el Alfa Robert estaban checando como sería la presentación y para eso lo ocupaban para explicarle cómo sería, le dieron las instrucciones necesarias ellos se quedarían ahí el Alfa sería el encargado para recibir a los invitados, ya faltaban unos cuantos minutos para empezar el Alfa Robert ya no estaba con ellos en eso llegó su hermana y madre

Camali: -Hola mis dos guapos amores- Dijo de manera elegante mientras se acercaba a ellos

José: -Hola amor- En eso miro a su hija ese vestido blanco lucía muy bien en ella su maquillaje era de tonos claros y su peinado era el cabello suelto con algunas ondas -Wow hija te ves hermosa- Dijo mientras se acercaba abrazar a su hija

Mirela: -Gracias padre- Decía mientras se separaba del abrazo

Sebastián: -Y que invitados tenemos el día de hoy- Comento tratando de ver por la puerta trasera a los invitados que es en donde ellos se encontraban

Camali: -Tenemos a toda la capital de nuestro Reino y de los otros cuatro reinos tenemos a sus Reyes Alfas y sus lunas y por último a los Alfas y Lunas de las manadas- Dijo mientras miraba a su hijo

Mirela: -¿Y sus primogénitos no?- Pregunto confusa

Camali: -No hija hay muchos que aún no tienen a sus hijos y no quería ser cruel con eso yo más que nadie se lo que se siente- Su amado suspiro ante esa respuesta dejando a sus hijos muy confusos -Bueno pues a sus posiciones ya va a empezar- Dijo mientras se ponía con su esposo agarrados de la mano

En el gran salón ya estaban todos los invitados todo estaba hermoso estaba decorado con blanco y dorado como los vestuarios de los mellizos, el Alfa Robert estaba en una esquina listo para empezar

Alfa Robert: -¡Con ustedes los Reyes Supremos José y Camali Creco!- Los reyes salieron por la puerta trasera tomados de la mano todos los presentes hicieron una reverencia ellos se pusieron al lado del Alfa Robert -¡Y ahora con ustedes sus primogénitos Sebastián y Mirela Creco!- De la misma puerta salieron ellos dos Mirela iba agarrada del brazo de su hermano en cuanto salieron todos se quedaron callados, en frente había dos tronos Sebastián se sentó en uno y Mirela en otro todos tenían que hincarse ante ellos pero duraron en hacerlo, luego de unos minutos lo hicieron, en los invitados sé encuentra una pareja ellos eran de cabello castaño y ojos color miel tenían un cuerpo muy bien definido los dos aunque la estatura de los dos era de 1.65 algo baja pero pasable tenian 44 años vestían de color negro lo cual hacia resaltar sus ojos ellos eran los Reyes de Luss, Omar y Valeria Luss pero no estaban muy contentos

Valeria: -Eso explica por qué no los presentaban son tan distintos a ellos que ni sus hijos parecen- Dijo molesta mientras seguía hincada

Omar: -Por favor mujer no empieces pienso lo mismo que tú han de ser adoptados pero no podemos decir nada recuerda quienes son- Su pareja solo suspiro

Luego de eso todos se pararon la fiesta tenía que seguir algunos comían botanas y otros hablaban con los Reyes Supremos, mientras los mellizos estaban en una área apartada de todos no les agradaba para nada más mirabas de los invitados pero que le hacían tenían que soportarlo, en eso los Reyes de Luss se acercaron a ellos solo quería provocar

Valeria: -Hola sus majestades un placer en conocerles- Dijo ella iba agarrada de la mano de su pareja

Omar: -Un gustó nosotros somos los Reyes de Luss, Valeria y Omar Luss- Dijo con un tono de malicia

Mirela: -Oh pues mucho gusto en conocerles- Dijo con una gran sonrisa nadie se había acercado a ellos hasta en ese momento

Valeria: -Saben ustedes son muy parecidos, pero son algo distintos a todos- Con ese comentario la sonrisa de Mirela desapareció y Sebastián se puso a la defensiva -Tan distintos que ni a sus padres se parecen- Con ese comentario Mirela se quedó callada y Omar estaba incómodo jamás imagino que su amada diría eso

Sebastián: -Mire si nos parecemos oh no, no es su problema, y además mida sus palabras no olvide que habla con los hijos de los Reyes Supremos y además con el hijo que algún momento lo será- Dijo con un tono de enojo y sería, los Reyes de Luss se sintieron humillados así que solo hicieron una pequeña reverencia y se marcharon

Luego de eso Sebastián y Mirela se acercaron a sus padres para que la fiesta no se pusiera incómoda para ellos disfrutaron de ella como debía conociendo a más Reyes y Alfas de la manada después de todo su presentación fue un éxito pero también algo que mucha gente supo...

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En una parte algo lejana de todo el Reino Creco se encontraba una pequeña población con un castillo antiguo todo estaba cubierto por un humo negro, en ese castillo llegaba un hombre con pelo corto color negro azulado ojos negros que daban miedo, musculos bien definidos y ropas de combate negras, camino hasta el centro del castillo donde había un trono con una persona sentada en el no se podía ver quién era estaba tapado con una túnica, el hombre se acercó al trono

Hombre: -Mi Rey disculpe la demora, pero le tengo una muy buena información, así como usted lo dijo ellos son a los que usted busca ya están aquí en este mundo- Dijo con un tono de miedo

Rey: -Muy bien pues vamos a ver cuánto tiempo duran con vida- Contesto la persona que estaba sentada en el trono era un hombre su voz era fuerte y sobre todo tenía una malicia que daba miedo en ella al escucharla

Hombre: -Entonces ¿va a atacar?- Pregunto confuso

Rey: -No todavía no, déjalos que sean felices un tiempo más- Contesto mientras se reía...