En un reino asolado por el maltrato, esclavitud y la pobreza, La Princesa Lephrah descubre su misterioso poder y habilidad para cambiar el destino de su reino y las especies semihumanas que lo habitan.
Ella junto con su fiel compañero Kael se embarcarán en una gran aventura para destronar al padre de Lephrah, el rey opresor y traer justicia al reino.
una historia llena de Secretos, amenazas y pruebas de valor y determinación.
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Lephrah Y Kael Se Conocen Mejor, Los Primeros Días De Gobierno De Lephrah.
Después de su coronación, la Reina Lephrah se encontraba en el jardín del palacio, disfrutando del cálido sol de la tarde.
Mientras caminaba por los jardines, vio a Kael sentado debajo de un árbol, con su espada en la mano.
Lephrah se acercó a él y se sentó a su lado. "Hola Kael, ¿cómo te va?", preguntó ella.
Kael la miró y le sonrió. "Estoy bien, mi reina. ¿Y tú?"
"Estoy contenta de que todo haya terminado", dijo Lephrah. "No
puedo creer que finalmente seamos libres".
"Lo sé, es una sensación increíble", dijo Kael. "Pero todavía queda mucho por hacer. Tenemos que asegurarnos de que este reino esté en buenas manos".
"Por supuesto", dijo Lephrah. "Y eso es lo que me preocupa. No sé si estoy preparada para ser una buena reina. Hay tanto que aprender".
"Entiendo", dijo Kael. "Pero no estás sola. Estoy aquí para ayudarte en todo lo que necesites".
Lephrah sonrió agradecida. "Gracias, Kael. Eso significa mucho para mí".
Los dos continuaron hablando, compartiendo historias y aprendiendo más el uno del otro.
Lephrah encontró en Kael una persona leal y valiente, dispuesta a arriesgar todo por la justicia y la libertad.
Después de un rato, se pusieron de pie y se despidieron el uno del otro. Lephrah se dio cuenta de que se estaba enamorando de Kael, pero se sintió un poco tonta por pensar en el amor en un momento tan crítico en la historia de su reino.
Sin embargo, no podía evitar sentirse atraída por el valiente guerrero. Mientras caminaba de regreso al palacio, Lephrah se sintió más confiada en su capacidad para gobernar y liderar a su pueblo hacia un futuro mejor.
Y, aunque no estaba segura de lo que el futuro le deparaba, sabía que tenía a Kael a su lado para ayudarla.
Lephrah se sentía abrumada por la responsabilidad que había caído sobre sus hombros.
La tarea de gobernar el reino era más difícil de lo que había imaginado, pero estaba decidida a hacerlo de la mejor manera posible.
Durante los primeros días de su gobierno, se centró en conocer a su pueblo y en aprender sobre los problemas que enfrentaban.
Se reunió con los líderes de las diferentes ciudades y pueblos del reino para escuchar sus preocupaciones y necesidades.
También se reunió con los líderes de las especies semihumanas y les aseguró que su gobierno sería justo y equitativo para todos, sin importar su raza o origen.
Kael, quien se había unido al consejo real como uno de los consejeros de Lephrah, la ayudó en su tarea.
Él era un líder respetado entre los guerreros semihumanos y tenía mucha experiencia en el combate y la estrategia militar.
Durante una de sus reuniones, Kael le propuso a Lephrah la idea de crear un cuerpo de élite de guerreros semihumanos que pudieran ayudar a mantener la paz en el reino.
Lephrah estuvo de acuerdo y juntos comenzaron a planificar la formación de la Guardia Real, un grupo selecto de guerreros semihumanos que jurarían lealtad a la reina y protegerían el reino a toda costa.
Pero la tarea más importante que Lephrah enfrentó durante sus primeros días de gobierno fue la reconstrucción del reino después de la larga tiranía del antiguo rey.
Muchas ciudades y pueblos habían sufrido daños y la pobreza estaba generalizada. Lephrah entendió que no podía hacerlo sola, por lo que convocó a todos los ciudadanos a unirse en la tarea de reconstruir el reino.
La reina se convirtió en un ejemplo a seguir para su pueblo, trabajando incansablemente para lograr la justicia y la prosperidad.
Con su liderazgo y el apoyo de sus consejeros, Lephrah logró transformar el reino en un lugar mejor y seguro para todos sus habitantes.