Felisa ha renacido en la historia cuyo final odio, y contrario a lo que creerían, no, ella no renació en la villana, el cuerpo que ahora ocupa es el de la protagonista, la chica que tanto odio por elegir al hombre que la traicionó.
Pero ahora, Felisa, siendo Aisha, la protagonista, esta decidida ha cambiar su vida, y empezará, por alejarse de la trama. ¿lo logrará?
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Capítulo 16.
Después de haberse reunido con la reina, Aisha regresa hacía su habitación, pero se detiene y le pide a las doncellas que la acompañan que la lleven con el tercer príncipe, ya que solo lo vio un momento en la mañana y hasta ahora, no se ha mostrado ante ella.
La doncella lo llevo hasta la zona de armería, donde los caballeros suelen quedarse, pero, al llegar hasta el pasillo de la zona, ve a Helios acompañado de Azura, ella sostiene la ropa del brazo de Helios con una expresión suplicante, pero el rubio le aparta la mano, mientras parece expresar algo con molestia.
—no se porque lo busca si ella misma lo dejo...— murmura la doncella.
Eso llama la atención de Aisha y sonríe.— cuéntame que sabes.— le muestra un par de monedas de oro.
La doncella acepta, diciendo que Azura es la ex prometida de Helios, ambos se comprometieron porque se conocían desde niños y llevaban una relación romántica, ya que el compromiso fue petición de la pareja, pero, cerca del día de la boda, Helios supo que Azura se veía con otro hombre y ella admitió que ya no quería a Helios, por lo que todo termino.
Un año después, Azura regreso arrepentida buscando a Helios, ya que ese hombre por quien rompió su compromiso, nunca quiso casarse con ella y la dejo para casarse con otra.
—Si nadie sigue hablando de ella, es porque su padre tiene bastante influencia.— comenta algo decepcionada.— ahora, no deja de buscar a su alteza, por eso él prefiere irse con la reina madre.
—bueno, yo haría lo mismo...digo, hice lo mismo, mi prometido se metió con mi hermana.— se encoge de hombros.
—que horror, lamento que haya pasado por algo así.— comenta la doncella.
—en fin, no es como si mi prometido me gustará, me hizo favor.— responde despreocupada.
Desde donde están, ven a Helios caminar, pero la chica sigue caminando tras de él. El rubio al ver a Aisha, se detiene y la sostiene del brazo, ganándose así la castaña una mirada de odio de parte de Azura.
—imaginó que mi madre ya te la presentó y es que ella ya lo aprobó.— comenta Helios.
—¿aprobar qué?— observa con desprecio a Aisha.— ¿que quiere decir con eso alteza?
—¿que no es obvió el porque traje a una humana conmigo?— insiste Helios.— no creo que sea tan ingenua, lo sabe y por eso ha corrido a buscarme.
Aisha solo escucha a ambos, pero, entiende que es lo que Helios intenta hacerle creer a la peliazul. Aisha sonríe, a ella nadie la usa sin recibir un castigo, ¿o premio?, da igual.
—creo que debe verlo si es que ella no entiende.— interrumpe Aisha.
Antes de que Helios pueda reaccionar, recibe un beso en la mejilla, lo cual lo deja callado por un momento, mientras procesa lo que ha pasado, y Aisha se le cuelga del brazo apoyando su cabeza en el hombro mientras sonríe.
—no queríamos hacerlo público ahora, por eso la reina no dijo nada, pero, su alteza y yo, pues...ya sabes, por algo me vino a presentar ante sus padres.— actua tímida.
—al-alteza...eso no...no puede ser verdad...además...¿una humana?— Azura no sabía ni que decir.
—señorita Mirren, le pido respeto, lo que hubo entre nosotros, se acabo, deje su insistencia que solo sigue dañando su reputación.— responde Helios.
—Mirren...claro, por eso se me hacía conocida...usted es la misma que engaño a mi panquecito, debo darle las gracias porque ahora soy feliz con él. Jo, jo, jo. — ríe de forma exagerada.
Helios frunce el ceño ante ese apodo tan ridículo, mientras que Azura estaba furiosa ante la presencia de Aisha y en como Helios no la apartaba de su lado.
—alteza, por favor escuch...—
—señorita Mirren, con su permiso.— Helios empieza a caminar sin que Aisha se suelte de su brazo.
Ambos se alejan del lugar hasta llegar a una sala privada donde entran, así que Aisha se suelta pero mira al rubio con una sonrisa burlona.
—¿como sabe de la señorita Mirren?— pregunta Helios.
—los chismes, ya sabe, nada es un secreto... casi, casi, fue dejado en el altar.— se cubre la boca con una mano.
—veo que le divierten las desgracias ajenas.— desvía la mirada. No sabía que los chismes llegaran a tal punto y eso que la castaña solo ha estado dos días en el palacio.
Aisha pasa a sentarse subiendo los pies en la mesita de centro.
—¿cuando nos vamos?, supongo que será pronto, no creo que quiera seguir teniendo a esa señorita tras de usted.—
—mañana al amanecer.— responde.— y agradezco su ayuda de hace un momento.
—¡oh!, ¿que dijo?, creo que no lo escuche.— ladea la cabeza con la palma cerca de su oreja.
—si no escuchó no es mi problema.— responde el rubio.
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En la mansión Mirren, Azura camina de un lado a otro, furiosa por lo que paso hace un rato en el palacio. Al escuchar que su padre ha llegado, corre a decirle sobre la invitada de Helios y como por ella la ha despreciado, así que le pide al Duque, que hable con los reyes.
—no voy a volver a manchar mi reputación por ti, si esto pasa es por tu estupidez.— le grita el duque Mirren.
—pero padre...si no me caso con su alteza, nadie más quiere casarse conmigo...— suplica con una mirada de tristeza.
—eso debiste pensarlo, no pondré en riesgo mi puesto en la corte por ti, y deja de ir al palacio, ya empiezan a hablar de ti, por tu insistencia ante el príncipe.— la regaña.
—es que no puedo quedarme así...tengo veinticuatro años y no me he podido casar...el único con quien puedo casarme es su alteza...— solloza.
—eso debiste pensarlo antes de dejar todo por un bueno para nada, es hora de que pienses en entrar al templo, es tú única opción.— responde el duque ya frustrado.
Dicho esto, deja a Asura sola, diciendo que quiere descansar y no tiene tiempo de seguir escuchando las quejas de su hija, y es que, aunque era beneficioso para su familia que Azura se casará con Helios, el problema ahora es que, Helios jamás perdonará la infidelidad de la chica, mientras que otros hombres, no buscan un compromiso con ella, porque saben que ella estuvo con otro hombre, nadie quiere una esposa sin virtud y que, probablemente los engañe como engaño a Helios.
Azura subió a su habitación tirando algunas cosas mientras su madre trata de calmar su berrinche, diciendo que de ese modo no logrará nada y que debe de aceptar las consecuencias de sus actos. Ella misma terminó con el amor que Helios le tenía y ahora, probablemente nunca lo pueda recuperar.
—no...estoy segura que su alteza aun guarda el amor que tiene por mi...no me pienso rendir.— asegura Azura.
Además, esa humana no es nadie comparada con ella, la hija de un duque, mientras que la humana, solo pertenece a una familia de condes y ni siquiera es tan hermosa.
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