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Sangre Rubí

Sangre Rubí

Status: En proceso
Genre:Vampiro / Traiciones y engaños / Atracción entre enemigos / Brujas / Mujer despreciada / Mujeriego enamorado
Popularitas:4.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Milagros Perez

En la penumbra de un mundo que pocos osaban mirar, nacía una niña destinada a cargar un deber más grande que ella misma. Su sangre era un puente entre mundos: mitad vampiro, mitad bruja, y su destino ligado a uno de los seres más temidos de la noche: El Príncipe Vampiro

Su existencia, frágil y poderosa a la vez, despertó susurros de miedo y esperanza entre aquellos que conocían la verdad. Nadie podía tocarla sin consecuencias, y nadie debía apartarla de su camino: la unión con el príncipe no era un capricho, era un deber. Una unión que cambiaría el equilibrio dos mundos y que, de alguna manera, dependía de su supervivencia y su aceptación.

¿ El único problema? : Ambos se odiaban y ella odiaba el Clan.


⚠️❗️🔞 - Bocavulario inapropiado, Amoríos, maltrato emocional, Sangre .

NovelToon tiene autorización de Milagros Perez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

¿ Celos?

El auto se detuvo frente a un edificio de vidrio que, sinceramente, no esperaba encontrar en el Clan.

Era un local de tecnología de lujo, tan moderno que podría haber estado en cualquier ciudad humana.

Evelyn bajó primero, con las manos en los bolsillos de su chaqueta y la mirada fija en la puerta automática que se abría.

Gabriel la siguió con un paso relajado, pero sus ojos ya habían captado algo que a ella le pasó inadvertido: tres mujeres estaban esperándolo cerca de la entrada.

Vestían ropa demasiado elegante para un simple paseo y tenían esa sonrisa que no dejaba lugar a dudas: eran de las que alguna vez habían calentado la cama del príncipe.

—Gabriel… —dijo una de ellas, con una voz suave, casi melosa, mientras rozaba con sus dedos su brazo—. Hace tiempo que no te vemos por aquí.

Otra se inclinó un poco más, mostrando descaradamente el escote.

—Pensé que te habías olvidado de nosotras.

Gabriel solo arqueó una ceja, sin molestarse en apartarlas.

Esa indiferencia suya era casi más letal que un rechazo abierto.

Evelyn, en cambio, ni siquiera giró la cabeza, siguió caminando directo hacia el mostrador como si esas mujeres fueran invisibles.

Gabriel frunció el ceño.

No estaba acostumbrado a que nadie—y menos alguien que debía ser su pareja destinada y con un vinculo fuerte—no mostrara ni un rastro de incomodidad o molestia.

Aquella indiferencia era como una piedra en su zapato. O mejor dicho una daga.

—Buenos días —dijo Evelyn al encargado.

Un vampiro joven, de cabello oscuro y gafas rectangulares, que sonrió con un gesto cordial.

—Bienvenida. ¿Qué necesita?

—Una laptop potente. La necesito para estudiar y trabajar.

El encargado asintió y le indicó una de las vitrinas.

Se inclinó un poco para mostrarle las especificaciones en la pantalla táctil.

Gabriel, mientras tanto, se quedó a un par de metros, con los brazos cruzados.

Las mujeres seguían rondándolo, lanzándole miradas insinuantes, pero él ni siquiera las veía ya.

Su atención estaba fija en cómo el joven le sonreía a Evelyn… demasiado amable a su gusto.

Evelyn, ajena al cambio en su semblante, señaló uno de los modelos.

—Este me gusta.

¿Tiene buena memoria gráfica?

—Sí —respondió el encargado, sonriendo aún más—.Y el procesador es el más rápido de la tienda.Puedo ofrecerle un descuento especial, si lo desea.

Evelyn le devolvió una sonrisa ligera.

—Genial. Entonces la llevo.

Gabriel carraspeó, su voz sonó baja pero lo bastante fría para que el ambiente se tensara.

—El precio no es un problema.Asegúrate de darle lo mejor que tengas —dijo, clavando los ojos en el encargado, que bajó la mirada enseguida.

Evelyn giró hacia él, alzando una ceja.

—Puedo pagarla yo misma. Ve con tus cosas – Movió sus mano echandolo

Gabriel se encogió de hombros, pero la mirada hacia el encargado fue tan glacial que el pobre tragó saliva.

—No lo dudo —respondió Gabriel, con un tono que no sonaba en absoluto relajado—Pero si algo va a fallar, prefiero que me reclames a mí.

Evelyn rodó los ojos y volvió a enfocarse en el vendedor, que trató de mantener el profesionalismo mientras sentía la mirada depredadora de Gabriel clavada en él.

Cuando terminaron la compra y el encargado fue a embalar el equipo, Gabriel caminó despacio hasta Evelyn.

Las mujeres que lo habían rodeado antes se apartaron, un poco decepcionadas de no haber recibido atención.

—No te molesta que otras me rodeen, ¿verdad? —preguntó él, con un matiz de provocación en la voz.

Evelyn ni siquiera lo miró.

—¿Por qué debería? —replicó con frialdad—No tengo interés en competir por un hombre.

Gabriel soltó una risa breve, seca, que sonó más como un gruñido divertido.

— Ya veo.. —murmuró—. La mayoría al menos fingiría molestia.

Evelyn lo miró al fin, con una media sonrisa cargada de ironía.

—No vine a fingir nada.Eso ya lo hice demasiado tiempo en el mundo humano.

Gabriel la sostuvo la mirada por un momento, como si buscara algo detrás de sus palabras, antes de apartarla.

Cuando el encargado volvió con la caja y la factura, Gabriel la tomó primero.

—Yo la llevaré —dijo, casi como una orden.

Evelyn le arrebató la caja con un movimiento rápido y se la acomodó bajo el brazo.

—Yo la compré, yo la cargo.

Relájate, Enserió te urge una sesión de terapia.

El leve brillo de furia en sus ojos se apagó con algo parecido a diversión.

—Eres la única que me dice eso sin temblar.

Ella sonrió con sarcasmo.

— Si.. Es algo con que nací.

Salieron de la tienda con esa misma tensión flotando entre ambos.

••

El camino de vuelta al castillo fue silencioso al principio. Evelyn apenas miraba; estaba ocupada en su teléfono.

Sus dedos se movían rápidos sobre la pantalla y de vez en cuando, sin darse cuenta, sonreía apenas. Clara le contaba las cosas que pasaron en la academia .

Gabriel, al volante, no apartaba los ojos del camino, pero cada pequeño gesto de ella captaba su atención como si fuera un brillo que no podía ignorar.

No era una sonrisa amplia… era discreta, suave, casi íntima.

Y eso le despertaba algo incómodo.

Cuando el auto cruzó las puertas del castillo, Gabriel rompió el silencio, con esa voz grave que a veces sonaba más como un gruñido contenido.

—Sonríes mucho.¿A quién le escribes?

Evelyn alzó la vista de la pantalla y se recostó en el asiento, mirándolo de costado.

—¿Interrogatorio de camino a casa?

Él no se molestó en sonreír.

—Solo curiosidad.¿hay alguien que debería saber?

Ella volvió a mirar el celular y luego lo bloqueó despacio, girándose hacia él con una expresión tranquila que contrastaba con el filo de sus palabras.

—Cuando tenga novio, serás el primero en saberlo —dijo, con una sonrisa seca—.

Si estás tan emocionado por enterarte, claro.

El silencio que siguió fue denso, casi audible.Gabriel apretó un poco el volante, pero se obligó a soltar una breve risa sin humor.

—No es emocion.Solo me gusta saber con quién trato.

—Ah, entonces es por motivos prácticos —replicó ella, mirando por la ventana—. Pensé que era celos, ya sabes por el vínculo y esas cosas.

Gabriel giró la cabeza un segundo para verla, sus ojos tenían un brillo peligroso, como si quisiera desmentirla pero prefiriera no darle esa satisfacción.

—No me malinterpretes, Evelyn.

Si alguna vez tienes a alguien… más vale que esté a la altura..

—No te preocupes —respondió ella con un tono ligero pero cortante—.No necesito tu aprobación, a demás seguro no será más de uno.

Llegaron al patio principal del castillo.

Evelyn abrió la puerta antes de que él pudiera hacerlo, bajó con la caja de la computadora y caminó hacia el interior sin esperar.

Gabriel se quedó un instante sentado, observándola avanzar con paso seguro.

– No más de uno- repitió con rabia.

Esa frialdad suya, esa manera de no ceder un centímetro, lo intrigaba más de lo que le gustaría admitir.

No era solo que no le temiera… parecía que ni siquiera intentaba.

Cuando entraron, Adrian los esperaba en la escalera, cruzado de brazos.

—¿Ya compraron lo que necesitabas? —preguntó, mirando la caja.

Evelyn sonrió amarga

—Parece que es de familia ser controladores

Gabriel pasó junto a ambos sin responder, aunque su mirada se posó brevemente en el celular que vibró, ella mostro una sonrisa. Adrian notó el gesto, alzó una ceja pero no comentó nada.

Evelyn, mientras subía los escalones, emocionada por probar su nueva computadora y ver series sin parar.

••

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Afrodita Hada♥️
🫰🫰🫰♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
Laura Aguado
Gabriel dile lo q sientes!!!!!!
Afrodita Hada♥️
🫰🫰♥️♥️♥️♥️♥️
Laura Aguado
Me está encantando ❤️❤️❤️
Laura Aguado
está muy interesante❤️❤️❤️
𝕮𝖚𝖊𝖗𝖛𝖔 𝕭𝖑𝖆𝖓𝖈𝖔
👏.
✨✨Esmeralda Guzman✨✨
me encanta el sarcasmo jajaja muy bien usado
✨✨Esmeralda Guzman✨✨
es lo mismo que pensé yo el rey siente amor por Isabel 🤔🤔🤔🤔🤔
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