La Diabla

Estaba yendo en viaje con el jefe Cirilo y yo solamente pensaba en mi hija, la había dejado hace unas horas, pero los senos morían por darle de lactar a mi pequeña.

A penas llegamos me trataron como una reina, nadie habló sin mi consentimiento, ya habían sido informados de la muerte de Ciciliani y querían ver la cara de quien se animó o les hizo el favor. Muchos hombres jóvenes estuvieron en contra de que me dieran el poder, pero los señores mayores me dieron su voto de confianza.

—Gracias ### a los señores que me dan la oportunidad—sonrío— veo que los jóvenes me ven como inútil o tienen miedo de que yo sea mejores que ellos, pero se los demostraré. —comienzo—se lo había dicho al Jefe Cirilo, en un año ustedes tendrán su plata, él —señalé al jefe—será el primero en recibirla porque fue el único que llegó a la casa del difunto, además de que iba a hacer el trabajo el mismo. El que esté de acuerdo con lo ya dicho puede retirarse, el resto puede esperar sentado a que me importe su opinión. Tengo cosas que hacer y debo irme, gracias a todos por su tiempo.

Sin esperar respuesta de nadie, me di vuelta y empecé un viaje hacia mi hija.

En el camino llamé a Alen porque quería hacer una prueba de ADN y como él compartió la misma sangre con Omar, serviría. Si daba negativo le contaría a Jasha sobre la beba, si no no, sería abrir heridas.

Alen me ayudó sin dudas, estaba contento por tener una sobrina, pero a la vez apenado por lo que hizo su hermano. Y sí, es su sobrina, el creador de mi hija fue Omar. Al final, con mi amigo nos peleamos porque quería reconocerla con su apellido aunque él figurará como padre, pero no quería, no iba a permitirlo, es mi hija, sólo mia.

Le dije que él será el tío, no sólo por serlo biológicamente sino también como mi amigo, y no le quedó de otra que aceptar.

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Así pasó un año, cada persona afectada por Ciciliani tenía su plata gracias a que yo manejaba su empresa y ahora es mía, legalmente.

En la mafia me conocen por ser despiadada, el difunto traficaba drogas, pero yo deje eso y me puse a traficar armas, estudié varios idiomas, aprendí de un Hacker y llegué a su nivel, él es el maestro, sabe trucos que a nadie le ha enseñado, es de lo que vive y lo llaman cada vez que un trabajo es demasiado complicado.

Creé varias empresas e hice varios socios, gracias a los recursos y a mi inteligencia logré darles hogares a muchas personas.

Visité orfanatos, hospitales, barrios pobres, escuelas, y puse de mi plata. Contraté Arquitectos, albañiles y mejoré cada lugar, si me daba la plata para vivir cómoda, ¿por qué no ayudar al resto también?

En el bajo mundo controlaba muchos países, todos querían lo que tengo, "cuanto más alto estás, más quieren derrotarte" No sé si era una frase conocida, pero era mi frase cada día.