Ecos Del Corazon

La fiesta se desvanecia como un susurro en la noche, dejando atrás un rastro de sonrisas y recuerdos.

La música se había vuelto un murmullo suave, un acompañamiento delicado para los últimos momentos de la velada.

Sora y Mai se quedaron en la playa, rodeados de la quietud de la noche. La luna llena, parecía dormir en la quietud del mar, dejando ver hermosos destellos plateados.

"Gracias por venir", dijo Mai, su voz apenas audible sobre el sonido de las olas.

Sora sonrió, sintiendo el calor de la noche en su corazón. " Me gustó mucho tu compañía", dijo, en un suspiro tranquilo y suave.

Kaito se hacerca, con sus amigos, sonriendo, y les dijo si querían volver junto con ellos a sus casas.

Emili da un pequeño salto de Alegría, "Sí, vamos todos juntos" dijo, pero Mai al verla se aparta un poco de Sora, "yo me voy sola", le dice Mai a Sora, luego se da la media vuelta y se marcha.

Sora no sabe que paso, se queda viendo a kaito y los demás, Emili tenía una cara pálida y triste.

Kaito dice que la siga, ellos pueden volver solos, "Mai espera", grita Emili, encogiendoce de ombros y con una voz más quebrada.

"Ve tras ella, no te preocupes por nosotros", dice Kaito. Sora se da la vuelta y comienza a correr, mira hacia atrás y los saluda mientras que desaparecía en la oscuridad del bosque que rodeaba la playa.

"Aun no lo olvida", dice Sato, mientras ve a Cecili abrazando a Emili.

"Fue culpa nuestra por dejarla sola. Solo a nosotros se nos ocurre pensar que nos perdonaría por hoy", dijo Kaito.

Sora sigue corriendo por un camino de tierra colina arriba, el bosque denso y la oscuridad que producian las copas de los árboles qué tapaban el cielo, no lo dejaban ver.

Al llegar a la cima, noto que ya había llegado a la ruta que daba hacia el pueblo, y vio a Mai caminando hacia él.

Sora corre un poco más y grita el nombre de Mai, para que ella lo escuche, Mai se da la vuelta y ve a Sora corriendo.

Cuando este lo alcanza, le pregunta que paso, con una voz agitada y entre suspiros agitados por correr, Mai le dice que no paso nada.

"Nada... Mai saliste corriendo", dice Sora, Mai queda por unos segundos en silencio.

"No es algo quedaba preocuparte, de hecho vos también deberías alejarte de mí", le dice Mai a Sora con la mírada hacia el suelo y luego sigue caminando.

Sora se sintió confundido y preocupado. ¿Qué había pasado? ¿Por que Mai al verlos se alejo de esa manera? Quería saber más quería entender por que reacciono de esa forma.

"¿Qué pasa, Mai?", insistió Sora, su voz llena de preocupacion e intriga, "¿ellos te hicieron algo en el pasado?.

Mai siguió caminando, sin responder. Sora la siguió, sabía que había algo que el no entendía, algo que Mai no quería decirle.

El camino se hizo corto, un silencio aturdidor se adueñó del momento, Sora le dijo que si no quería hablar estaba bien, pero que al menos lo dejara acompañarla a la casa.

Mai no respondió, pero no se opuso a que Sora la acompañará. Siguieron caminando en silencio, el único sonido era el de sus pasos en el camino.

Sora se sentía incómodo, pero no quería dejar a Mai sola. Mientras caminaban, Sora miraba de re ojos, la clara luz de la luna se posaba en el largo cabello de Mai e iluminaba su rostro

Sora veía la belleza de Mai, la luz de la luna le mostraba más, sus ojos miraban hacia abajo su boca apretaba sus labios con un poco de fuerza, como si quisiera llorar, la mirada de Mai era Vacía.

La noche era un tapiz de sombras y luces, y Mai era la figura central, la que daba sentido a todo. Sora quería seguir observando su rostro, veía en ella una oscuridad que el mismo había habitado.

La casa de Mai apareció en la distancia, un refugio acogedor en la Oscuridad de la noche. Sora vio a Mai pero ella seguía sin soltar una sola palabra.

Al llegar a la casa, Mai estaba entrando por la puerta, Sora de la vuelta para seguir su camino, " oye... no te preocupes ¿está bien?", le dice Mai ocultando su cuerpo en la puerta y solo dejando ver su rostro.

Sora se detuvo en su camino, mirando a Mai con sorpresa. La voz de ella era suave y débil, luego hubo unos segundos de silencio.

"No te preocupes", repitió Mai, su rostro iluminado por la luz de luna. "Estoy bien".

Sora la miro a los ojos, buscando alguna señal de verdad en su mirada. Pero Mai parecía estar escondiendo algo, algo que no quería compartir.

"¿Segura?", preguntó Sora, su voz llena de duda.

Mai asintió ligeramente, pero Sora no se convenció. Sabía que Mai estaba escondiendo algo que la estaba afectando profundamente.

"Sí necesitas hablar...", comenzó Sora, pero Mai lo interrumpió.

"No es nada", dijo Mai, su voz firme pero débil.

"Solo... no te preocupes por mi, ¿está bien?"

Sora asintió lentamente, sentía que Mai pedía ayuda a gritos, pero nadie podía escucharla, "esta bien", dijo. "Pero si necesitas algo, solo búscame ¿si?".

Mai sonrió ligeramente, y Sora se sintió solo un poco mejor. Pero Sabía que Mai estaba luchando con algo que no quería compartir. Y Sora se preguntaba que podría ser.

Sora se despertó temprano, con la mente llena de pensamientos sobre Mai. No podía sacudir la sensación de que ella estaba luchando con algo profundo y doloroso, si debería tratar de hablar con ella de nuevo.

Después de desayunar, Sora decidió salir a caminar por el pueblo, disfrutando del sol matutino y del Aire fresco. Mientras caminaba, se encontró pensando en su situación actual.

De repente escucho pasos detrás de él. Se dio la vuelta y vio a Emili acercándose a el, con una mirada curiosa en sus ojos.

"Hola, Sora", dijo Emili, con una voz suave.

"¿Cómo estás?"

Sora sonrió. "Estoy bien, gracias. ¿Y tú?"

Emili se encogió de hombros, "Estoy preocupada por Mai. ¿Qué paso anoche?"

Sora suspiro. "No lo sé. Mai se no hablo en todo el camino, y yo no quise preguntar nada.

Emili asintió, con una mirada comprensiva. "Sí, Mai ha estado pasando por un momento difícil. Por eso nos preocupaba que siguiera sola".

Sora miró a Emili con curiosidad. "¿Tu sabes que está pasando?"

Emili dudo un momento antes de responder. "No estoy segura de que deba hablar sobre ello. Pero creo que Mai necesita a alguien que la escuche. ¿Podrías tratar de hablar con ella de nuevo?"

Sora asintió lentamente, sabía que si Emili no le contaba era por que lo sabía, pero no creía ser la indicada para decírselo.

"Sora...ella nos aparto a todos y se aizlo a si misma, trata de ayudarla ¿si?", dice Emili. "Sí, Lo hare", dijo Sora.