ALMA CORAZÓN Y VIDA

Vania se encuentra en la terraza observando el bello jardín, cuando llega Gael, él no sabe como explicar a Vania que irá a España y la dejara en la casa de sus padres, aunque ella mejor protegida no puede estar, debemos precisar que aún no sabe que regreso al seno familiar.

_ Mi princesa, tengo que decirte algo.

_ Dice Gael a Vania.

_ Dime mi príncipe bello, que tienes que decirme.

_ Hoy regresaré a España por unos asuntos de la empresa, por favor quédate en esta casa, pronto regresaré.

_ Dice Gael.

_ No te preocupes mi príncipe bello, el señor Guillermo y Juana son muy buenos conmigo, estaré bien espero que regreses del viaje con una cuñada.

_ Dice sonriente Vania.

_ Eres una pícara, tú sabes que prometí no estar con nadie, hasta dejarte con un buen hombre, solo así buscaré a mi alma gemela. _ Dice Gael.

_ Hay hermano de mi corazón, me siento culpable que hasta el momento no tengas una mujer en tu corazón, siempre has estado pendiente en mí, hasta en la universidad pensaban que éramos pareja, eso me daba mucha risa, esos absurdos comentarios. _ Dice Vania.

_ Jajaja, aunque te soy sincero hubo un momento que yo pensé que este sentimiento era de amor de pareja, Pero tan solo imaginarme estar contigo de otra manera, se me puso de piel de gallina, ahí me di cuenta de que mi amor era de hermano y eso no cambiará nunca. _ Dice Gael abrazando a Vania.

_ Gracias Gael, conocerte es mi mejor bendición. _ Dice Vania.

       CELESTE MERINO GALLARDO

Hola mi nombre es Celeste, tengo Veinte años a la edad de trece años escapé del orfanato, el motivo es porque mi mejor amiga por no decir mi única amiga fue adoptada.

Todos creían que era una niña autista, porque me gustaba mi soledad, me gustaba leer y los números, Pero no era eso, si no era estar sola o la bruja de la madre superiora me mataba a golpes y todo resultó así porque descubrí un oscuro secreto.

Era un fin de semana, todas las colaboradoras voluntarias se encontraban en las áreas de niños de dos a tres años, en ese momento yo recién había cumplido nueve años, aproveche un pequeño descuido de las cuidadoras y escape rumbo a la cocina tenía mucha hambre, cuando cruzo la oficina de la madre superiora, llegó a escuchar algo aterrador.

_ Son cinco niñas de diecisiete años, cada niña cuesta veinte mil dólares, lo toman o lo dejan, el caimán me ofreció más. _ Dice la madre superiora, en ese momento yo me asusto mucho y salgo huyendo del lugar, Pero al salir espantada no me percató a quien tenía frente mío y choco con el señor de limpieza, él era un hombre como de cincuenta años de edad, al verme espantada, me saca del lugar y me pregunta lo que me sucedió.

Conté todo lo que escuché, el señor Mario me dice que no cuente nada a nadie y así lo hice, Pero como todo no puede ser oculto, la madre superiora observa las cámaras de vigilancia y descubre que yo estaba escuchando toda su conversación.

Ese día me llevaron a rastras al cuarto oscuro y me dieron tremenda golpiza, si no intervenida mi gran amiga Vania de seguro me hubieran matado, no pasó mucho tiempo cuando intervinieron a esa traficante, que se ocultaba bajo un hábito, la persona que la denunció fue Mario, luego la investigaron y descubrieron que era una muy buscada traficante de blancas.

Luego llega una nueva madre superiora muy buena, se encariñó con Vania y conmigo, Pero enfermo de una manera u otra empezó a buscar buenas personas para que nos adopten, Yo había escogido a Mario como mi padre, no me importaba si tenía dinero o no, me encariñé mucho con él.

La amiga de la madre superiora adopto a Vania y se la llevó el mismo día que fallece nuestra ángel guardián, ahí perdimos comunicación, Mario decide venirnos a los Estados Unidos, desde esa fecha pernotamos en este país, él empezó a trabajar en la empresa del señor Guillermo, mientras que yo estudiaba.

Pasa el tiempo, papá Mario enferma y fallece, mi padrino Guillermo me continúo ayudando en mi educación, durante ese tiempo conocí a su otro ahijado, él es muy guapo me gustaba mucho, solo lo observaba desde lejos, él era muy serio y distante, eso me atraía más, yo era la nerd de la escuela quien se fijaría en mí, otras chicas se le acercaban Pero eran rechazadas por él, eso me causó tristeza tan solo mirarme en el espejo y ver lo fea que era me desmoralizaba, mi anhelo termino hasta que él se fue.

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Desde hace una semana que me encuentro en España, durante este tiempo he estado observando a Carlos, en realidad este hombre sí que ha sabido invertir lo robado, Pero esto terminará mañana, los jueces ya tienen todas las pruebas que sustentan mi pedido de encarcelar a ese delincuente.

Días después se inicia el juicio, los testigos se hicieron presente, vecinos y amigos de Vania manifestaron todo lo que sabían, todos ellos dijeron lo cruel que eran Carlos y Ana, también dijeron las veces que vieron a Carlos ingresar y salir del departamento de Vania cuando ella no estaba.

Con todas las pruebas presentadas y testigos, Carlos fue sentenciado a quince años de prisión, sus bienes fueron incautados y vendidos para devolver sus bienes a Vania.

* Mientras todo ese resuelve en España, Cristopher tiende una trampa a Ana.

_ Por favor señorita Ana, me surgió una emergencia, el señor Cristopher está por llegar de una reunión, puede apoyarme está vez por favor._ Dice la asistente de Cristopher, apoyando en el juego de su jefe.

_ Claro puede irse tranquila, terminaré su trabajo y atenderé muy bien al jefe.

_ Dice emocionada Ana, ya que por fin encontró un momento para someter a Cristopher.

MÁS TARDE

Ana se encuentra esperando en la oficina de Cristopher, Pero antes escondió unos documentos muy importantes, que según ella puede darle buen uso y culpar a la asistente titular, sin pensar que ella sola ha caído en su misma trampa.

_ Cristopher ingresa a su oficina y encuentra a Ana semi desnuda.

_ Señorita Ana, que hace vestida de esa manera en mi oficina. _ Dice Cristopher.

_ Ana se pone de pie y se acerca seductoramente a Cristopher. _ Dígame jefe acaso no le gustó, mire mis redondos y firmes pechos ¿No le provoca tocarlos?

_ Señorita Ana, usted no me provoca nada, así hazme el favor de salir inmediatamente de mi oficina. _ Dice enfurecido Cristopher.

_ Usted cree que se libró de mí, pues se equivoca, ¡Aaaaaaaaa! ¡Sueltemeeee! ¡No me hagas daño! _ Ana empieza gritar como loca, se golpea el rostro y rompe su ropa, para hacer creer según ella, que su jefe la quiso ultrajar, sin pensar que hay una cámara escondida grabando todo.