Mientras regresaba contento después de haber hecho una buena compra, la vida de Fabián terminó en un accidente.
Pero su vida no terminó ahí, sino que despertó en el cuerpo de uno de los personajes del libro que había leído, era un personaje que se consideraba carne de cañon en el mundo de las novelas bl (boy's love), así que tendría un final trágico al ser usado como objeto de sacrificio.
Y para cambiar ese destino, Fabián tenía que cambiar un poco la trama de la historia, y lo que debía hacer, era divorciarse.
Tenía varios planes, desde la A hasta la Z, solo que antes de que pudiera completar todos sus planes, su esposo, el alfa Vadim Meyer, lo descubrió.
Sin una salida, Fabián decidió contarle a Vadim los planes que tenía su familia contra él para poder divorciarse finalmente, creyó que el alfa estaría de acuerdo, pero la reacción del alfa no fue la esperada...se veía más bien consternado, y luego simplemente se rio.
"Ja ja ja, tu deber es cuidarme, gracias por preocuparte por mí"
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Capítulo 23
El lapicero rodó desde la libreta abierta sobre la mesa hasta caer en el piso.
/Además de loco, es un tipo raro/
Una nueva nota fue escrita en la libreta que contenía todo lo que Fabián recordaba de la historia original, además de las futuras opciones que tendría para obtener el divorcio, su futura vida después de ser libre, y los nombres de las otras personas que transmigraron al igual que él.
La suave brisa entraba por la ventana, ondeando el papel que el joven sostenía en su mano.
Un derecho de propiedad a nombre de Fabián.
En el se especificaba el derecho de Fabián sobre un área de la gran propiedad de Vadim, su esposo; el área establecida como campo de tiro del alfa, ahora le pertenecía.
Desde el día en que Vadim le dio ese documento, Fabián no podía dejar de leerlo, era increíble, increíble que alguien como Vadim le haya cedido esa parte de la propiedad.
"¿Qué será lo qué trama con esto?", resopló Fabián.
Vadim no era alguien condescendiente, era un hombre que obtenía todo por la fuerza, o haciendo uso de su dinero o usando su fuerte rasgo dominante extremo, así que, dar algo a cambio de nada, era sospechoso.
Fabián estaba feliz por el bien de Daisy, pero tendría cuidado y estaría alerta ante cualquier movimiento extraño del alfa.
Entendía que esto tenía un propósito, sin embargo, Fabián no podía dejar de leer el documento.
"Señor", entró Sebastián a la habitación de Fabián.
"Buenos días, Sebastián"
"Buenos días, disculpe la intromisión, pero el abogado acaba de llegar y lo espera abajo", informó el buen Sebastián.
Fabián tenía que firmar algunos papeles para constatar el derecho de propiedad, por lo que Vadim dejó a cargo a su abogado para completar el papeleo.
"Sebastián, ¿qué crees que está pensando ese idiota?"
"Si se refiere a su esposo, debe aceptar lo que le dé, es beneficioso para usted Señor, además, ¿no estaría Daisy a salvo?", respondió Sebastián.
La idea de Fabián era dejar la mansión tarde o temprano, entonces, ¿qué sucedería con su parte de la propiedad?, ¿Vadim respetaría sus derechos como propietario o volvería a usar el lugar como campo de tiro?.
Al final, Fabián consultó con el abogado de Vadim, un hombre discreto y empático que le aseguró que no habría problemas con la parte de su propiedad si es que en algún momento le sucediera algo que no le permitiera estar presente.
Además, lo que Fabián dispusiera hacer con la propiedad, esta se quedaría así, algo que ordenó Vadim.
...*****************...
La situación en la empresa de la familia Gale iba mejorando poco a poco, sin embargo, cubrir la deuda mensual no era algo fácil, pues se debían cubrir gastos externos y pagar nómina.
Después de recibir el primer depósito por parte de Fabián, estos ya no llegaron a la cuenta de la que era encargado el papá omega del joven, el Señor Hans.
Sin poder visitar a su hijo o poder reunirse con él afuera, lo único que podía hacer el Señor Hans era enviarle mensajes a su teléfono celular, pero tampoco hubo respuesta.
A este paso, la empresa no tardaría en colapsar nuevamente.
"Tiene que haber una manera de reunirse con él, las llamadas pueden grabarse y los mensajes pueden guardarse, hablar en persona es lo más conveniente", habló el tío de Fabián, Martín.
La familia se reunía en la casa de la familia Gale, y los temas a tratar eran la deuda y Fabián.
"Ese niño ingrato, se atrevió a cambiar su nombre", resopló el tío Martín con enojo, "¿no se creerá demasiado solo porque ahora llevar el apellido Meyer?, nos ignora como si fuéramos basura"
"Él no se atrevería, lo conozco bastante bien, es mi hijo, algo más debe estar ocurriendo", refutó el papá omega de Fabián, Hans.
En toda su vida, Fabián nunca desobedeció orden alguna de sus padres, siempre dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de agradar y enorgullecerlos.
"Solo es un niño tonto, un malagradecido, fácil de manipular", arremetió el padre alfa de Fabián, el Señor Vincent, contra su esposo, "lo criaste tan débil y sin autoestima que es incapaz de tomar sus propias decisiones, si tú lo pudiste manipular todos estos años, alguien más puede hacerlo ahora"
Lo que les molestaba a ambos alfas de la familia Gale, no era la desobediencia de Fabián, sino que ahora dependían del omega a quien siempre trataron como un inútil.
"¡¿Dices que es mi culpa?!", gritó el Señor Hans levantándose de su asiento, "¡tú nunca lo quisiste desde que nació!, ¡lo catalogaste como una desgracia cuando supiste que se trataba de un niño omega!"
"Fue una desgracia para ti también, ¿o recuerdas haberlo cargado en tus brazos alguna vez?, era tu obligación criarlo, lo que me diste no fue un hijo, solo una inútil carga", de pie mirando a su esposo, el Señor Vincent tenía una mirada de desprecio.
Al nacer Fabián un niño omega, su padre, el Señor Vincent, ya no intentó tener otro hijo con su esposo, pues la probabilidad de tener otro hijo omega era muy alta aunque la pareja era compatible.
Para no perder su descendía, el Señor Vincent tuvo otra pareja fuera del matrimonio, el bebé de esta unión nació omega también, una niña abandonada por su padre fuera del país.
La vida de esta niña no estaba plagada de riquezas, pero era una vida tranquila lejos de su padre.
Al ser puesto como responsable, el Señor Hans levantó la mano para darle una bofetada a su esposo, golpe que le fue devuelto por este mismo.
Tocando su mejilla adolorida, el Señor Hans volteó a ver a su esposo con odio, "¡todo esto fue culpa tuya y de tu hermano!, ¡fueron ustedes los que nos metieron en esto!, ¡par de alfas inútiles!"
"¡¿Cómo te atreves?!...", antes de que el Señor Vincent golpeara a su esposo otra vez, este fue detenido por su hermano mayor.
"No es momento para esto", apartó el tío Martín a su hermano.
"El responsable de todo esto es el alfa Vadim, poniendo sus absurdas condiciones y cobrando altas cantidades de intereses", dijo, "habrá alguna manera de tratar con él, y para eso debemos mantenernos unidos, estoy seguro de que hay varias personas como nosotros que buscan justicia contra ese alfa"
"Y Fabián nos puede ser de utilidad, por algo se ha mantenido vivo hasta ahora, así que hay que encontrar la manera de reunirse con él", agregó.
El tío Martín tenía un hijo omega, Luca, el querido primo de Fabián, a quien enviaría para reunirse con él.