Nadie nunca ha visto el verdadero rostro de la emperatriz. Nadie sabe la razon por la que la emperatriz no se ha dejado ver por su pueblo. Algunos dicen que tiene un rostro poco agraciado. Otros dicen que desconfía de todos a su alrededor. Las malas lenguas hablan sobre la guerra. Una mujer de tan solo 18 años que lidero la guerra mas larga de la historia de los 5 reinos. Solo 20 minutos le tomo acabar una guerra que habia durado mas de 40 años. La salvadora de la nacion. La emperatriz Suprema. Ishtar D'Labot.
Nadie conoce su verdadero rostro. Nadie recuerda su verdadero ser.
Excepto el. El recien nombrado Duque de Geronia ha vuelto al imperio. Con el unico deseo de recuperar el amor que ha perdido.
Pero se llevara una grande sorpresa. Porque la mujer de sus recuerdos ya no existe. Y en su lugar una mujer con multiples rostros lo recibe.
Dentro de ella residen muchas personalidades. ¿Podra el enamorar a todas ellas?
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Capitulo 2: El Adios
Yoon-Ha 18 años
—Tienes que hacerlo Yoon-Ha. Seras el orgullo de la familia. Volvernos parte de la familia real seria perfecto.
Mi padre sonreía victorioso. Sus ojos evidenciaban su deseo enfermo de poder.
Talvez yo podria llevar aquel cargo. Pero el seria quien diera la ordenes.
Se supone que fuimos criados para ser leales sirvientes de la familia real. Fuimos criados para dar la vida por el bien de este imperio.
Ahora resulta que el deseo de poder de mi padre tenia que importarme mas que el bien del Imperio.
Era un caballero leal de Geronia. Mis principios estaban por encima de cualquier otra cosa.
Yo no queria ser emperador.
Mi amor estaba con ella.
Ishtar D'Labot era mi amor. La mujer a la que amo. La siguiente Emperatriz.
La amaba. Y por esa misma razon.
Jamas dejaría que mi familia metiera sus manos en los asuntos reales.
—No lo haré.
Mi padre me miro incredulo.
—Que haz dicho?
—No voy a pedir la mano de la princesa.
Su mano se impacto con fuerza en el escritorio de madera delante de el.
—Retractate. Haz nacido para servir a esta familia. La princesa esta enamorada de ti. Te casaras con ella. Y honraras el apellido de nuestra familia. Volveremos a pertenecer a la familia real. Como siempre debió ser.
Mi padre estaba enloquecido por aquel tema. Su bisabuelo habia sido medio hermano del emperador que reinaba en esos tiempos. Era solo un hijo ilegítimo. El hijo bastardo. Pero el, llevaba la sangre del emperador. Deberíamos ser parte de la familia real. Eso creía su bisabuelo. Su abuelo. Mi abuelo. Y hasta el.
Yo no creía lo mismo.
—No lo haré. No voy a casarme con la princesa. No me convertiré en emperador.
—Haras lo que se te diga. Si no lo haces te enviare a la guerra. Asi que tu decides. Moriras por tus estupidos principios o vivirás para tu familia. Siendo feliz con la mujer que amas.
Me levante de la silla donde habia estado sentado por 2 largas horas. Estire las piernas. Acomode mi espada en su funda y lo observe a los ojos.
—Prefiero morir protegiendo mis principios. Que condenar al imperio al que jure mi lealtad. Partire a la guerra mañana mismo.
Mi padre explotó en colera. Su mano se impacto en mi rostro. Pero no me inmute. Le di una reverencia y abandone el lugar. Escuchando sus gritos detras de mi.
Nunca faltaría a mis principios. Al juramento que hice de proteger el imperio con mi propia vida si era necesario.
Incluso a costa de mi felicidad.
Esa noche camine por el desolado jardin del palacio imperial. Llegue al mismo asiento de piedra de todos los dias y tome asiento en silencio.
Y entonces la vi llegar. Con una capa de terciopelo rojo. Aunque no podia ver su rostro. Sabia que era ella.
Ishtar camino hacia mi en completo silencio. Se sento a mi lado con la cabeza baja y tomo mi mano. Nos quedamos en silencio. Sintiendo el calor de nuestras manos juntas. Estuve apunto de decirlo... Pero ella lo hizo primero.
—Mi padre me ha ofrecido en matrimonio al principe del Reino enemigo.
Sus palabras se calaron en mi interior. Como lava ardiente que quemaba mis entrañas.
—Ha venido hoy a llevarme con el.
Las palabras no salían de mis labios. No sabia que decir.
—Oh... Eso... Es... Que... Que piensa?.... ¿Se casara con el?.
—Lo asesine.
Tarde segundos en comprender sus palabras. La mire perplejo.
—Que??
Su cuerpo se inclino hacia el mio. Recostó su rostro de mi hombro y suspiro.
—Le arranque la yugular.
Estaba sin palabras. Completamente perplejo.
No todos los dias una princesa relataba haber asesinado a su futuro esposo a sangre fria.
—Yo solo deseo que usted sea mi esposo.
Me quede sin palabras. Incapaz de decirle a la mujer a mi lado. La amarga verdad.
Su rostro se inclino a un lado. Dejo caer su capa hacia atras y aquellos ojos como esmeraldas me miraron inocentes.
—Usted que piensa Joven Duque Yoon-ha?
Mis ojos se clavaron en la union de nuestras manos y suspire. Dejando salir aquellas amargas palabras.
—Yo... No puedo casarme con usted Alteza.
Su mano se alejo de la mia con rapidez. Su cuerpo se movió hacia atrás en el banco de piedra y me miro sorprendida.
—Que... Que dice?... Usted... Usted dijo que me amaba.
—Y la amo Alteza. Usted es lo que mas amo. Mi corazon y mis pensamientos estan repletos de usted. Haria lo que fuera por protegerla. Incluso... Dejarla ir.
—Por que? Digame por que no puede ser mi esposo?
Mis ojos se clavaron en el suelo. Decirle la verdad era doloroso. Y vergonzoso. Aceptar la oscuridad de mi familia. Del hombre que me crio.
—Mi padre desea su lugar. Desea un lugar en la familia real. Hara lo que sea por arruinarlos. Incluso lastimarla. Mi deber esta con el imperio. Mi lealtad esta con la familia real. Por eso no haré algo que los ponga en peligro. Le he dicho a mi padre que no me casare con usted. Y me ha ordenado ir a la guerra.
Un sonido de sorpresa escapo de sus labios.
—No puede...
—Lo hare. Ire a la guerra y peleare por el imperio. Peleare por usted.
Sus manos volvieron a tomar las mias, sus ojos me miraron tan dulces como la miel.
—Me convertiré en emperatriz. Y lo traeré conmigo.
Mis labios se curvaron en una triste sonrisa.
—No tiene que salvarme Alteza. Me mantendré con vida. Por favor cuídese y sea feliz. Recuerde siempre que la admiro. Que tiene mi completo amor y admiración. La llevare en mi corazon para siempre.
Nuestros rostro estaban cada vez mas cerca. Su frente choco con la mia y nos quedamos ahi. Era lo mas cerca que habíamos estado nunca. Podia sentir su aliento caliente en mi rostro. Su olor a fresas se filtraba por mi nariz.
La Amaba. Y ahora tenia que dejarla ir.
—Voy a esperarlo Joven Duque Yoon-ha.
El susurro de sus labios agito mi corazon.
—No tiene que hacerlo Alteza. Lo unico que deseo es su felicidad. Prometame que sera feliz.
Un suspiro tembloroso escapo de sus labios.
—Lo prometo.