ERES MI DELIRIO

Ethan Cooper

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-Al ingresar a la habitación, el doctor se acercó a Kira. Sin embargo, noté que la ultravenosa había sido desconectada, por lo que advertí al doctor que se mantuviera alejado. No obstante, ella fue más rápida: lanzó unas tijeras a uno de mis hombres, impactándolo en la frente, y luego asfixió al doctor con el cable de la ultravenosa, colocándole la jeringa en la frente. Me asombró la fuerza y agilidad que poseía; eso no era normal. A pesar de su entrenamiento, dada su complexión y estatura, no debería haber podido superar físicamente a un hombre que la supera en peso. Y rápidamente eliminó al doctor, lo que la hace realmente asombrosa. En menos de un minuto, había acabado con la vida de dos personas. Mi mujer es excepcional; me observa con enojo, deseando acabar conmigo. Coloca su arma sobre mi pecho mientras se despide de mí. Pero yo tomo el arma y la coloco en mi frente, expresándole cuánto la amo y diciéndole que soy el padre de su hijo. Ella arquea una ceja, y su rostro refleja confusión. Luego esboza una sonrisa, baja el arma y comienza a reír a carcajadas. Se aleja de mí riéndose, mientras aún sostiene el arma en su mano. Al terminar de reír, dice-Me has hecho reír en serio. ¿De verdad se te ocurrió decir eso para evitar que te mate, cariño? ¿Cómo puedo estar embarazada si solo han pasado unas horas desde que tuvimos sexo? Cuando termine contigo, lo primero que haré será ir a una farmacia, así que no inventes. -Ella me observa durante unos segundos, suspiro, reflexionando sobre cómo expresar las palabras adecuadas y explicarles que no se trata de horas, sino de semanas. Cuando intento decir algo, ella interviene- Cooper, ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué me sedaste? ¿Por qué rechacé venir contigo? ¿Por qué tuviste que arruinarlo todo?

-Su rostro refleja tristeza, pero en sus ojos hay una búsqueda de respuestas. Ella aprieta el arma y le digo- Lo siento, de verdad no quise llegar a este extremo, pero el tiempo se está agotando. -Suspiro con pesadez y añado-Estuviste sedada durante cinco semanas, el doctor ha confirmado que estás embarazada; seremos padres, Kira.

-Noto su expresión de sorpresa; su rostro se tiñe de rojo mientras aprieta el arma y camina hacia mí, gritando- ¡Eso debe ser mentira! ¿Cómo pudiste hacerme esto, Cooper? ¡Eres un hijo de perra!

-Intento comunicarme, pero ella, en un movimiento brusco, me golpea en el abdomen con el arma, haciéndome caer de rodillas al suelo. Deja caer el arma y comienza a golpearme en la cara, intensificando cada vez más su agresión. Decido permitir que exprese su ira a través de los golpes, consciente de que, a pesar del dolor, lo merezco. Al soltar el arma, me doy cuenta de que no tiene la intención de matarme; sé que su amor por mí es tan profundo como el mío por ella. Tomo sus manos y le digo-Kira, por favor, detente. Permíteme explicarte lo que está sucediendo y cuáles fueron mis razones para actuar de esta manera.

-Ella me golpea en los brazos, lo que me hace soltarlos. Luego, me patea en el pecho, haciéndome caer al suelo por completo. Se sube encima de mí y, visiblemente enojada, me dice- Te odio, bastardo. ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Qué te hice para que me pagaras así?

-Ella continúa golpeándome y, en ese momento, escucho que la puerta se abre. Justo entonces, me asesta un último puñetazo que me deja inconsciente.

Al despertar, me encontré recostado en la cama, con mi madre a mi lado. Al verme, ella se limpió rápidamente las lágrimas y me dijo-Ethan, por fin has despertado. Gracias al cielo. Esa niña es una salvaje, mira cómo te dejó.

-Intenté incorporarme, pero sentía dolor en todo el cuerpo. Le pregunté- ¿Dónde está Kira?.

-En ese momento, escuché la voz de mi padre que hizo que girara mi rostro. Él me dijo-Ella está sedada. Si no hubiéramos entrado en ese momento, te habría golpeado hasta matarte. ¿Por qué permitiste que te golpeara? ¿Por qué no te defendiste?.

- Le respondí- porque merezco su castigo por lo que hice. Y jamás le pondría la mano encima a mi kira; ahora ella lleva a mi hijo en su vientre.

- Mi padre respondió-¿Acaso esto también formaba parte de tu plan?

-Siento el intenso dolor en mi rostro, en mi abdomen y en el resto de mi cuerpo. Con cuidado, me levanto con la intención de verla y le digo- Si,Ella tenía un arma en su mano y podría haberme matado, pero no lo hizo. Eso significa que no me matará, porque soy el padre de su hijo y porque me ama.

-Mi madre interrumpe y dice-Mira cómo te ha dejado.Aunque esa niña no intente matarte, eso no significa que te perdone o que desee tener a tu hijo. No creo que tu plan funcione.

-Yo le respondo- Conozco lo suficiente a Kira como para estar seguro de que no intentará abortar. Ella haría cualquier cosa por su familia, incluso arriesgar su propia vida. No podría hacerle daño a su propia sangre, a su hijo. Tengo claro que no será fácil conseguir su perdón, pero estoy dispuesto a luchar por ello. Iré a buscarla.

-Mi padre comenta-Primero, ve a darte un baño; has estado en reposo durante tres días.

-¿Tres días? ¿Estuve inconsciente todo ese tiempo? me digo mientras me dirijo al baño.

Después de darme una buena ducha, me miro en el espejo y noto varios moretones en mi rostro, un poco inflamado. También tengo una ceja partida y el labio lastimado, además de varios moretones en el abdomen. Definitivamente, mi Kira sabe dar golpes fuertes.

Después de darme una agradable ducha y cambiarme, encontré comida en la mesa de noche, así que la consumí rápidamente. Luego, tomé un par de pastillas para el dolor y salí de la habitación. Caminé hacia el cuarto donde se encontraba Kira, abriendo la puerta con precaución y escuchando voces. Al ver a mi hermano menor sentado junto a Kira y acariciando su rostro, una sensación de sorpresa y miedo recorrió mi cuerpo. Kira esta despierta acariciando el cabello de mi hermano, al notar mi presencia, una ligera sonrisa se dibujó en su rostro. Me quedo paralizado; ella no sería capaz de hacer algo malo, es solo un niño.