Club Blue Moon: La Caída De Un Villano

Me desperté sobresaltado, y sudoroso, todo estaba en silencio, sin embargo, me sentía agitado, miré a mi alrededor y el sol estaba entrando por la ventana, aunque el aire acondicionado estaba a toda su capacidad yo sudaba.

Me levante de la cama, me pare en la ventana, el día estaba soleada, demasiado tranquilo, corrí la cortina, me di la vuelta, y entre al baño, me quite la pijama, tome un baño rápido, quería ver como estaba la mano de mi madre.

Me puse un set de pantalón y camisa verde olivo, con un suéter y tenis blancos, seque mi cabello, y lo peine como siempre lo hacía.

Salí de mi habitación, y cuando iba caminando por el pasillo, me detuve frente a la habitación de Sara, abrí la puerta, y miré, pero no estaba, imagine que ya estaba en la cocina, esa pequeña es una glotona, cerré la puerta, y continúe mi camino, baje las escaleras, ya en el salón principal, no había nadie.

Miré mi muñeca, pero se me había olvidado ponerme el reloj, y dejé mi celular en mi habitación también, iba a subir de nuevo las escaleras cuando el mayordomo me detuvo.

— Señor Seth, la señora lo espera en el jardín para comer.

— ¿Y los demás?, le pregunté.

— El señor no se siente bien así, que se quedó en su habitación, su tía y sus primos salieron a comer fuera.

— Bien.

Me dirigí al jardín, salí por la puerta de atrás, el jardín era grande y hermoso, teníamos una gran terraza, donde a veces comías juntos, mamá está de buen humor cuando como en la terraza del jardín.

— Seth, Seth...

Grito Sara desde que me vio, se levantó de la silla y corrió hacia mí, yo la tomé en brazos, y la lleve de vuelta a su silla, está la pequeña renuente a dejar mis brazos, pero ya estaba grande y cada día pesaba más, por todo lo que ese pequeño bollito comía.

La senté en su silla y luego me senté en el asiento al lado de mi madre, la tomé de la muñeca y miré su mano, parecía estar mejor de lo que pensaba, eso fue un alivio.

— ¿Te duele?, le pregunté.

— No es nada, tome analgésicos y antiinflamatorios, todo estará bien.

Ella hizo una señal para que el mayordomo sirviera la comida, era como si quisiera evitar hablar del tema, pero era inevitable hablar de eso.

Cominos tranquilamente, Sara se ensució la carita y yo la limpié con la servilleta, era un momento feliz entre nosotros comer en silencio.

Después del postre, mi madre ordenó a una empleada llevar a Sara a su habitación y bañarla y cambiarle la ropa a otra más cómoda y limpia, después que se fueron, nos quedamos ella y yo tomando el té.

— ¿Es necesario que vivamos así?, le pregunté, quería saber su respuesta.

Ella se siguió tomando el té con calma, después de un rato, puso la tasa en la mesa, respiro profundo y comenzó hablar.

— Yo no me quería casar con tu padre, me gustaba otra persona, pero él logró conversar a mi familia que me cambiaran por negocios, sin embargo, la familia de tu padre solo querían nuestras tierras para explotar el petróleo, ¿tú crees que los Sawiris, fueran lo que son sin mi familia?, la respuesta corta es "No".

Hubo otro silencio largo y volvió a tomar su taza de café para terminarla.

«Escuche eso del abuelo también, que la insistencia de la familia de mi padre era más por lo que iban a obtener de la familia de mi madre que lo que iban a dar, entonces, ¿todo lo que tiene hoy es gracias a la explotación del petróleo de las tierras de mi madre, ¿mi madre soporta todo esto por dinero?, ¡no!, es porque no les va a dejar a ellos lo que le pertenece a ella»

— En tres años, vence el contrato de 20 años, que se firmó entre mi abuelo y el padre de tu padre, entonces las tierras, los posos petroleros, volverán a nuestra familia, si me voy ahora, ¿qué crees que hará tu padre?

— Hará la imposible para que no tengamos nada.

Ella me miró con orgullo, que yo fuera los suficientemente listo para ver lo que estaba delante de mis ojos.

«Es obvio, mi padre no nos quiere, pero tampoco quiere que nos vallamos, si nos fuéramos, entonces pondría condiciones extremas para que mi madre cediera todo antes de irse, incluso si huimos, no tenemos forma de llevarnos nada, es como si estuviéramos atrapados y sin salidas por el momento»

Los adultos hacen cosas luego, los hizo estamos en el medio, si yo fuera adulto sería todo diferente, pero ahora con solo 17 años, no puedo hacer mucho, para no decir que en realidad no puedo hacer nada.

— No te preguntes, en unos meses vas a estudiar a Estados Unidos, tienes que ser un hombre fuerte para llevar esta familia, ya que tu padre casa día más está sumergido en el alcohol y las mujeres de la calle.

«Es verdad, cada vez, toma más, y cada vez más pierde el control, eso es lo que me da miedo, que pierda en control y le haga algo a mi madre o a Sara mientras no estoy»

— No te preocupes por nada que yo me sé defender y protegeré bien a Sara bien, en tu cara se te ve lo que te preocupas, hijo debes ocultar tus sentimientos, si eres así de fácil de leer, la gente se va a aprovechar de eso.

«Es más fácil de decir que de hacer, muchos me dicen que mi cara es un cristal, que reflejo todo lo que siento, no sé como no dejar de ser así»