NovelToon NovelToon
El Imperio De La Mafia

El Imperio De La Mafia

Status: Terminada
Genre:Mafia / Traiciones y engaños / Amor en la guerra / Familias enemistadas / Completas
Popularitas:21k
Nilai: 5
nombre de autor: Giise Flor

Pia es vendida por sus padres al clan enemigo para salvar sus vidas. Podrá ser felíz en su nuevo hogar?

NovelToon tiene autorización de Giise Flor para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 23

El silencio era casi absoluto en el ala sur de la mansión De Santi. La mañana había llegado con una luz suave que atravesaba los ventanales, iluminando con timidez los muebles antiguos, las alfombras gruesas y el cuerpo adormecido de Leonardo, recostado aún en la cama. Había dormido poco, otra vez. Las palabras de Pia seguían resonando en su cabeza como un eco interminable.

“No lo sé.”

Eso le había respondido ella cuando él le preguntó si lo seguía odiando. No había ira en su voz, pero tampoco cariño. Solo esa frialdad ambigua que dolía más que el desprecio. Porque lo dejaba en el limbo, sin saber si había esperanza o si ya estaba todo perdido.

Y él, por primera vez en mucho tiempo, no tenía la fuerza para seguir empujando. No así. No con ella huyendo cada vez que sus ojos se cruzaban. No con ese abismo en medio de los dos.

Se sentó con dificultad, apoyando los codos en las rodillas. Respiró hondo. Cada movimiento le recordaba que seguía vivo, sí, pero también que algo dentro suyo se había roto desde aquel disparo. No era solo su cuerpo. Era su orgullo. Era su lógica implacable. Era esa coraza que Pia había atravesado sin siquiera intentarlo.

Cuando Francesco entró, una hora después, lo encontró pensativo, con la mirada clavada en el suelo.

—Buen día, capo —saludó con tono más relajado del habitual—. ¿Cómo dormiste?

—No dormí —respondió Leonardo sin levantar la vista.

Francesco se acercó a la mesa y dejó una carpeta con papeles. Venía a hablar de negocios, como siempre, pero algo en el ambiente le indicó que ese no sería el tema de conversación esa mañana.

—¿Pasa algo?

Leonardo tardó en responder. Finalmente, alzó la vista. Sus ojos celestes estaban apagados, más tristes de lo que Francesco recordaba haber visto jamás.

—Estoy pensando en dejarla ir.

El silencio fue inmediato.

Francesco frunció el ceño.

—¿A Pia?

Leonardo asintió.

—Ya no quiero obligarla a estar acá. Ni cerca mío. Ni bajo este techo. Ya no.

Francesco se sentó frente a él, en el sillón de cuero que había en la habitación. Sabía que no podía tomar esa frase a la ligera. Leonardo no era un hombre que se diera por vencido. Y menos aún cuando se trataba de algo —o alguien— que le importaba.

—¿Qué pasó?

Leonardo suspiró.

—Estuvo acá. Me trajo el desayuno ayer. Me dijo que se alegraba de que esté vivo. Pero su voz… no había nada. Ni rencor, ni ternura. Solo un vacío… uno que yo mismo provoqué.

Francesco bajó la mirada. No dijo nada. Porque sabía que era verdad. Pia había cambiado. Ya no era la chica que temblaba al verlo ni la que respondía con furia. Ahora era otra versión de sí misma. Una más fuerte. Más fría. Más inaccesible.

—¿Y si solo necesita tiempo?

Leonardo negó.

—No puedo seguir manteniéndola aquí, esperando que algún día me mire distinto. Eso sería egoísta. Tal vez quiera volver con su familia, tal vez empezar de cero. Yo… la lastimé demasiado.

Francesco tragó saliva.

—Vos la salvaste también.

—¿Y eso borra lo que le hice a Vittorio? ¿Las amenazas? ¿El miedo que sintió al vivir encerrada en esta casa?

—No —admitió Francesco—. Pero eso no te impide intentar reparar algo.

Leonardo apoyó la cabeza en el respaldo.

—Tal vez reparar sea justamente dejarla ir.

Hubo un largo silencio.

Francesco lo observó durante unos segundos, con esa mezcla de respeto y compasión que solo se tiene por alguien al que se ha visto caer de pie demasiadas veces.

—¿Querés que me encargue yo?

Leonardo asintió.

—Decile que puede elegir. Si quiere volver con los Moretti… yo no voy a impedírselo. Puede quedarse si quiere. Pero esta vez, será su decisión.

—¿Y si te dice que se va?

—Entonces la dejo ir.

Francesco lo miró. Sabía que no era una amenaza ni un acto teatral. Era sincero. Dolorosamente sincero.

---

Esa tarde, mientras Pia caminaba por el jardín, encontró a Francesco esperándola en la galería. Estaba apoyado en la baranda, fumando un cigarrillo con aire pensativo.

—¿Podemos hablar? —le preguntó apenas la vio.

Pia asintió con un leve movimiento de cabeza.

Caminaron hasta el banco bajo los rosales. Se sentaron sin decir palabra durante unos segundos. El silencio era pesado, pero no incómodo.

—Estuve con Leonardo hace un rato —empezó Francesco—. Me pidió que te diga algo.

Ella no respondió. Solo desvió la mirada.

—Dice que no va a obligarte a quedarte acá. Que si querés volver con tu familia, o hacer tu vida lejos de los De Santi, podés hacerlo. Nadie va a detenerte.

Pia frunció levemente el ceño.

—¿Eso te dijo?

—Eso mismo.

Ella asintió, como si intentara procesar la información.

—¿Y por qué ahora?

—Porque cree que te hizo daño. Y que ya no tiene derecho a tenerte cerca.

Pia clavó la vista en las flores que se mecían con el viento. Por dentro, una emoción desconocida le recorría el cuerpo, pero por fuera permanecía serena.

—¿Y si me voy?

—No te va a buscar.

—¿Y si me quedo?

Francesco la miró.

—Entonces va a saber que fue tu decisión.

Pia se puso de pie. Caminó unos pasos. El cielo empezaba a cubrirse de nubes.

—¿Sabés una cosa, Francesco?

—Decime.

—Nunca pensé que él sería capaz de… rendirse. Nunca.

—Quizá no se está rindiendo. Quizá está aprendiendo.

Ella asintió sin decir nada más y volvió a caminar hacia la mansión. Tenía el corazón hecho un lío. La cabeza también.

Podía irse.

Pero no estaba segura de querer hacerlo.

---

Esa noche, Leonardo no durmió. Otra vez. Pero esta vez no era por dolor, ni por insomnio. Era porque esperaba una respuesta. Una señal.

Una puerta que se abriese.

Un paso en el pasillo.

Pero nada llegó.

Solo el silencio.

Solo la noche.

Solo la certeza de que había hecho lo correcto, aunque doliera como nunca.

1
marbella torres
por favor que protagonista tan gafa escritora por favor cuando escribas no pongas ésas protagonista tan gafa
Elinol Duerto
buena novela
La Comandante
Ella es muy hermosa, por razón, puso al viva a patinar, porque es más viejo que ella ese viejito, mándamelo para mí
La Comandante
Éstas son las cosas que hacen que fracasen las novelas las historias los libros por Dios yo estoy que le entró a esa muchachita, tiene la edad de una de mis nietas y deveras que se merece las trompas que le dan y mira que yo me voy con el abuso contra las mujerespero bro allá nada más se le ocurre provocar un varón y más sabiendo el tipo de actitud que tiene como que que quiere que le dé las gracia, pues dale las gracias porque te van a volver a buscar y ya como que no entienden la jerga por Dios escritor se te corrió el lápiz otra vez
Florcita: si no le gusta no lea. re simple besitos
total 1 replies
La Comandante
Pero niña por Dios, tú vienes de mafiosos, tu papá es un vulgar mafioso y no solamente nada, lo muerdes que esperan que te aplauda y que te sopla las velas, no hombre por Dios se te corrió el lápiz
La Comandante
Se está quejando de qué prometió protegerla que fue a buscar el cuarto para que fuera a comer porque no comiste sabe Hello no pongan a las mujeres como si fueran anormales como si tuvieran que tener 300 años para saber que 2 + 24 que hay que ir a la universidad para saber qué es 1 + 24, por Diossomos el sexo fuertes desde la era de Adán, porque fue Eva quien logró convencerlo de quisiera lo que ella quisiera entonces, porque ahora la mujer la que coge los golpes y los hombres no pongan una mujer tú por Dios
La Comandante
No han dicho qué edad tienen, pero escritores, tengan cuidado cuando se recorren el lápiz y revisen los borradores como que una muchacha que el padre la vende la meten, en caso de un mafioso que todo el mundo sabe lo que significa eso y ella está en Pando ahí como le da la ganay pretende que la vecina y que la esconda al hombro no hombre por Dios se te ocurrió el lápiz
Florcita
no le busquen la quinta pata al gato 🙄
Yolanda Villamar
los italianos no hablan así vos venís
Florcita: gracias por tu comentario
total 1 replies
Yolanda Edith Cruz Arredondo
Excelente novela, felicidades escritora, pero
Perooo... Según yo entiendo ahí con continuación de la novela, será 🤔?

Como se muchas felicides
Saludos desde mexico
Tania Yanez
muy bonita 😍
Florcita
hermoso 🥰🥰
Hilda Chacon
Excelente
Hilda Chacon
Bueno
Adriana Cabrera Toyos
Muy linda historia, el final me dejó un sabor a poco. No sé cómo que falta algo.
💞Agustina Intriago 💕🌙
hermosa historia 😍
💞Agustina Intriago 💕🌙
Excelente
Florcita
Holis 🤗 acepto todos los comentarios. Puede gustarles mis novelas o no,pero por favor hagan sus comentarios con respeto! si no es de su agrado entonces pueden pasar a otras novelas... y a los que deciden quedarse, MUCHAS GRACIAS 😘 🙂
Nancy Parraga
Ella a crecido y fortalecido y ella que ese hombre que ha cambiado tanto la ama y no hay desconfianza
💞Agustina Intriago 💕🌙
La Valeria fue a buscar gloria y salió gloriosa por qué no obtuvo lo que ella quería, espero no se convierta en una arma para ellos
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play