Chris mantuvo una relación de 3 años con una mujer llamada Valentina, Valentina le es infiel con un hombre muy adinerado y decide dejar a Chris.
Cuando Chris se entera de esta infidelidad no quiere que Valentina lo deje, por ende conoce a otra mujer, a quien tratara de convertirla en lo que Valentina era para él
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Un amigo llega del pasado
Pasó una semana y ya se acercaba el día de la boda entre María José y Chris, todos estaban ansiosos porque llegará el día en especial María José que decidió entregar su corazón a un hombre que no la ama y que solo la quiere como reemplazo de su exnovia.
Chris: (suspirando)
---Valentina me hace mucha falta
Erick:
--y sigues con lo mismo, hasta cuando vas a seguir con eso
Chris:
--sabes perfectamente que no voy a descansar hasta que Valentina vuelva a mis brazos nuevamente
Erick:
--y mientras tanto, vas a jugar con los sentimientos de María José? Que por cierto es una buena mujer, no como Valentina que te dejo por un hombre con más dinero que tu
Chris:
--a mí no me importa si me tengo que humillar ante Valentina para tenerla conmigo, yo lo voy a hacer, es más voy a comprarle una blusa de la marca FENDI, y ya verás que con eso la voy a conquistar y ella va a volver conmigo
Erick:
--que equivocado estás y te vas a pegar tu estrellón, yo no te digo más nada
Mientras tanto en algún lugar del mundo.
Lugar: Café escondido en un callejón del centro, 9:47 p. m. La lluvia golpea el tejado como un metrónomo impaciente. Dos figuras se sientan frente a frente, sus rostros ocultos bajo capuchas oscuras.
Agente 09 (con voz baja, sin mirar directo a los ojos):
—¿Sigue el pantano atrapando pasos… o ya hay tierra firme bajo la sombra del cuervo?
El silencio se estira unos segundos. Solo el sonido de una taza al tocar el platillo llena el aire. La figura frente a él alza apenas la vista y responde.
Contacto Sombra (con tono sereno):
—La sombra del cuervo se ha vuelto aliada. El pantano quiere florecer.
Un leve asentimiento. Esa frase lo cambia todo. Hay esperanza, pero también peligro. Si alguien los oye, ambos están muertos. El agente 09 se recuesta hacia atrás, deslizando disimuladamente un papel bajo la servilleta.
Agente 09 (en susurros):
—Entonces el jardinero debe moverse antes del amanecer.
La escena termina con una mirada rápida, un apretón leve de manos… y ambos desapareciendo en direcciones opuestas como si nunca se hubieran conocido.
Mientras en el consultorio de María José
Secretaria:
--doctora hay una noticia que no sé si le agrade
María José:
--dime, de que se trata
Secretaria:
--es que alguien que estudió con usted desde hoy será su paciente
María José:
--¿quien es?
Secretaria:
--Andres González, doctora
María José: (con una sonrisa)
--en serio? Hazlo pasar enseguida
Secretaria:
--si doctora
María José entra a su oficina y revisa unos apuntes mientras su siguiente paciente entra
María José:
(sonríe al levantar la mirada)
— Andrés... ¡cuánto tiempo sin vernos! ¿Desde el colegio, verdad?
Andrés:
(entra, un poco nervioso pero con una sonrisa)
— Sí... quién lo diría, tú psicóloga y yo aquí, sentado en tu consultorio. Jamás imaginé que terminaríamos así.
María José:
(cierra el cuaderno y lo deja a un lado)
— La vida da vueltas. Pero me alegra que hayas venido. ¿Qué te trae por aquí?
Andrés:
(suspira y se sienta frente a ella)
— La verdad… no sabía a quién más acudir. Desde hace meses me siento perdido. Todo me abruma. El trabajo, mi familia… hasta yo mismo.
María José:
(con voz suave)
— Me alegra que confíes en mí. Aquí no estás solo. Vamos a trabajar en eso, paso a paso.
Andrés:
(la mira con nostalgia)
— Siempre fuiste la que escuchaba a todos en el colegio. Tenías esa mirada… como si ya supieras lo que uno no se atrevía a decir.
María José:
(sonríe con calidez)
— Quizá porque yo también necesitaba que me escucharan. Pero ahora estoy aquí para ti. ¿Empezamos?
Andrés:
(asiente, con una pequeña sonrisa)
— Empecemos.
