Dorothea & Kendall

La actual novia de Roberto es divertida y es fácil de llevar una conversación con ella. Su nombre es Violeta. Estudia medicina veterinaria zootecnista y es fan de Ariana Grande. El estilo de su ropa es una vestimenta elegante pero discreta y su pasatiempo es todo lo relacionado con moda.

Nicol no tardó en integrarse a la conversación y todos omitimos el tema de que ella y Roberto fueron novios.

Llevábamos casi media hora de viaje y yo ya estoy harta de escuchar la música de Kanye West. Me desabroche el cinturón de seguridad y en un rápido movimiento me estire sobre mi asiento para agarrar el teléfono de Kendall que se encontraba en el porta vasos. Puse a reproducir una playlist con más de treinta canciones de Lana del Rey, ignorando las quejas de Roberto.

Kendall le había quitado la contraseña a su teléfono para que Roberto pudiera cambiar las canciones así que si no quería que mis planes fueran interrumpidos volví a ponerle contraseña.

La siguiente media hora de viaje, Nicol y yo nos la pasamos cantando y el resto se la pasó conversando o en su mundo.

Nos detuvimos en una gasolinera ya que Kendall no llenó el tanque y el resto se bajó a comprar algún snack. Por mi parte mamá estuvo insistiendo en darme dinero y al habérselo rechazado varias veces diciéndole que yo traía fue al super en su tiempo libre y me obligó a empacar todas las botanas que compró para que comiera durante el viaje.

Mi bolso esta lleno de demasiados dulces y el resto se encuentra en la pequeña maleta que traía conmigo. No me moví de mi asiento, ni siquiera cuando Kendall volvió a subirse al auto para estacionarlo en lo que los demás volvían.

Saqué un paquete de gomitas y recordé las indicaciones que mamá me había dado.

—Mi madre te manda esto.— Me estire sobre el asiento poniendo frente a Kendall el paquete de chicles con relleno sabor a fresa, su favorito.— También esto.— Le di el paquete de gomitas ácidas una vez que agarró lo otro.— Y esto también.— Le di una de las botellas de refresco sabor a uva junto a la bolsa de doritos.

Me volví a acomodar en mi asiento una vez que me dio las gracias y comentara que también le enviaría un mensaje a mi madre.

Nicol fue la primera en regresar al auto y minutos después le siguieron Roberto y Violeta. Faltaba aproximadamente media hora de viaje y me preocupé por no vomitar todo este tiempo en lo que llegábamos a nuestro destino.

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Desde el momento en el que me baje del auto de Kendall supe que estaba en problemas. Miré las lindas cabañas que se encuentran frente a la playa y supe que no me alcanzaba el dinero que tengo para pagar un hospedaje aquí. Pensé que rentaríamos algún lugar más barato.

Soy consciente de que si no me hubiera enojado con Kendall él se hubiera encargado de pagar nuestro hospedaje, pero mi orgullo y el no querer aprovecharme de él me prohibían mencionarle el problema en el que me había metido.

Camine junto a los chicos a recepción encontrándonos al resto del grupo terminando de registrarse en alguna cabaña. Me senté en uno de los sofás que tenía la linda cabaña pensando en que hacer para pagar mi hospedaje. Debí de aceptar el dinero que me daba mi madre, me hubiera ayudado un poco en estos momentos.

—Ya me encargué de pagar tu hospedaje.

Miré a Kendall encontrándolo a unos pasos parado frente a mi. Quedábamos solo él y yo en recepción.

—¿Qué te hace pensar que no puedo pagar mi hospedaje aquí?— Lo mire ofendida.

Me sentí humillada. Falta de dinero y preocupación no es un buen conjunto en momentos como este.

—No es eso lo que quise decir.— Mire su rostro de arrepentimiento.

—Pues lo dijiste.

—Lo siento.— Observé como se sentó a mi lado.— Lamento hacerte sentir mal.— Sentí su rodilla rozar contra la mía.— Te dejaré pagar las comidas o cualquier otra cosa.

A pesar de que nos estábamos viendo a los ojos sabía que Kendall se encontraba jugando con los dedos de su mano, señal de que se encuentra inquieto por el ambiente en el que nos encontrábamos.

—Bien.— Agarré su mano dejando suaves caricias en ella.— Pero no vuelvas a suponer algo sin antes preguntarme.— Dejé un pequeño beso en su mano.

Ambos nos reímos sin dejar de vernos a los ojos. Las reconciliaciones son de las cosas que más amo al estar junto a él. Se siente bien en mi pecho como si un malestar se hubiera ido y fuera remplazado por tranquilidad.

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Me encontraba junto a Kendall en la cabaña que nos habían asignado. Solo se puede rentar individual o en parejas y él había dicho que rentó la segunda opción. Imagino que creyó que habrían dos camas.

Sin darle importancia al hecho de que nada más había una cama, camine dentro del lugar dejando mi maleta cerca del pequeño sofá que hay en la entrada. Es una cabaña bonita pero a diferencia de como se ve por fuera, por dentro es más chica. Consistía en un pequeño sofá, una pequeña cocina, una mesa con dos sillas, la cama matrimonial y delante de ella había un televisor junto a un ropero. Mire una puerta delante del sofá, la abrí dándome cuenta de que es el baño. Es lindo.

—Supongo que dormiremos juntos.— Me senté sobre la cama quitándome los zapatos.— Oh por Dios voy a quedar embarazada por dormir junto a un hombre.— Bromee.

Kendall se quitó sus zapatos junto a su camisa y se recostó a mi lado.

—No irás al cielo por pecar antes del matrimonio.— Pellizco mi cintura.

Me reí por sus ocurrencias al seguirme el juego.

—He visto series donde aparece Lucifer y déjame decirte que no es nada feo, podré soportar el infierno.— Me recosté de lado mirándolo.

Cerré mis ojos escuchando la risa de Kendall. Música para mis oídos. Ninguno de los dos dijo nada quedándonos en un silencio tranquilo que se volvió relajante.

Reconciliarme con él después de una pelea es lo mejor que podemos hacer. Ambos estamos acostumbrados a estar juntos y los días se sienten una eternidad siempre que nos enojamos y nos dejamos de hablar. Soy consciente de que una pelea en donde nunca más volviéramos a hablarnos sería muy dolorosa y difícil de sobrellevar. Por eso siempre me alegraban las reconciliaciones cuando se trata de él.

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Al día siguiente de nuestra llegada después de almorzar, junto a los chicos decidimos ir a la playa a pasar el rato. Algunos de ellos se encontraban en el mar y yo me encontraba sentada sobre una manta en la arena. Estamos debajo de una sombra así que no me preocupe por el sol y por terminar el día toda roja. Me puse un bikini de una pieza color azul cielo haciendo que resaltarán más mis ojos.

Observé como a unos metros de nosotros Kendall se reía de algo que dijo una de las chicas que se encontraba haciendo fila delante de él en un puesto de malteadas. Me sentí enojada, como si me molestara verlo reírse con otras personas. Chicas para ser exacta. Sentí inquietud por saber de que se reía, si realmente es por algo divertido o son sobre esos chistes que no valen la pena.

La chica pelirroja que parecía coquetear con Kendall vestía un bikini de dos conjuntos, siendo la parte de abajo cubierta por una toalla. Es de pechos grandes, pero él no se los estaba viendo y aún así no evito que me sintiera enojada.

Desvíe mi mirada de ellos dándome cuenta de que hay algo mal conmigo desde el momento en que malos pensamientos dirigidos hacia ella empezaron a rondar mi mente. Nunca en toda mi vida he sentido este malestar. Estoy molesta con una chica que no conozco, pero más con Kendall por permitir que ella le sonría de la manera en que lo está haciendo.

—Dorothea.— Escuché a lo lejos la voz de Roberto, lo miré notando una sonrisa en su cara.— Tu noviecito te está siendo infiel.— Soltó una carcajada señalando a Kendall.

Sintiéndome más molesta sostuve la botella de cerveza con mi mano y me puse de pie dirigiéndome hacia Roberto vaciando el líquido en su cabello.

—Eres un idiota.— Hablé entre dientes.

Lo miré ponerse de pie con el rostro rojo del enojo. Avente la botella a la tierra y sin importarme los insultos de Roberto camine a la cabaña alejándome de todos ellos. Él, Kendall y todos los demás se pueden ir a la mierda.

Tomé un respiro y me recargue en la puerta tratando de tranquilizarme. No sé que me sucedió allá afuera pero me hace tener pensamientos negativos hacia las personas y es una de las cosas que no me gusta, menos si Kendall se encuentra involucrado. Acababa de reconciliarme con él y no quiero que nos volviéramos a distanciar por un tonto sentimiento.

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