Dewi Maha Putri es el nombre de una mujer experta en artes marciales, fuerte, tenaz y fría.
Tiene un ejército de seguidores y es conocida en todo el mundo. ¿Quién no ha oído hablar de ella?
Participa frecuentemente en competencias internacionales de alto nivel, ¡y en cada país anfitrión, la llaman "maestra"!
Desde pandillas callejeras hasta grandes mafias, todos la apodan la Diosa Asesina por su crueldad.
Incluso expulsó a un grupo terrorista entero de un país
y aniquiló a un jefe mafioso ella sola.
Lamentablemente, fue traicionada y cayó en una trampa mortal tendida por un enemigo desconocido.
Una bomba oculta en su auto terminó con su vida de forma trágica.
Pero el destino le dio una segunda oportunidad…
¡y despertó en el cuerpo de otra chica!
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Capítulo 8
Dewi vio la dirección en la que se iba Zeiro y descubrió que el hombre estaba comprando bebidas.
Su asistente estaba muy sorprendido, porque era la primera vez que veía a su CEO ir solo a comprar algo y era solo en una pequeña tienda.
Su asistente salió y corrió hacia Zeiro.
"Señor, si hay algo, déjeme hacerlo", dijo su asistente en pánico.
"Puedo hacer algo tan pequeño, vuelve al coche", ordenó Zeiro. Pagó su bebida mineral.
"Está bien, señor", asintió su asistente obedientemente y regresó al coche. Zeiro se sentó junto a Dewi y le entregó la botella de mineral a Dewi. Dewi la recibió.
"No pensé que un jefe de CEO tan honorable como usted también podría hacer esto", elogió Dewi, abriendo la tapa de la botella y luego bebiendo su agua.
"No soy un niño mimado", respondió Zeiro. Dewi asintió.
Después de un descanso suficiente, Dewi se levantó. "Quiero irme a casa, tú también deberías irte a casa, iré a tu lugar esta noche", dijo Dewi, corriendo de nuevo, dejando a Zeiro que todavía estaba sentado en la silla.
Zeiro sonrió, apoyando la barbilla en su mano mientras observaba a Dewi alejarse.
"Ella es muy parecida a esa asesina, Dewi, pero tiene un poco de corazón", respondió Zeiro en su corazón.
"Hm... ¿qué pasa, señor, que está sonriendo solo? ¿Qué está pensando?", se preguntó su asistente en su corazón.
Zeiro se dirigió hacia el coche.
"Vamos a casa", dijo Zeiro.
"Suba, señor". Su asistente condujo el coche por la calle.
Al llegar a casa, su padre, su madrastra y Anita lo estaban esperando en la sala de estar.
Surya se puso de pie cuando Dewi acababa de llegar frente a la casa. "Dewi, ¿por qué últimamente siempre estás causando problemas?", preguntó Surya con la cara roja. Si lo mirabas, Anita lo estaba instigando porque se veía a Anita sonriendo, con las mejillas hinchadas por la bofetada de Dewi hace un momento.
"¿Cuál es mi error?", preguntó Dewi, cruzando los brazos, mirando a Surya mientras levantaba la ceja.
"¡Mira la cara de Anita, dice que tú la abofeteaste hasta que se hinchó!", dijo Surya en voz alta.
"Ella estaba peleando con su amiga jugando a las bofetadas, ¿por qué me culpas? Si lo hice, ¿dónde está la prueba?", preguntó Dewi, levantando la ceja.
Anita se quedó en silencio, también es cierto que en el lugar de los hechos no había CCTV, además el moretón de la bofetada de Dewi también desapareció y solo se hinchó. Este golpe que se suponía que debía darle a Dewi se volvió contra ella.
"¡Pero de todos modos, ella lo hizo!", gritó Anita, tratando de convencer a Surya.
"Tú eres la que está herida, ¿por qué me acusas? ¿Cada vez que te lastimas me echas toda la culpa? Eres realmente cruel", dijo Dewi, negando con la cabeza.
"¡Maldita sea! Esta vez realmente perdí por su culpa, solo mira, no me detendré aquí, lo haré de nuevo hasta que te conviertas en idiota", dijo Anita con rabia, mirando a Dewi, apretó fuertemente su mano.
Surya miró a Anita. "Tú tampoco debes acusar al azar", dijo Surya suavemente a Anita. Dewi puso los ojos en blanco, sintiéndose asqueada por las suaves palabras de Surya hacia su hijastra, mientras que con su propia hija la regañaba.
"Entonces, ¿qué es esta foto? Estás jugando con este chico malo", dijo Anita, mostrando una foto de Dewi maratoneando con Zeiro.
"Oh, resulta que me estabas tomando fotos en secreto, eh", dijo Dewi.
"¡Sí, esta es la prueba de que a menudo juegas con hombres!", gritó Anita, tratando de justificar sus palabras.
Dewi sabía que era Zeiro, pero era mejor ocultarlo que dejar que obtuvieran ganancias de Zeiro.
