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"Embarazada De Un Magnate"

"Embarazada De Un Magnate"

Status: Terminada
Genre:Aventura de una noche / Amor a primera vista / Embarazo no planeado / Embarazada fugitiva / Traiciones y engaños / Reencuentro / Completas
Popularitas:369.7k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Sam. R.J

Alana Forbes lo tenía todo: juventud, belleza, una familia poderosa… y un compromiso con el hombre que creyó su gran amor. A tres meses de su boda, una noche en el bar Eclipse lo cambió todo.

Lo que debía ser una celebración por su graduación, se convirtió en el principio de su pesadilla. Traición, mentiras y un video que le destrozó el alma la empujaron a romper con todo.

Pero el destino no siempre hiere… a veces también cura.

Y en medio del dolor, apareció Dante Salvatore: reservado, exitoso y con la capacidad de poner su mundo de cabeza.

¿Puede un corazón roto volver a latir cuando es tocado por el amor más inesperado?

Una decisión. Un encuentro. Y un Destino Trazado que ni el pasado pudo destruir.

NovelToon tiene autorización de Sam. R.J para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 4: El precio de despertar

Alana Forbes despertó con los ojos hinchados y una sensación de vacío que le oprimía el pecho. La mañana la recibió con los ecos de la traición: el anillo de compromiso que yacía junto a la almohada, tan brillante como su dolor. Con paso lento, descendió a la cocina, donde su padre, Leonardo Forbes, la esperaba con una taza de café humeante.

—Buenos días, cariño —dijo él, alzando la vista del periódico—. Te ves cansada.

—Lo estoy —respondió ella con honestidad—. Pero estoy bien.

Leonardo dejó el periódico a un lado, mirándola con preocupación.

—Hace días mencionaste que querías trabajar conmigo esta semana. ¿Aún quieres hacerlo?

Alana se detuvo un segundo antes de contestar.

—Papá, gracias por la oferta, pero quiero un cambio de escenario. Necesito trabajar en un lugar donde nadie conozca mi apellido, donde me gané cada logro con mi propio esfuerzo.

El rostro de Leonardo se suavizó y una sonrisa orgullosa se dibujó en sus labios.

—Te admiro más de lo que imaginas. Si esto es lo que necesitas para crecer, lo apoyaremos juntos.

El alivio y la determinación se entrelazaron en el corazón de Alana. Sabía que el camino sería duro, pero aquella promesa la impulsó a levantarse.

Una semana después, Alana atravesó las puertas de Salvatore Tech. Llevaba un traje negro de líneas estrictas que realzaba su figura y proyectaba una profesionalidad indiscutible. Su credencial, impresa con el nombre “Alana Rivas”, le dio paso a un mundo completamente ajeno a su vida anterior.

Se dirigió a la sala de descanso, donde una joven con aire seguro le sonrió.

—¿Eres la nueva? —preguntó la chica, extendiendo la mano—. Soy Valeria Salvatore.

—Encantada —respondió Alana—. Gracias por recibirme.

Valeria parecía genuina en su bienvenida.

—Prepárate: aquí todos desean destacarse. Algunos susurros con “sobrina de…” o “salió de…” te rastrearán. Pero no te preocupes, tienes algo que nadie puede quitarte: tu temple.

Alana sonrió, aliviada por encontrar una aliada.

En la primera reunión de su departamento, Alana expuso un análisis preciso de mercado y propuso ajustes innovadores. Los supervisores asintieron impresionados.

—Muy bien argumentado —afirmó el gerente de proyectos—. Queremos que colabores en la siguiente fase.

Mientras salía del salón, varios compañeros la observaron con recelo. Comentarios veloces se filtraron en el pasillo: “¿Quién se cree que es?” “Llega y se roba el show”. Alana respiró hondo y siguió adelante, concentrada en su meta.

Al mediodía, Nick Altamirano cruzaba el vestíbulo principal junto a dos ejecutivos de su padre. José Altamirano lo había enviado a Salvatore Tech para explorar alianzas y demostrar su capacidad. Nick caminaba seguro, hasta que la vio: la silueta inconfundible de Alana Forbes, vestida de negro, concentrada en su tarea.

Se detuvo en seco.

La observó desde la distancia, confundido.

“¿Por qué está aquí?”, se preguntó. “¿Acaso piensa en mí?”.

El ego herido latió con fuerza: creía que ella lo había olvidado, que su amor había sido solo un espejismo. Verla allí, intacta y profesional, le hizo creer que aún sentía algo por él.

Resolvió no acercarse. Apretó la mandíbula y siguió su camino, ocultando su sorpresa.

A primera hora de la tarde, Nick se dirigió a la cafetería interna, donde Camila Jiménez lo esperaba apoyada contra la barra.

—Nick —lo saludó ella con voz seductora—. Gracias por venir.

—Dime —respondió él, cruzado de brazos.

—Necesito tu ayuda para entrar en Salvatore Tech —dijo Camila, acercándose un poco más—. Tú conoces los pasillos y a la familia. Podrías recomendarme.

Nick la miró, evaluando la propuesta.

—¿Y qué gano yo con eso? —inquirió.

—Mi lealtad —respondió Camila con firmeza—. Soy lo que Alana no quiso ser: accesible, estoy enamorada de ti y soy comprometida. Si yo logro entrar, tú tendrás un ojo dentro y otro fuera.

Nick suspiró, consciente de que su padre esperaría resultados.

—Lo hablaré con él. No hay garantías.

Camila sonrió con satisfacción.

—Gracias, Nick. Sabía que podía contar contigo.

Mientras ella se alejaba, Nick contempló su café.

“Ella me comprende”, pensó, “y Alana solo me negaba”.

Alana salía del edificio con paso firme, los tacones resonando sobre el mármol del vestíbulo. El día había sido largo, pero satisfactorio. Apenas cruzó las puertas de cristal, una figura conocida se despegó de la sombra del pilar.

—Sabía que te encontraría aquí —dijo Nick, con los brazos cruzados y una sonrisa que no llegaba a los ojos.

Alana se detuvo en seco. La sorpresa duró apenas un segundo; luego, su expresión se endureció.

—¿Qué quieres, Nick?

—Solo hablar —respondió él, acercándose—. No te asustes, no muerdo.

—No me asusto. Me das asco —espetó ella.

Nick soltó una risa baja, pero sus ojos brillaban con otra intención.

—Mira, las cosas están… complicadas con mi padre. Él aún cree que estás conmigo. Y, bueno, eso me ayuda a mantener su apoyo en ciertos negocios. Así que pensé que podrías ayudarme, solo por un tiempo. Fingir que seguimos comprometidos.

Alana lo miró como si estuviera frente a un extraño.

—¿Estás escuchándote? ¿Después de todo lo que hiciste, ahora quieres que mienta por ti?

—No es tan grave —dijo él, encogiéndose de hombros—. Solo son apariencias. Tú sales ganando también: te verán como alguien que fue deseada hasta el final. Quizá así consigas ascender más rápido aquí dentro, ¿no?

—No necesito tu nombre para subir. Y tampoco pienso prestarte el mío. Dijo alana

Nick suspiró, luego su voz bajó a un tono más frío.

—Alana, si no me ayudas, me veré obligado a contarle a tu padre ciertas cosas… como, por ejemplo, que trabajas aquí no por talento, sino porque buscabas provocarme. ¿Crees que no noté cómo te vestías ese primer día? Toda esa pose de víctima ya no te queda.

Ella sintió un escalofrío. El cinismo en su rostro, la amenaza apenas disfrazada... Era como estar frente a un extraño.

—¿Me estás chantajeando?

—Solo te estoy recordando lo fácil que es destruir reputaciones. Tú decides si quieres que todo se ensucie… o si prefieres que esto sea solo una pequeña actuación pasajera.

Alana apretó los puños. Tenía ganas de gritarle, de golpearlo. Pero en vez de eso, levantó la cabeza con dignidad.

—Eres más patético de lo que imaginé, Nick. Y si crees que puedes usarme otra vez, te equivocas. Esta vez, no voy a quedarme callada.

—Entonces veremos quién tiene más que perder —dijo él, con una sonrisa helada.

Y sin más, dio media vuelta y desapareció entre los autos del estacionamiento, dejando a Alana con la respiración agitada y el corazón palpitando con furia.

Esa noche, frente al espejo, Alana deslizó el anillo en un cajón y lo cerró con determinación.

La mujer que emergía ya no se dejaría definir por un anillo ni por la expectativa ajena.

El precio de despertar había sido la certeza de que su propia historia solo podía escribirla ella misma.

1
Conchita del Mar
Me encanta la novela.
Zunino
¿ Vestido rojo o conjunto de dos pieza negro?.
Zunino
En que momento se cambio la ropa? La autora dijo más arriba indicandole al mesero que le llevara la bebida a la chica del VESTIDO ROJO. ¿Entonces?
Calo
a Alana ya le hiciesen llevado una terapeuta con tanto dinero
Calo
cooomo queee ya se le dio muchas vueltas al asunto, si esos tíos contactaron a ese tipo que fue a ver a Camila, ya l policía, Interpol o Dante hubiesen localizado donde están, mucho rooño
Marlene Prieto
/Good//Good//Good//Good//Good/
Calo
me encanta el papá de Alana sobretodo es su hija
Rossi
de que les sirve tanto poder, si no pueden destruir a esas ratas
Rossi
creo que se va perdiendo la historia con tantos conflictos.
Calo
claro que tienen dinero de sus negocios ilícitos ellos quieren la empresa.
Rossi
tanta vigilancia, para terminar en pan con lo mismo. nada original.
John Jairo Morales
muy buena novela gracias,felicitaciones y bendiciones
Rosario Hernandez Ortiz
TE FELICITO MUY BUENA NOVELA UN ABRAZO DIOS TE BENDIGA 🙏🏿🙏🏿🙏🏿🙏🏿🙏🏿🙏🏿👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻🫶🫶🫶🫶🫶🫶
Calo
creo que nomson muy efectivos sus contactos🤣 ya tardaron tanto
Calo
y Alana ?
Calo
la seguridad un fiasco, hojalá no le hagan nada a Alana y a su bebe
Eva Corro
De verdad mi más sincera y merecida felicitacion mi querida autora tienes un hermoso y gran don para la escritura tan inmensamente envolvente en una historia no he derramado tantas lágrimas leyendo una obra tan hermosa y espectacular como está mi más sincera felicitación
Conchita del Mar
Señora Dante será padre y no lo sabe
Susana González
Hermosa historia!! 🤩🤩🤩
Ingrid Perez
Muy buena historia muchas felicidades te deseo bendiciones 😘🤗
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