La Obsesión De Mí Esposo

Narrador …. 

Mientras tanto, en Argentina todos estaban desesperados buscando a Samira por todos lados 

En la casa se encontraban absolutamente todos, la familia, los amigos de Simón y las amigas de Samira 

Karina lloraba desconsolada en el sofá de la sala, mientras que Alexander no paraba de hacer llamadas 

Había desplegado a todos sus guardias por la ciudad, había mandado a rastrear el celular de Samira y esperaban noticias a ver si la ubicaban 

Habían descubierto la carta de despedida en su habitación, pero todos coincidían con que ella no la había dejado, ya que no era su letra la que se mostraba en la carta.

Simón estaba que explotaba, sabía que Frederick tenía mucho que ver con la desaparición de su hermana, y aunque le había prometido a Samira no decir nada, ahora debía hablarlo con sus padres 

— Simón, no lo hagas, esperemos un poco más, tal vez ella se comunique — le dice Camil para que no dijera nada aun, ella sabía que su amiga estaba con él, pero se extrañaba de que tuviera el teléfono apagado 

— No Camil, mí hermana se fue con ustedes ayer en la tarde, le mintieron a mí madre y ahora ella no aparece, ya hace casi 24 hs que se fue y no ha llamado, ni respondido el teléfono, ya no esperaré — le responde él y justo en ese momento el técnico encargado de rastrear el teléfono de Samira llamó 

Alexander lo puso en altavoz para que todos escucharán lo que el técnico tenía para decir 

📲 – Señor Miller hemos rastreado la última señal que emitió el celular de su hija y la ubicación de la última señal muestra el aeropuerto, de ahí en adelante, el teléfono fue apagado y ya no pudimos rastrearlo más — dijo el técnico y los chicos se miraron entre si asustados 

Sabían que Samira no se iría por su propia cuentas, y si así fuera, no se habría ido sin si quiera comunicarse con sus padres o amigas 

Simón ya no aguanto y gritó 

— Samira está en las Vegas — dijo levantándose de golpe del sofá 

— ¿Como que en las Vegas? ¿Por qué se fue a las Vegas sin avisarnos? — pregunta Alexander 

— No se fue sin avisarnos, él se la llevó a la fuerza — volvió a decir 

— ¿Quién se la llevó? ¿De qué estás hablando Simón? — vuelve a preguntar Alexander 

— Bueno, lo que pasó fue, que en las Vegas esa noche que fuimos al casino a celebrar nuestro cumpleaños, terminamos muy ebrios. Al día siguiente nos levantamos con la noticia de que Camil y yo nos habíamos casado, y Samira se había casado con un desconocido. Por eso adelantamos el viaje de regreso, Pensamos que todo quedaría en el olvido, como el dicho “lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas”, pero dos días después nos enteramos que ese hombre vino por Samira, ella le exigió el divorcio, y él no se lo quiso dar, dijo que la quería a ella a su lado, que ahora era su esposa y se la llevaría de regreso a las Vegas — le cuenta Simón agachando la mirada por lo mal que se sentía al no haber hablado antes, tal vez si le hubiera contado a sus padres en ese momento que Frederick se llevó a su hermana por la fuerza del colegio, tal vez ahora Samira no estaría desaparecida 

— ¿Por qué carajos no nos contaron eso antes? ¿Cómo es que vienes a decirlo ahora? Tu hermana fue secuestrada vaya a saber por quién, si hubieran dicho las cosas antes, ahora no estaríamos pasando por esto — dice enojado Alexander 

— ¿Quién es ese hombre? ¿Saben con quién se casó? — pregunta Karina desesperada 

— Si, se llama Frederick Ruso, es un famoso abogado en las Vegas — dice Camil 

— ¿Frederick Ruso? — pregunta Alexander tiñendo su cara de blanco y abriendo los ojos con sorpresa 

— Si, así se llama — vuelve a decir Camil 

En ese momento Alexander lo recordó enseguida por la gran compra que Frederick hizo a varios de sus últimos autos que largo a la venta 

Él sabía que Frederick no solo era un simple abogado de las Vegas, ya que lo había mandado a investigar, por qué le había parecido raro que él siendo solo un abogado, pudiera comprar tantos autos que valían miles de millones de dólares cada uno 

Así fue que descubrió que Frederick Ruso además de ser abogado, también era el jefe de la mafia en la ciudad de las Vegas, estaba forrado en plata y eso era por sus trabajos clandestinos, además de que le habían dicho que él era un hombre muy peligroso y despiadado con sus enemigos 

Alexander comenzó a caminar de un lado hacia otro, preguntándose cómo harían para rescatar a su hija, sabía que no podían enfrentar a Frederick 

Alexander al lado de Frederick era solo una hormiga, ni siquiera toda la plata que él tenía lo podía ayudar en este momento, solo le queda una cosa por hacer y eso era hablar con Frederick pacíficamente sin hacerlo enojar, ya que eso no saldría bien para ellos 

Sin decir nada, Alexander salió de la sala y subió hasta su habitación y comenzó a empacar su ropa. Debía viajar a las Vegas a hablar con Frederick cara a cara 

Llamó por teléfono al piloto para que prepara el jet, y luego comenzó a empacar sus cosas

Karina entró detrás de él y lo vio preparando su maleta 

— ¿Amor que haces? ¿Te irás a las Vegas? Voy contigo — le dice Karina preocupada 

— No preciosa, tú te quedarás aquí con los niños, yo iré a hablar con él, y debo ir solo, así que no le digas a Simón sobre esto. Yo solo debo hablar con Frederick Ruso — le dice Alexander continuando con su maleta 

— ¿Pero por qué debes ir tú solo? Llamemos a la policía, ellos sabrán qué hacer — le dice Karina preocupada 

— No amor, tu no entiendes, no estamos lidiando con un simple abogado, Frederick Ruso es el jefe de la mafia, ¿entiendes el peligro en el que ponemos a nuestra hija y a nosotros mismos si llamamos a la policía? — le dice él y Karina comienza a llorar del miedo que siente por su hija 

— No vayas solo Alex, por favor, si te pasará algo, yo me moriría — le dice ella llorando 

— Tranquila, no iré con malas intenciones, solo iré hablar pacíficamente con él y preguntarle qué intenciones tiene con Samira. Y ver si logro convencerlo de que la deje volver — le dice él para tranquilizarla un poco 

Después de terminar de prepararse sus cosas, tomó la maleta, se despidió de Karina con un apasionado beso y luego bajó las escaleras, para luego salir de la casa enseguida 

En la sala aún seguían los chicos preocupados por Samira. Especialmente Ian que se maldecía asi mismo, por haber sido un idiota con Samira

Si tan solo en vez de ignorarla, la hubiera protegido, tal vez ahora ella no estaría secuestrada por ese demente — pensaba él con mucho enojo hacia si mismo 

Cuando Karina bajó las escaleras Simón se acercó a ella rápidamente para saber a dónde había ido su padre 

— Mamá, ¿A dónde fue papá? — le pregunta llegando a ella 

— Fue a ver si averigua algo — solo respondió ella 

— Pero salió de prisa con una maleta, ¿Acaso se iba a las Vegas? — le preguntó él desesperado, por qué de ser así, él quería ir con su padre 

— Vuelve con tus amigos Simón, dejemos que esto lo arregle tu padre — le dice Karina 

— Pero mamá, yo debo ir con él, yo también quiero buscar a Samira — le dice él

— Ustedes se mandaron la cagada de haber ocultado lo que estaba pasando, ahora lo tiene que solucionar su padre, ve con tus amigos y esperemos a que tu padre se comunique con nosotros — le dice Karina enojada 

Simón no dijo más nada y volvió de nuevo junto a los chicos 

Su madre tenía razón al estar enojada, debían haberle contado todo desde un principio, ahora ya era tarde, y solo rogaba que su hermana estuviera bien 

Karina se fue a la cocina para comenzar a preparar la cena, sabía que hasta el día siguiente no tendría noticias sobre Alexander, así que debía estar tranquila y rezar para que todo salga bien y Alexander pueda volver sano con Samira sanos y salvos

Cuando la comida ya estaba lista, Karina les aviso a los chicos para que se sentarán en la mesa y así poder comer 

— Entonces, ¿ustedes dos están casados? — pregunta Karina mirando a Simón y Camil 

— No, ya no, nos divorciamos hace dos días — responde Camil enseguida sin darle tiempo a responder a Simón

— ¿Cómo que se divorciaron? ¿Por qué? — pregunta Karina confundida, ya que ella sabía lo que sentían ambos por ellos mismos

— Si, así es, Simón quiso divorciarse y yo se lo di, ya que yo no lo iba a atar a un matrimonio sin amor — dice Camil enojada 

Karina miró a Simón enojada, se daba cuenta que su hijo era muy idiota y que ahora había perdido a Camil, ya que notaba lo enojada y desilusionada que estaba ella con él, pero no sé metería en ese problema, ya él es bastante grande para solucionar sus propios problemas, y cuando se diera cuenta del error que cometió y Camil ya no quiera saber nada con él, se jodería por idiota.