¡Papá Por Accidente!

POV Amy.

No sé de donde saqué el valor y mis errores reconocí, pero cuando quiso conocer el motivo por el cual no me marche. No pude responder y solo bajé la cabeza. ¿Qué se supone que debía decirle? Que no lo había hecho por él, que no pude irme porque mi corazón dolía ante la idea de dejarlo. No podía decirle eso, aunque fuera verdad, estaba segura que él no me iba a creer.

-No te quedes callada, dime ¿Por qué lo hiciste? – Volvió a preguntar, su tono se había vuelto serio.

-Volví porque tenía que hacerte saber que yo nunca tuve una mala intención, yo nunca quise lastimar a tu familia y mucho menos a ti. También porque quería tu perdón. -A pesar de que no le dije todo, respondí con sinceridad.

- ¿Mi perdón? Yo no soy Dios para perdonarte. ¿Te divertiste mucho mientras te burlabas de mí? –Sabia que obtener su perdón no seria fácil, pero su reacción fue peor de lo que imagine.

-Yo nunca quise burlarme de ti, y de verdad lamento haberte ocultado las cosas-

- ¿Sabes? Tenía todas las razones del mundo para sospechar de ti, pero después del tiempo que pasamos juntos decidí confiar ciegamente. ¡Que tonto fui! Al creer en ti – Me dolió, hasta el alma eso me llegó. Él se quedó callado por unos segundos, como si estuviera perdido en sus pensamientos, luego negó con la cabeza y me dio una sonrisa irónica-Cometí un grave error y hoy me estrellé con la triste realidad Hubiera deseado abrir ese correo el mismo día que lo recibí, y así evitar…- No terminó la frase, pero sus palabras estaban cargadas de dolor y resentimiento.

-Te voy a demostrar que estoy arrepentida. Estoy decidida a obtener tu perdón y recuperar tu confianza-

-Dices que quieres que vuelva a confiar en ti, pero todavía me ocultas cosas. Algo me dice que no estas siendo 100% sincera - Busca en sus bolsillos y arroja un celular sobre la cama- Cuando estes dispuesta a decirme toda la verdad, volveremos a hablar- Se dio media vuelta dispuesto a marcharse.

- ¿A dónde vas? Es nuestra noche de bodas. No puedes dejarme sola-

-Te recuerdo que este matrimonio no es real- Respondió sin verme.

-Pero dijiste que hay que guardar las apariencias, ¿Qué pensaran los empleados si te ven salir de la habitación? – No quería dejarlo ir.

-No te preocupes, tenían orden de irse después de nuestra llegada. Estaremos solos el tiempo que duremos aquí- Sin decir más nada salió de la habitación.

Su actitud me lastimaba, pero sabia que me lo merecía. Curiosa revise el celular que dejo en la cama, al ver las imágenes pude entender por qué menciono que todavía le ocultaba cosas. En ese momento me abrace a mí misma fuertemente. Cerré los ojos y recordé todo lo que había sucedido estas últimas semanas. Deje que mis lágrimas corrieran libremente.

Cuando mi vista estaba nublada por el llanto, escuché el ruido que hace el motor de un coche al encenderse, corrí escaleras abajo, pero fue demasiado tarde ya no pude alcanzarlo… me había dejado sola.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

POV Gus.

Al verla llorando quería estrecharla entre mis brazos, y decirle que olvidáramos todo, que su error no era más grande que el cariño que siento por ella. Porque estos días a su lado bastaron para que mi instinto de protección saliera a flote, me mostro que era una mujer dulce y frágil, pero mi conciencia me gritaba no pierdas la razón ¿Acaso no aprendiste de tu pasado? Recuerda que, si te ha engañado una vez, lo volverá a hacer.

Ignore una vez más a mi voz interior, quise darle la oportunidad de que me diera una explicación, pero ella agachó la mirada y prefirió callar.

Pregunte una vez más, pero ya no importaba su razón. Ella me había engañado.

Después de nuestra discusión, Sali de la habitación necesitaba un trago, pero no encontré nada en toda la mansión. Recordé que hace tiempo Valery había dado la orden de deshacerse de las botellas de alcohol. Tome las llaves del auto para salir un rato, este lugar me hacia sentir ahogado y si seguía aquí los recuerdos volverían para atormentarme.

Manejé un rato hasta llegar a un bar, me senté en la barra y pedí un vaso de Whisky, iba por mi cuarto trago cuando mi celular timbro.

- Es tu noche de bodas, deberías estar con tu esposa y no en un bar bebiendo-Colgué cuando sentí una mano en mi hombro.

- ¿Ahora me están siguiendo? –Pregunte mientras llevaba el vaso a mis labios.

- No pretendemos ni deseamos incomodarte, pero Val y yo estamos preocupados-

-Gus desde la boda en tus ojos hay una sombra de gran pena, tienes el mismo semblante de hace…- Mi princesa estaba conteniéndose para no llorar.

-Estoy bien- Asegure.

-Aunque quieras disimularlo, sabemos que no es cierto- Dijo Val.

- Hermano sabes que puedes engañar a todo el mundo excepto a nosotros. ¿Se te olvida que somos gemelos? Puedo sentir cuando no estas bien-

-Sabes que eso de la conexión no es cierto, o al menos no aplica en nosotros-Replique.

-Gus, ¿Por qué siempre haces lo mismo? – Pregunta irritado mi gemelo.

-No sé a qué te refieres-

- ¿No lo sabes? Para no vernos tristes o preocupados, siempre ocultas todos tus problemas y tristezas- Responde más calmado Gabriel. -Tus payasadas te hacen ver como alguien despreocupado, pero la realidad es otra-

-Es verdad, desde que somos niños siempre buscas protegernos. Cuando hacíamos alguna travesura o desastre tú asumías la culpa y recibías el castigo. Si en la escuela alguien nos molestaba, tú nos defendías. – Argumenta mi princesa.

-Es porque soy su hermano mayor y es mi deber ver por ustedes-Admití.

-De eso precisamente queremos hablarte, te tomas tan en serio ese papel, que olvidas que eres mayor que yo solo por unos minutos. Aunque la mocosa- pasa una mano por el cabello de Valery desordenándolo- es menor por unos meses, los tres tenemos la misma edad y ya somos adultos. Ya no es necesario que cargues con todo solo. –

- Prometo que les contare todo, pero no será ahora. - Suspiraron resignados- Debo volver con mi esposa la deje mucho tiempo sola. – Dije mientras me levantaba de la silla y pedía la cuenta. No podía decirle a Val sobre Amy, no quería que la mirara o tratara diferente por lo que hizo.

Salimos del bar y caminamos hasta donde estaban los autos.

-Dame tus llaves, conduciré por ti-Pidió mi gemelo.

-No estoy borracho, puedo manejar. Ve tú con Valery-

-Deja de ser terco. Yo tengo mi propio chofer- Me hace un guiño y veo que Axel se baja para abrirle la puerta.

-Déjala respirar, Mijo ya pareces garrapata. -Bromee, ganándome que Axel me sacara el dedo del medio.

Luego de despedirnos de Val y Axel, subimos a mi auto.

-Copia mal hecha ¿Cómo vas a regresar a tu casa? - pregunte una vez puso el auto en marcha.

-No te preocupes por mí, ahora que estamos solos ¿No tienes algo que decirme? ¿Abriste el correo? – Más que una pregunta era una afirmación. Resople, mi gemelo podía ser intenso cuando se lo proponía.

-Lo hice, y antes de que preguntes. confirme que tenía razón. Tu suegra es una verdadera bruja. Ella contrato a Amy para hacerle creer a Violeta que la engañabas. Debes tener cuidado con esa mujer, su plan fallo y puede intentar otra cosa. Sabes que no se quedara tranquila hasta que no logre que mi cuñada te deje. -

-Lo sé, pero ya hallare la forma de hacerle ver a mi mujer el verdadero rostro de su madre sin tener que involucrar a tu esposa. Ahora dime ¿Hablaste con Amy? – Asentí y él agregó- No seas tan duro con mi cuñada. Ella no es una mala chica. Algo me dice que tuvo que tener una buena razón para lo que hizo. Además, mira el lado positivo conseguiste una esposa –

-Una que miente- Replique.

-Pero vino premiada, recibiste un 2x1- Su comentario me hizo poner los ojos en blanco.

-No te sale bien hacerte el gracioso, eso déjamelo a mí-

-Gus, dejando a un lado las bromas. Deberias darle el beneficio de la duda a Amy. Tuvo la oportunidad de marcharse, pero estoy seguro que volvió por ti- No respondí nada y agradecí que el resto del camino lo hiciéramos en total silencio.

Minutos más tarde llegamos a la mansión, me despedí de mi hermano y lo vi partir en su motocicleta.

Me quede contemplando el cielo por unos minutos antes de entrar, al abrir la puerta me sorprendió encontrar a la pelinegra acurrucada en el piso. Estaba dormida, sus pestañas humedecidas dejaban en claro que había llorado. Con mucho cuidado la tome en brazos y la lleve hasta la habitación.

La acomode en la cama, deje un beso en su frente y aunque no pudiera escucharme susurre- No debes llorar, eso no le hace bien al bebé. Tampoco debes sentarse en el suelo frío. Te puedes enfermar-

Ya había dando media vuelta para salir de la habitación cuando sentí como jalaron mi brazo haciendo que cayera en la cama.

-No te vayas por favor. Pasa la noche conmigo- Pidió mirándome a los ojos.