La Obsesión De Mí Esposo

Samira …

Despertarme y ver a Frederick sentado a mí lado, me hizo sentir nerviosa 

Recordar todo lo que hicimos la noche anterior, cada beso, cada toque, cada embestida que me daba, me hacía erizar la piel, quería volver a experimentarlo, pero el cuerpo me dolía a horrores 

Aún no podía creer como me había entregado tan fácilmente ante Frederick, pero su cercanía me hacía sentir nerviosa, ¡y cuando me besó!, pues ahí perdí todo el autocontrol que tenía de mí misma 

Lo deseaba, quería que me hiciera suya en ese momento, quería que me enseñará lo que tantas veces imaginé 

Siempre quise saber que se sentía hacer el amor con alguien, mis amigas siempre me contaban lo hermoso que era tener sexo y siempre me lo imaginaba, pero vivirlo en la realidad fue mucho mejor que en mis fantasías 

Frederick era un hombre muy hermoso, y seguirme negando que no me gustaba ya no podía, él me atraía de tal forma que caí rendida a sus pies en una noche.

Después de que salió de la habitación me levanté de la cama y caminé al guardarropa, me quite la bata y me paré frente al espejo 

Comencé a verme desnuda, cada marca que tenía era una prueba de la noche hermosa que había vivido y no me arrepentía, al contrario quería más.

No les voy a negar que me aterra la idea de estar en este mundo de la mafia, jamás imaginé que terminaría metida en esto, pero me gustan los retos, así como todos me creen una santa y no lo soy.

Una vez que termino de vestirme, salgo del guardarropas y justo en ese momento entra Frederick nuevamente 

Me encantaba verlo vestido de traje, lo hacía tan guapo que me hacía babear con solo verlo y más cuando me da esos besos que mojan a cualquiera.

Cuando salimos de la habitación y bajamos a la sala, nos encontramos con la señora Paola conversando con dos mujeres. Yo con todo respeto dije buenos días, pero se ve que a esas mujeres no les agrado mí presencia, ya que la única que me respondió el saludo fue Pao  

Cuando Frederick me presentó como su esposa, pude ver como esa tal Melody me miraba con muchísimo odio, se notaba que no le había agradado la noticia y también sabía que esa mujer intentaría hacerme la vida imposible, pero yo no era una inocente palomita y si se metía conmigo le haría conocer el mismo infierno 

Luego de que Frederick la puso en su lugar, sonreí ante la cara de odio de ella y luego salimos de la casa, subimos al auto y nos encaminamos hacia la cafetería 

— Amor, eso que pasó ahí dentro, no tiene que volver a suceder, nadie, absolutamente nadie puede faltarte el respeto, tenlo en cuenta para la próxima vez ¿de acuerdo?, tu ahora eres mí esposa y todos te tienen que respetar como la mujer del jefe — me dice él tomándome de las manos y mirándome a los ojos 

— Está bien, me haré respetar en el futuro — le respondo para que no se preocupe 

Al llegar a la cafetería, me sentía nerviosa, no sabía cómo tomaría mí padre mí relación con Frederick, pero debía afrontarlo para que estuvieran tranquilos 

Bajamos del auto y entramos a la cafetería tomados de la mano, todos nos miraban, en especial mí padre, que al verme entrar con él se levantó de su asiento preocupado 

— Hola papá — lo saludo cuando llegamos a su mesa 

— Sam, ¿estás bien? — me pregunta preocupado dándome un abrazo 

— Si papá, estoy bien, por eso estoy aquí, para que veas que estoy bien — le digo yo devolviéndole el abrazo 

— Hija, ¿él te está obligando a estar aquí? Dime la verdad, no quiero que sufras, de alguna forma te sacaré de aquí — me dice en mí oído mientras me abraza 

— Papá, no te voy a negar que este hombre me trajo a la fuerza, pero me gusta, y quiero darme una oportunidad con él — le digo para que no piense que Frederick me tiene amenazada ni nada de eso 

— Hija, ¿sabes a qué se dedica él? No es seguro para ti — continúa diciéndome en el oído 

Frederick nos miraba pero no decía nada, solo me daba mí espacio 

— Si papá, se a lo que se dedica además de ser abogado, no te preocupes por eso, estaré bien — le digo separándome de él — Iré a visitarlos pronto, dile a mamá y a mis hermanos que los amo, y ya no se preocupen por mí, estoy bien aquí — le digo tomando sus manos 

— Quiero hablar contigo a solas, ¿se puede? — le dice a Frederick 

— Lo que tenga para decirme, puede decirlo frente a ella señor Miller — le responde él serio 

— ¿Qué intenciones tienes con mí hija? ¿Por qué de un día para otro te obsesionaste con ella? — le pregunta mí padre sin rodeos 

— Porque me gusta señor Miller, todo de ella me gusta, es la mujer que siempre quise para mí vida, y si su miedo es que si la voy a hacer sufrir, desde ya le digo que no. Ella es un tesoro para mí y la cuidaré y protegeré con mí vida — le responde Frederick decidido 

— Si tanto te importa mí hija, ¿Por qué te empeñas en meterla en tu mundo? ¿Y si algunos de tus enemigos le hacen daño por venganza hacia ti? ¿No has pensado en eso? — le pregunta mí padre con enojo 

— Jamás permitiré que alguien le haga daño a mí mujer señor Miller, ya le dije antes y se lo volveré a repetir, la protegeré hasta con mí vida de ser así — le vuelve a decir Fred 

Mí padre no dijo más nada y se quedó en silencio, sabía que no estaba tranquilo con mí decisión, pero debía aceptarlo aunque no quisiera, yo ya soy mayor y decido con quién quiero estar 

Mí padre se volteo a verme y nuevamente me abrazó, No quería despedirme aún, quería pasar más tiempo con él, por lo que le propuse almorzar juntos 

— Almorcemos juntos, quiero pasar más tiempo contigo papá, antes de que te vuelvas para Argentina — le digo a mí papá y luego lo miro a Frederick con ojos suplicantes 

— Lo que tu quieras se hará mí amor, si quieres pasar el día con tu padre, lo haremos — me dice él con una sonrisa 

Yo sonreí con su respuesta, para luego abrazarlo 

— Gracias — le digo sonriendo 

— No me agradezcas mí amor, sabes que haría lo que sea por ti con tal de verte feliz — me dice con ternura y esas acciones de él son las que también me hacen querer darle una oportunidad 

Nos sentamos los 3 en la mesa en la que ya se encontraba mí padre y nos pusimos a conversar de muchas cosas, ya que aún estábamos de mañana y era temprano para pedir el almuerzo 

Mí padre le preguntó a Frederick si podía hacerle una video llamada a mí madre para que pudiera hablar conmigo y él dijo que si, así que enseguida mí padre me pasó si teléfono y yo la llamé a mí mamá 

Estuvimos hablando por casi una hora con mí madre, mientras Frederick y mí padre conversaban de negocios 

Escucharla llorar a mí madre cuando le dije que había decidido quedarme aquí con Frederick fue doloroso, pero después de un rato lo aceptó y me deseó una buena vida a su lado 

Le prometí que muy pronto iría a visitarlos, que no me extrañaran y que no estuvieran triste por mí ausencia 

Con mis hermanos pude hablar ya casi al final de la llamada, ya que ellos se encontraban en el colegio, y recién llegaban, aunque nosotros estábamos de media mañana, en Argentina ya pasaba del mediodía

Después de hablar con mí madre y mis hermanos, me despedí de ellos y corté la llamada, devolviéndole el teléfono a mí padre.

Ya al mediodía pedimos el almuerzo y comimos junto a mí padre mientras hablábamos de varias cosas

Fred le había prometido a mí padre que me llevaría a anotarme a la universidad para terminar mí carrera de literatura y yo me puse feliz con eso, ya que era lo que más deseaba 

Después del almuerzo mí padre se despidió de nosotros, dijo que era mejor viajar temprano, ya que como tenía muchas horas de vuelo quería llegar a la mañana temprano del día siguiente para ir a la empresa 

— Vamos señor Miller, lo llevamos hasta el aeropuerto, sus hombres pueden ir con los mios hasta allá — le dice Frederick y eso me hizo feliz, poder despedirlo a mí padre en el aeropuerto 

Los tres salimos, nos subimos a los autos y nos fuimos para el aeropuerto 

Al llegar, lo acompañamos a mí padre hasta el hangar donde estaba su jet 

— Te voy a extrañar demasiado mí pequeña. Acostumbrado a tenerte siempre allá en la casa y ahora no verte, nos va a costar a todos, pero te deseo una buena vida y que seas muy feliz mí niña — me dice mí padre abrazándome 

— Yo también los voy a extrañar demasiado, me harán mucha falta, pero pronto los volveré a ver, lo prometo — le digo abrazándolo también 

— Cuídate pequeña y cualquier cosa no dudes en llamarme y aquí estaré para ti — me dice él y luego nos separamos — Cuídala Frederick, te estoy dejando mí tesoro más preciado, por favor cuídala de todo mal — le dice ahora a Fred 

— No se preocupe señor Miller, la cuidaré con mí vida, de eso no tiene que dudarlo, ella también es mí tesoro más preciado, y jamás permitiría que algo malo le pasara — le responde Fred 

Mí padre asintió con la cabeza, luego me da un beso en la frente y se va a jet junto a sus hombres

Hasta que el jet no se perdió de vista después de arrancar, yo no dejé de saludar con la mano

Me entristecía tener que despedirme de mí padre, pero una nueva vida comenzaba aquí junto a Fred y eso me emocionaba.