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LAS DOS CARAS DE LA MONEDA.

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA.

Status: Terminada
Genre:Venganza de la Esposa / Reencarnación(época moderna) / Completas
Popularitas:55.1k
Nilai: 4.8
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

Antonella Bernal creyó en las fábulas románticas cuando contrajo matrimonio con Dreiner Ballesteros, su pareja de la universidad. Provenía de una familia humilde de clase media, mientras que él, aunque de antecedentes similares, tenía un ansia desmedida por el éxito. Esta ansia lo impulsó a trabajar sin cesar, lo que permitió que su pequeño negocio floreciera hasta transformarse en una empresa de renombre.

Todo empeoró el día que Paloma Valencia llegó a sus vidas. Heredera de un consorcio hotelero, Paloma era joven, hermosa y llena de confianza. Durante una reunión para firmar un contrato millonario, Dreiner dedicó la velada a elogiarla, dejando a Antonella en un plano secundario. La humillación la atravesó como un cuchillo.

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 21

CAPITULO 21.

 NARRADOR.

Antonella se despertó de un sobresalto, con la respiración agitada y el cuerpo empapado en sudor frío. Nuevamente. La misma pesadilla que la atormentaba desde hacía semanas. Observaba a Dreiner y a Paloma, sonrientes y abrazados como si fueran una familia perfecta, con un bebé en sus brazos. Su bebé. Ella permanecía en la distancia, inmóvil, como una estatua, sintiéndose destrozada en su interior. El vacío que la consumía era más profundo que cualquier herida, más mortal que cualquier cuchillo.

Eran las cinco y media de la mañana. La suave luz del amanecer empezaba a filtrarse a través de las cortinas, llenando de cálidos tonos las paredes silenciosas de su habitación. Sin poder dormir de nuevo, se levantó y bajó a la cocina buscando algo que le recordara que aún estaba viva.

—Despertó temprano, señora —dijo Mariana, la trabajadora, mientras servía una taza de café recién hecho.

—No he dormido mucho —respondió Antonella, llevando la taza a sus labios con manos temblorosas.

—Se nota. Tiene ojeras muy marcadas. ¿Desea que le prepare algo de desayuno?

—Todavía no… primero quiero darme un baño. Hoy me quedaré en casa.

La mujer asintió en silencio, aceptando su elección. Más tarde, Antonella intentaba enfocarse en su escritorio, revisando documentos sin realmente leerlos, cuando Mariana volvió a tocar suavemente la puerta.

—Perdón, señora… tiene visitas.

—¿Es Clara? Le pedí que trajera unos documentos.

—No, señora. Es un hombre… dice ser su abogado.

El corazón de Antonella se aceleró.  Camilo. El recuerdo del beso brilló en su memoria como una chispa. Se levantó lentamente, se miró al espejo para arreglar su cabello, ajustó su blusa con manos algo nerviosas y respiró hondo. No iba a ocultarse. Lo enfrentaría con dignidad.

Al entrar en la sala, el aire pareció congelarse.

Camilo estaba de pie, con una niña de rizos oscuros sentada sobre sus piernas como si fuera una pequeña princesa. Sus grandes ojos la miraban con una mezcla de curiosidad y dulzura que derritió sus defensas.

—Lamento venir sin avisar —dijo Camilo con voz tranquila—. Pero quería presentarte a alguien.

—¡Hola! Soy Carla —dijo la niña con una gran sonrisa—. Papá me dijo que eres su amiga. ¡Eres muy bonita!

Antonella sintió un nudo en la garganta, pero pudo sonreír.

—Hola, Carla. Me llamo Antonella. Sí, soy amiga de tu papá.

—Entonces también seremos amigas —dijo la niña con entusiasmo—. Tu casa es hermosa.

—Me alegra que te guste… ¿quieres hacer un recorrido?

—¿Puedo, papá?

—Claro, hija. Ve con ella.

Carla le tomó la mano como si siempre le hubiera conocido. Juntas caminaron por los pasillos hasta llegar al jardín trasero, donde el sol acariciaba el césped recién cortado. La niña se detuvo frente al árbol de manzanas y lo miró con asombro.

—¡Guau! Es impresionante… ¿puedo tomar una?

—Las que desees, pequeña.

Carla corría riendo, recolectando manzanas con sus manos pequeñas, como si estuviera explorando un mundo encantado.

Antonella miró a Camilo con una expresión suave, pero llena de reproches.

—¿Por qué no me comentaste que tenías una hija?

—No supe cómo decirlo… y lo siento —respondió él, sinceramente.

—¿Y su madre? ¿Está de acuerdo con que la traigas aquí?

Camilo endureció su expresión.

—Ella se fue cuando apenas tenía un año. Desde entonces, me encargo yo solo de ella.

 Antonella observó a la niña en silencio, con un dolor antiguo reflejado en sus ojos.

—Este mundo está lleno de mujeres que no merecen ser llamadas madres —susurró.

Carla regresó corriendo, con las manos llenas de manzanas.

—¿Te vas a comer todas esas? —preguntó Antonella con diversión.

—Voy a llevarme las que no pueda comer en este momento —respondió, sonriendo con picardía.

—¿Y si hacemos una tarta y te la llevas a casa?

—¡Eso sería increíble!

Fueron a la cocina, donde Mariana había preparado algunos bocadillos. Antonella la detuvo con una sonrisa amable.

—Déjalo por ahora, Mariana. Vamos a hacer una tarta.

—Como usted diga, señora —contestó sorprendida, y fue a buscar los ingredientes.

En pocos minutos, la cocina se llenó de energía. Harina volando, risas, manos pequeñas amasando la masa. Carla era un torbellino de felicidad, con su carita cubierta de azúcar y sus ojos brillando como estrellas. Camilo las miraba en silencio, sintiendo una emoción que no había experimentado en años. Paz. Hogar. Esperanza.

—Creo que deberíamos darnos un baño mientras la tarta se hornea —sugirió Antonella, acariciando suavemente el cabello despeinado de Carla.

—En su mochila hay ropa limpia —dijo Camilo—. Iré a buscarla en el coche.

—Yo la llevaré al baño.

Antonella la cargó con cariño y juntas se dirigieron al cuarto. Llenó la bañera con agua tibia y espuma perfumada, lavándole el cabello con una delicadeza que venía del corazón. La escena era íntima, como un lazo que se formaba sin necesidad de palabras.

Entonces, Carla habló suavemente.

—¿Te gustaría ser mi mamá?

Antonella sintió un vuelco en el estómago. La pregunta la impactó como un rayo.

—Querida… eso me encantaría, pero no es tan fácil.

—Sí lo es. Solo tienes que casarte con papá. Él te mira mucho… más que a mí.

Antonella rió nerviosamente.

—Tu papá es maravilloso… pero casarse no es algo que se decida de prisa. Aunque sí, lo quiero mucho.

Carla bajó la mirada, hablando en un susurro.

—Mi mamá no me quiso. Se fue y me dejó sola. Todos mis amigos tienen una mamá bonita… yo no.

Los ojos de Antonella se llenaron de lágrimas. Se agachó para estar a su altura.

—Te amaré como una madre ama a su hija querida. Te contaré historias, iremos al parque… si tu papá me deja.

—¡Eeeeeeh! —exclamó Carla emocionada, salpicando el agua con felicidad.

Pocos momentos después, salieron del baño. Camilo había colocado la ropa limpia sobre la cama. Se pusieron la ropa y volvieron a la cocina, donde la tarta estaba caliente, recién horneada. La sirvieron con leche con chocolate, que era favorita de Carla.

Fue un día diferente. Un respiro. Un alivio emocional. Y por primera vez en muchos días, Antonella sintió algo parecido a la alegría.

Cuando se despidieron, Carla la abrazó con fuerza.

—Promete que vendrás a mi casa a visitarme.

—Te lo prometo.

—Tienes una hija preciosa —dijo Antonella, mirando a Camilo.

—Lo sé.

—Nos vemos mañana en mi oficina… tenemos que conversar.

—Iré a buscarte. Dijo ella mirándolo fijamente.

—Te esperaré —dijo él, sin muchas ganas de marcharse, pero sabiendo que su pequeña estaba muy cansada.

Al cerrar la puerta, Antonella se recargó contra ella. Experimentó un nuevo sentimiento en su pecho. Una combinación de cariño, miedo… y esperanza.

Y mientras el olor del pastel aún estaba en el aire, se dio cuenta de que algo dentro de ella acababa de transformarse, no sabia bien que era, pero esa niña se había robado su corazón en una sola tarde.

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Martha Ordoñez
gracias escritora por tan bonita novela bendiciones sabiduría para que sigas inspiradote más
Yuly Ponce
Muy hermosa historia felicidades ❤️
Mariale
buenísima
Luz Cuadrado
Linda historia. Felicitaciones 👏
Rosa Amalia Lopez
La mamá de la niña.....
Monica Lopez Cortes 🇻🇪🇦🇷
excelente,, felicidades autora 💝🤗🎁 súper recomendada historia ,,,más apoyo y likes para esta obra
la Bambin Ecuador
felicitaciones a la escritora !! excelente redacción y historia
JORISBEL FLORES BRITO
Muy buena felicidades 👏👏👏❤️👏👏
Liddel Calzada
bella y diferente está novela me encantó todos tuvieron lo que se merecían súper infinitas bendiciones para la autora ❤️❤️
Liliana Guzman Bonilla
creo que se salto un o más capitulos, por qué no entendí
Tatiana Aricapa
mediato mucho tu novela hubieron muchas emociones juntas me encanto el final
Yulianni Casanova
una novela muy buena éxitos
Luna_Jago
💕💖
Luna_Jago
💖💕
Luz Nelly Gonzalez Rambay
muy buena muchas gracias
Ethel Gomez
Muy buena trama, me gustó la historia felicidades autora.
Norma Angelica Trujillo Green
es la niñera, ella dijo que se vengaria de Antonela y camilo
Chiqui Velardez
está buenísima la novela y la unión que consiguieron después de haber sufrido tanto es maravillosa
Luna_Jago
💜💜
Vane Medina
preciosa historia
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