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En Los Ojos Equivocados

En Los Ojos Equivocados

Status: Terminada
Genre:Romance / Elección equivocada / Dejar escapar al amor / Pareja destinada / Mujer despreciada / Divorcio / Completas
Popularitas:1.2M
Nilai: 4.9
nombre de autor: Meche

A los ojos de la sociedad, Graciela tiene una vida perfecta: un matrimonio estable, una fortuna envidiable y un esposo atractivo, el exitoso empresario Pepe Benítez, diez años mayor que ella. Pero tras la fachada de perfección se esconde una verdad dolorosa. Pepe, que alguna vez se mostró atento y romántico, solo jugaba un papel para asegurarse la herencia de Graciela, quien quedó huérfana a los cinco años y heredó la fortuna de sus padres adoptivos tras su muerte.

Con el tiempo, influenciado por su madre Catalina, Pepe se transformó en un hombre frío y despiadado, reduciendo a Graciela a la sombra de lo que alguna vez fue. Ella creyó que no había salida, que su destino estaba sellado en un matrimonio sin amor y lleno de maltrato.

Hasta que un malentendido cambió el rumbo de su vida y puso en su camino a Simón Ferrero, un hombre capaz de devolverle la esperanza y enseñarle que existen segundas oportunidades. Con él, Graciela descubre un mundo distinto: un amor genuino, una nueva luz.

NovelToon tiene autorización de Meche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La sustitución.

Es una empleada.

Graciela conducía sin rumbo, su pie presionaba el acelerador con rabia contenida. El tráfico no le importaba, ni las señales, ni el cielo gris que parecía reflejar el caos dentro de ella. Cada bocina que sonaba, cada cruce que esquivaba, cada rostro que veía por la ventana parecía recordarle que había perdido el control de su vida. Y lo peor… estaba casi segura de que Simón Ferrero la estaba siguiendo. No era paranoia. Lo había visto en varios lugares, en momentos clave, demasiado cerca para ser coincidencia.

—¿Con qué intención? —murmuró mientras giraba bruscamente por una avenida secundaria.

Llevaba más de una hora manejando. El volante ya no era solo un instrumento de conducción, era su única defensa contra la ira que crecía en su pecho. Necesitaba sacudirse ese sentimiento de ser observada, de ser pisoteada. Y entonces, sin pensar más, como un impulso eléctrico, giró hacia una calle conocida: la de su antigua empresa. Aquella a la que no había vuelto desde hacía años.

Recordó con claridad las palabras de Pepe cuando le dijo que el mundo de los negocios no era para mujeres, que debía dedicarse al hogar, a los hijos que nunca llegaron. La había convencido con sutileza de que su rol era estar tras las cortinas. Pero ya no más. Algo se había despertado dentro de ella.

Estacionó en el aparcamiento de siempre, ese que tenía su nombre aún grabado en una placa dorada algo oxidada. Bajó del coche con paso decidido, se alisó el cabello frente al espejo retrovisor y, con una mezcla de furia y orgullo, cruzó las puertas principales de la empresa.

El murmullo fue inmediato.

—¿Esa no es la esposa del jefe?—

—Dios mío… ¿será que viene a armar un escándalo?—

—¿Ya se enteró de Abril?—

Graciela lo escuchó todo. Pero no se detuvo. Subió por las escaleras, ignorando el ascensor. Cada peldaño era un recordatorio de quién era ella, de lo que había perdido por confiar en un hombre que, al parecer, ya no la valoraba. Llegó al último piso, el reservado para la dirección. Nadie se atrevió a detenerla.

Empujó la puerta de la oficina sin tocar.

Allí estaban. Pepe y Abril. Riendo. Charlando como dos adolescentes cómplices. En el rostro de Pepe, aquella sonrisa olvidada que hacía años no le mostraba a ella.

—¿Hola? ¿Interrumpo algo? —preguntó con tono serio, cruzando los brazos.

Ambos se voltearon. Abril palideció. Pepe frunció el ceño, y por un instante, la máscara de amabilidad se esfumó de su rostro.

—¿Qué haces aquí? —espetó, acercándose a grandes pasos.

Graciela no retrocedió. Mantuvo la mirada firme.

—Es mi empresa, Pepe. Puedo venir cuando quiera—

Él la tomó del brazo con brusquedad.

—No tienes nada que hacer aquí —dijo entre dientes, mientras intentaba empujarla fuera de la oficina.

Graciela forcejeó.

—¡Suéltame!—

Pero él no escuchó. Abrió la puerta de golpe y empujó su cuerpo hacia el pasillo. El impacto fue inevitable, pero Graciela no cayó. Unos brazos fuertes, decididos, la atraparon antes de tocar el suelo.

Graciela levantó la vista… y allí estaba Simón Ferrero.

El aire pareció detenerse por un instante. Sus ojos verdes, intensos y fríos, se encontraron con los de ella. No necesitó preguntar. Sabía quién era esa mujer. Su instinto jamás fallaba.

—¿Todo bien? —preguntó con una voz firme, pero sin dureza.

Graciela asintió en silencio. El corazón le latía a mil. No sabía por qué, pero sentía que ese hombre no era como los demás.

—Vamos, ve a casa —interrumpió Pepe, con voz alterada, intentando disimular. —No tienes nada que hacer aquí. Con permiso, señor Ferrero —añadió, intentando sonar profesional.

Pepe sujetó a Graciela del brazo nuevamente y la llevó hasta el ascensor. Ella no dijo nada. Pero antes de que las puertas se cerraran, su mirada se cruzó con la de Simón.

Era una mirada que lo decía todo: miedo, desconfianza… pero también un grito ahogado de auxilio.

Simón apretó los puños. Cuando las puertas se cerraron, se quedó unos segundos en silencio. Luego giró hacia Diego, que ya había fingido recibir una llamada para apartarse discretamente. Al volver, le susurró algo al oído.

Simón asintió, su rostro se tornó más serio que nunca.

—¿Quién es ella?— pregunto directamente.

Pepe se acomodó el cabello despeinado —Es una empleada de casa, no te preocupe ¿sucede algo?— Al ver cómo Diego se acercó a su jefe.

—Disculpa, Pepe —dijo, volviendo la vista hacia el hombre—. Me ha surgido un imprevisto. Prometo reagendar esta visita—

No esperó respuesta. Dio media vuelta y salió del edificio con Diego a su lado. Abril, aún en la oficina, se dejó caer en el sofá. El miedo la embargaba. Algo le decía que aquello no terminaría bien.

Simón no esperó el ascensor, bajo las escaleras junto a Diego, ambos iban en silencio, pero la rabia de Simón estaba creciendo enormemente, vio claramente cómo Pepe tenía sujetada a Graciela, como la empujó de su oficina, si no ha sido por él, ella podría haber salido muy lastimada, además la otra mujer estaba en la oficina y rostro lo dijo todo, estaba pálida, cuando llegaron a recepción, trataron de salir rápido en busca de Graciela, pero de ella no había rastro.

—Me ha mentido en la cara, no es un hombre para hacer negocios— dijo Simón enojada al estar fuera de la empresa.

Diego se dio cuenta de que su jefe estaba enojado, no por la mentira, fue por la manera en que Pepe maltrato a Graciela, fue un golpe por lo más bajo.

—¿Quiere que busque a la señora Graciela?— Diego quería saber lo mismo que su jefe, ¿cómo estaba ella?.

—Necesito infiltrar a uno de nuestros hombres, o busca una mujer, quiero saber cómo vive ella y como la trata ese desgraciado —

Mientras ambos conversaban en la calle, un auto salió a toda velocidad del estacionamiento subterráneo.

—Es ella— Dijo Simón mirando como ella conduce de una manera muy altera.

—Vayamos detrás de ella— grito Diego al correr hacia el estacionamiento.

Graciela estaba al borde de sus sentimientos.

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Ana Ruiz roque
que hermosa historia 🥰 de dolor amor de ilusión de todo me encanta 😍 felicidades escritora
Angela Paredes
Felicidades! Una muy linda historia,gracias por compartir. Éxitos y bendiciones.
Ana Ruiz roque
es realmente una novela buenísima me está gustando mucho es fantástica felicidades ala escritora 🥰
Isabel Cristina Baez Gomez
pero eso le pasa por mal educada y berrinchuda porque él ha sido amable y desente
Aida Milena Arcila
Hermisa historia, pasaron por todo y todo lo superaron, gracias autora 🙏👋
Aida Milena Arcila
Ufff a a a a aaa🤗 que historia tan hermosa ❤️
anmy
muy buena
anmy
graciela y Simón viven sin casarse, y camila no puede, donde entra la moral ahí?🤭
esterlaveglia
ay Camila que tonta eres yo no le puedo echar la culpa a Diego porque él en ningún momento le dió lugar a Camila para que piense en una relación... siempre fue ella y ahora agua y ajo chiquita 😔😕🤷‍♀️
esterlaveglia
Camila la reina del drama 🙄 y siempre desubicada y tonta 😕
esterlaveglia
no me gusta nada Gina 😕🙄
esterlaveglia
Dios más tonta no se puede ser 🤦‍♀️🤷‍♀️
Hilda
la verdad muy buena novela. Felicitaciones
Hilda
la verdad q muy buena novela . Felicitaciones
esterlaveglia
hdlgp.... repartiendo el dinero de Graciela como si fuese suyo.... pedazo de 💩🤬 😈 ojalá te parta un rayo 😈👍👌🙏
Aida Milena Arcila
Ya fui a l novela la protegida del abuelo, y desde el 1er capitulo te atrapa, no lei más, por q acá estoy terminando esta para seguir 🤗. Se las recomiendo!
Aida Milena Arcila
Diego a pesar de su edad es un idiota inmaduro 😡como es q no se habia dado cuenta q el unico interes de Gina era simon y el era el medio para conocerlo y supuestamente engatuzarlo. 🤦 Me da tanto pesar por camila, peeo creo q se acaba de voltear la paila, ahora sera Diego quien tendra q suplicar, llorar y rogarke a camila, por estúpido 😏
Aida Milena Arcila
Dios mio! Q simon se recupere y todo salga bn. Ojala no pierda la memoria! 🙄
Aida Milena Arcila
OMG! 😱 Por el mensaje, y por la novela, oja este bnbentre lo q cabe simon.
Faisuly Gonzalez
ahora sí se puso buena la novela, que no la maltraten más
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