Un Engaño Llamado Matrimonio

Christopher

He comenzado a abrazarla en la cama o a ponerme a su lado, su cuerpo es tan calentito y además vive destapandome.

Anoche salí y estuve con una rubia que hacía maravillas en la cama, ardiente y hermosa, alguien que no me ponía límites para hacer con su cuerpo todo lo que quisiera, ¿Que más podía pedir?

Llego a mí suite dónde mí esposa me espera y estoy pasado de copas pero aún consciente. Se me ocurrió una grandiosa idea, quitarme la camisa y enseñarle casi hasta la zona más prohibida pero me vió indiferente.

Cualquier mujer moja sus bragas cuando me ve, más si es con poca ropa pero ella nada. Aún no me creo que no sienta nada, quizás ha tenido una vida sexual pésima o bien está demasiado molesta pero quiero creer que cuando la haga mía va a poner de su parte.

La veo tecleando en su laptop rápidamente y muy concentrada, aún no he sabido que estudia ni tampoco me detuve a averiguar algo de ella. Mientras menos nos involucremos mejor.

Cuando mi dolor de cabeza va cesando la veo bien, incluso miro hacia arriba y veo que el escote de su pijama está un poco corrido dejando ver más piel de sus senos. Con sus movimientos tan sutiles no se acaba de correr por completo así que levanto mi mano para correr esa prenda y poder ver más

-Ni se te ocurra

-¿No estabas concentrada?

-Si pero eso no significa que no esté alerta en todo momento porque no confío en ti y se que jamás lo haré

-Mas adelante veré todo eso que tanto tapas

-No creo que necesites los ojos para embarazarme Price, además si debemos durar por lo menos poco más de un año no tendrías que tocarme hasta dentro de varios meses

-Puedo cuidarme para no embarazarte

-Solo estarás conmigo para dejarme embarazada, no de otra forma, ¿Lo entiendes?

-Podemos pasarla bien mientras eso sucede

-No, no podemos. Tu sigue con tus aventuras y cuando llegue el momento quiero que te hagas exámenes médicos, no quiero que me pegues nada.

-Siempre me cuidé, estoy completamente limpio

-Aun así tú no eres de fiar, ¿Por qué confiaría en tu palabra?

-Muy bien pido lo mismo, no se con cuántos te hayas acostado ni si has Sido cuidadosa

-Te sorprenderías, pero está bien, pide los exámenes que quieras ya verás que estoy completamente sana

-No puedes tener sexo con nadie mientras estemos casados, lo único que faltaría sería que quedes embarazada de otro y yo me tenga que hacer responsable

-El único que se acuesta con otras eres tú

-¿Celosa?

-No, mejor que lo hagas así no tengo que lidiar yo con eso

-Me estás cansando, por si no lo sabes tengo aquí preservativos para evitar que te quedes embarazada y puedo tomarte cuando quiera

Me puse encima de ella y sujeté sus manos. Estaba furioso, debía controlarme pero con tanto rechazo suyo y esa lengua filosa que tiene la tomaría solo para que dejara de hablar o al menos la asustaría lo suficiente.

-Basta Christopher

-¿Y si no quiero parar? Ya no pareces tan valiente ahora, ¿Me tienes miedo?

Vi que sus ojos se ponían llorosos y me aparté de inmediato, ¿Iba a llorar por solo eso? No me lo creía

-Espero que no llores cuando te haga mía, sería el colmo

-Estara la luz apagada cuando eso suceda, no te preocupes

-Eso ya lo veremos