Circulos De La Eternidad

Ha pasado un año desde la ceremonia donde kairo fue nombrado general del pecado, sus estrategias llevaban a sus compañeros a la victoria en cada batalla que avanzaba, su nombre era temido por los demonios que habían traicionado a asmodeo, su forma de castigo dejaba mucho que decir de él, aquellos que eran capturados eran castigados por él mismo en persona.

..........Reino del cielo (Calabozo de castigo)..........

Atlas, el demonio que había traicionado a asmodeo se encontraba en la celda de castigo siendo torturado por kairo, estando sujetado en ambas manos por las cadenas del pecado, suplicando por misericordia.

¿Qué había descubierto atlas para considerarlo un traidor?.

—Asmodeo planea una rebelión en contra de su padre—dijo atlas siendo torturado sin piedad por kairo.

—¡Guarda silencio traidor!—gritó kairo, continuando con los latigazos.

—Asmodeo nos engañó a todos, y te ha engañado a ti también—respondió el demonio cayendo de rodillas.

Kairo continuaba con los latigazos, uno tras otro y cada vez más fuerte para el demonio que había traicionado a asmodeo, al notar que sólo decía incoherencias decidió darle un latigazo más.

—Continuaremos más tarde—dijo kairo, mientras que él demonio cayó inconsciente.

Las rejas fueron abiertas rápidamente por akimitsu y minoru quienes custodiaban desde afuera y no permitían interrupciones.

—¿Cómo te fue kairo?—preguntó akimitsu, acercándose lentamente a él.

—¿Dijo algo del por qué nos traicionó?—preguntó minoru, queriendo saber la respuesta.

—Dijo cosas extrañas y sin sentido—respondió kairo, mientras que la duda se apoderaba de él.

—Será mejor ir con el señor asmodeo y preguntar que deberíamos hacer con él traidor—sugirió akimitsu como último recurso.

—Iremos de inmediato con el señor asmodeo—respondió kairo pero aún teniendo la duda por dentro.

Kairo, akimitsu y minoru se alejaron del calabozo dejando sólo a atlas para ir a buscar a asmodeo y preguntar su destino, pero sin darse cuenta, asmodeo los miraba desde un pasadizo subterráneo y al mirar que ya no estaban se acercó al calabozo.

—Ya les dije todo lo que sé—dijo el demonio entre lágrimas, escuchando como la reja se abría nuevamente.

—Sabes demasiado, y no puedo dejarte con vida—respondió asmodeo cerrando la reja rápidamente.

—Es usted señor asmodeo—se inquietó el demonio al saber que asmodeo terminaría con su vida.

—Mirame a los ojos directamente—se acercó e hipnotizó al demonio encadenado.

—¡Ayuda! ¡ayuda por favor!—gritó el demonio con su último subconsciente antes de suicidarse.

Atlas había perforado su propio corazón pero no estaba consciente de lo que hacía, era como si su mente estuviera en blanco, la sangre corría por su cuerpo ocasionando su muerte instantáneamente.

—Debo irme de aquí antes de que alguien me vea salir—susurró asmodeo tratando de salir del calabozo.

Al intentar salir, notó que kairo y los demás se encontraban del otro lado de la reja, asmodeo no sabía como salir sin que lo vieran, ideo un plan que no fallaría.

—¿Quién ha matado al demonio traidor?—gritó asmodeo, escuchando como kairo habría rápidamente la reja.

—¡Señor asmodeo, que ha pasado aquí!—respondió kairo acercándose al demonio.

—Cuando entré, el demonio estaba muerto—respondió asmodeo con una sonrisa malvada por dentro.

—Al parecer se perforó su corazón —habló akimitsu detrás de kairo.

Asmodeo miró discimuladamente a minoru y akimitsu al parecer ellos eran cómplices, para no levantar sospechas de ellos, minoru sugirió investigar a cada demonio del reino.

—Apresuremos el paso, el asesino puede estar cerca de nosotros—sugirió minoru mirando los ojos de asmodeo.

—Te acompañaré a buscarlo y será castigado por infligir las reglas—respondió akimitsu rápidamente sin levantar sospecha.

Al terminar de hablar, akimitsu y minoru salieron del calabozo dejando sólo a kairo y asmodeo junto al cuerpo de atlas.

—¿Quién llegaría al punto de matarlo?, quien sea su asesino no quería que hablara y decidieron silenciarlo—dijo kairo teniendo la duda por dentro de que asmodeo guardaba algo.

—Tengo que vigilar de cerca a kairo—pensó asmodeo, al parecer sospechaba de él.

—Tengo que reunir a todos los demonios en el palacio real—decia una y otra vez kairo desesperado por encontrar al asesino.

............... Palacio Real...............

Los demonios se acababan de reunir en el palacio real, algunos murmuraban la muerte de atlas al parecer la noticia se había extendido entre algunos demonios, mientras tanto, otros gritaban la liberación de atlas el demonio traidor sin saber que había muerto dentro del calabozo.

—Silencio, atlas ha muerto y su asesino está entre nosotros, todos serán interrogados sin excepción alguna—gritó kairo con una voz firme, decidido a encontrar al culpable.

—Ustedes lo asesinaron—ocasionó una revuelta un demonio entre la multitud.

Mientras sucedía la revuelta, akimitsu y minoru aprovecharon la oportunidad para desaparecer del palacio real sin siquiera dejar rastros.

—Debemos aprovechar la oportunidad, ahora que todos están en el palacio real y desaparecer el cuerpo—Tenemos que desaparecer el cuerpo antes de que se descubra la verdad -dijo minoru acelerando el paso al calabozo de castigo.

—Casi llegamos—respondió akimitsu acercándose a la reja abriéndola rápidamente.

Dentro del calabozo desencadenaron a atlas de las cadenas del pecado de kairo, así llevándolo a la celda de aquella criatura abismal para poder comérselo y desaparecer el cuerpo.

Mientras tanto, kairo seguía interrogando a los demonios de la sospechosa muerte de atlas, pero por más que lo intentó no obtuvo respuesta.

—Lo encontraremos y le haremos pagar por lo que hizo—dijo asmodeo con una voz seca.

—Señor asmodeo, perdón por lo que diré, ¿está seguro que cuando entró al calabozo atlas estaba muerto?—habló kairo con una voz escéptica pero midiendo sus palabras.

—Insinuás que yo lo asesiné—respondió asmodeo con cautela a la pregunta de kairo.

—No señor asmodeo, pero, todo esta confuso—respondió kairo retirándose del palacio.

Akimitsu y minoru habían terminado su misión regresando al palacio, para encontrarse con asmodeo e informar que había sido un éxito.

—¿Desaparecieron el cuerpo tal y como ordené?—preguntó asmodeo sin tanto rodeo.

—La criatura que tenemos encadenada se lo comió sin dejar rastro—respondió minoru rápidamente.

—Magnifico, sólo nos queda resolver un problema—miró asmodeo fijamente a akimitsu sin quitar la mirada.

—¿Que ocurre señor asmodeo?—preguntó akimitsu acercándose lentamente a él

—Kairo sospecha de nosotros, deberán deshacerse de él antes que descubra todo—respondió asmodeo con una voz amarga hacia kairo.

—Sus deseos son órdenes—respondieron ambos, retirándose a sus casas.

Kairo caminaba pensando en como asmodeo había matado a atlas sin siquiera dejar pistas que lo delataran.

—Todo esto no concuerda, atlas muerto después de que asmodeo apareció, y los muchachos desaparecieron cuando los reuní en el palacio—pensaba kairo cuando de repente chocó con la puerta de su casa.

—¿Estas bien cariño?—preguntó selena con un tono preocupado abriendo la puerta.

—No estoy bien, hoy sucedió algo inevitable—respondió kairo bajando la mirada.

—Pasa, y cuéntame lo que pasó en el reino—dijo selena tomando de la mano de kairo para entrar.

Shin jugaba en la mesa cuando miró entrar a su padre, pero kairo no podía permitir que su hija supiera la noticia.

—Shin, puedes ir a tu cuarto a jugar ¿si?—dijo kairo directamente sin levantar sospecha.

—Si papá—respondió shin rápidamente dirigiéndose a su cuarto.

—Ahora dime, ¿qué sucedió para que traigas esa cara?—preguntó selena apenas entró shin a su cuarto.

—Atlas ha muerto—su voz melancólica decía todo.

—¿Atlas el demonio traidor?—respondió selena sorprendida por la respuesta.

—Si, al parecer lo encontraron muerto en el calabozo—ahora el tono de su voz más arrepentida por no haber hecho nada.

—¿Cómo pudo pasar tal cosa?—preguntó selena.

—Aun no sabemos como pasó, cuando asmodeo entró al calabozo lo encontró muerto—respondió kairo está vez seguro de que asmodeo lo había asesinado.

—No dirás que asmodeo es su asesino—sugirió selena mirando a los ojos a kairo.

—Cuando regresé al calabozo, asmodeo era el único que estaba adentro—respondió kairo empuñando sus manos.

—La profecía se esta cumpliendo—habló la voz de safira acercándose.

—¿De qué estás hablando mamá?—preguntó kairo levantándose de la silla.

—La profecía dice que nacerá un demonio que traerá caos al reino—respondió safira levemente.

—Todo tiene sentido ahora—golpeó kairo la mesa accidentalmente asustando a su esposa que estaba a su lado.

—Soló el ángel de la reencarnación puede detenerlo, pero aún no se sabe nada de él—dijo safira con un tono alarmante.