La Chica Gordita del Ídolo

Yumi abrió la puerta de su habitación de golpe y vio a Liam sentado casualmente en la alfombra frente al ventilador. Como de costumbre, el modelo solo vestía pantalones cortos hasta la rodilla y estaba sin camisa.

"¡Buenas tardes!", lo saludó Liam con un tono exagerado.

Yumi solo puso los ojos en blanco y volvió a cerrar la puerta de su habitación antes de sentarse en la alfombra, manteniendo cierta distancia de Liam. Los labios de la chica regordeta todavía estaban fruncidos como una niña pequeña haciendo pucheros, lo que realmente hizo que Liam se emocionara y quisiera probarlos.

*¡Eh*!

"¿Qué es eso?", preguntó Liam, señalando con la barbilla la bebida en caja amarilla que sostenía Yumi.

"¡Leche! ¡Para fortalecerme y afrontar la realidad!", respondió Yumi bruscamente antes de beber el contenido de su caja de leche.

"¿Esa no es una bebida para niños?", preguntó Liam sorprendido.

"¿Y? ¿Cuál es el problema?", Yumi seguía estando de mal humor.

"¿Puedo probar?", Liam estaba a punto de tomar la caja de leche de la mano de Yumi, cuando ella rápidamente la bebió hasta que no quedó nada.

"Lo siento, ¡se acabó!", respondió Yumi, ahora agitando la caja de leche vacía frente a la cara de Liam.

"Tenía curiosidad por saber a qué sabía", murmuró Liam, a quien de repente se le ocurrió una idea.

"Si tienes curiosidad, cómprate un-"

*¡Cup*!

Yumi no había terminado su frase cuando, de repente, los labios de Liam se posaron sobre los suyos, saboreando los labios carnosos de Yumi durante bastante tiempo.

*¡En blanco*!

El cerebro de Yumi se quedó completamente en blanco y sus ojos se abrieron de par en par, incrédula por lo que Liam acababa de hacer*.

"Fresa", dijo Liam cuando terminó de besar a Yumi.

Yumi seguía paralizada, tratando de procesar lo que acababa de pasar entre ella y Liam Ang.

"Está bien, la compraré yo mismo más tarde. Voy a ducharme primero", dijo Liam mientras se levantaba y tomaba su toalla rosa, cuidadosamente doblada sobre el escritorio de Yumi.

"¿Aún no te has duchado?", preguntó Yumi confundida.

"Me quedé dormido y vine corriendo aquí. Así que no he tenido tiempo de ducharme", respondió Liam despreocupadamente mientras desaparecía detrás de la puerta trasera.

"¡Qué asqueroso!", murmuró Yumi molesta.

Yumi se levantó y puso agua a hervir en una olla para cocinar fideos. Tenía hambre porque no había desayunado esa mañana, así que solo cocinaría fideos. En cuanto a Liam, que comiera lo que quisiera.

Yumi acababa de terminar de mezclar los fideos con los condimentos cuando escuchó un fuerte golpe proveniente del baño.

De acuerdo. ¿Ahora qué?

"¡Yumi! ¡Ayúdame!", gritó Liam, lo que hizo que Yumi corriera hacia el baño.

Liam se había caído justo frente a la puerta del baño, con la pierna doblada y la mano cubierta de sangre.

*¡Oh Dios mío*!

"¿Qué te pasó?", preguntó Yumi, que se apresuró a ayudar a Liam a levantarse.

*¡Oh Dios mío*!

¡El cuerpo gigante de Liam era tan pesado*!

"Me resbalé. ¿Es que no lo ves?", respondió Liam haciendo una mueca de dolor por todo el cuerpo.

"El piso de tu baño está muy resbaladizo", se quejó Liam de nuevo, todavía haciendo una mueca.

"¡Porque no lo enjuagaste después de ducharte con jabón! ¡Por eso está resbaladizo!", respondió Yumi, quien a su vez regañó a Liam.

Yumi ayudó a Liam a entrar en la habitación y lo sentó en la alfombra de la sala, luego le puso los pantalones.

*¿No es molesto?*

Liam solo llevaba ropa interior cuando resbaló y se cayó en la puerta del baño.

Así que los inocentes ojos de Yumi fueron manchados una vez más con esa visión indecente*.

"Me caí y estoy sangrando, y tú me estás regañando. ¿No puedes ser un poco más humana conmigo?", Liam hizo un puchero con cara de lástima.

"¡Déjame ver!", Yumi ya había tomado la mano ensangrentada de Liam y estaba examinando la herida.

"¿Cómo te cortaste así? ¿Qué estabas sosteniendo?", preguntó Yumi sorprendida.

"El pomo de la puerta de tu baño está roto, el tornillo sobresale y accidentalmente lo agarré para sujetarme cuando me caía. Ahora me he cortado la mano", le contó Liam a Yumi.

Yumi se levantó y tomó un cuenco con agua tibia y una toallita para limpiar las heridas de Liam. Tampoco olvidó tomar el botiquín para curarlo.

"Me duele mucho la pierna", se quejó Liam a Yumi, que todavía estaba concentrada en vendar la herida de la palma de su mano.

"¿Te has torcido?", preguntó Yumi, haciéndose la lista.

Liam solo se encogió de hombros.

"¿Puedes caminar?", Yumi volvió a preguntar para asegurarse.

"Puedo si me ayudas", respondió Liam con una sonrisa inocente.

"Llamaré a Abi para que te lleve al hospital", dijo Yumi mientras buscaba su bolso.

"¡No! ¡No lo hagas! ¡Todavía soy alérgico a los hospitales!", Liam se excusó.

*¡Toc\, toc\, toc*!

"¡Yumi!", se escuchó el sonido de la puerta abriéndose y al mismo tiempo una voz desde afuera de la habitación.

"¡Oh, Dios mío! Mi amiga ha llegado. ¡Rápido, escóndete! ¡No quiero que nadie sepa que estás aquí sin camisa!", le espetó Yumi a Liam, que seguía sentado contra la pared.

"¿Dónde quieres que me esconda? ¡Ni siquiera puedo ponerme de pie!", murmuró Liam, que permaneció inmóvil en su lugar.

"¡Ish! ¡Qué mimado eres!". Yumi ayudó a Liam a ponerse de pie y lo acompañó hasta su habitación.

El aroma característico de Yumi invadió el sentido del olfato de Liam en cuanto abrió la puerta de la habitación y entró.

"¡Quédate aquí callado y no hagas ruido!", le advirtió Yumi, que ya había sentado a Liam en su colchón de espuma. Salió rápidamente de la habitación y cerró la puerta.

La vista que Liam vio detrás de la puerta de la habitación de Yumi lo hizo sonreír.

*¡Así que era eso*!

¡Jajajaja*!