Ella: Parte 3. Cap 1

Entonces... Dime qué ocurrió exactamente ese día.

Con esa línea de conversación comenzó todo un proceso infernal después de toda aquella situación. Recuerdo que todos me llamaban asesina, loca, demente y muchas otras cosas, esa etapa en mi vida fue muy traumante. Estuve en el psicólogo hasta mi adolescencia para poder olvidar todo lo que pasó esa noche.

Es curioso ver cómo pasa tu vida frente a tus ojos, lo ves con otra perspectiva, si fuera por ti intervendrias para poder cambiar las cosas, pero, eres solo un espectador de lo ocurrido, como si vieras una película, como las viejas que ven novelas diciéndole a la protagonista, gritándole que su esposo le es infiel, al final son solo espectadores que no pueden hacer nada. Cómo hubiese querido que mi vida no hubiese cambiado en aquel punto, haría lo que fuera por cambiar esa parte del pasado, quizás todo sería muy diferente a como es ahora.

Mientras ella estaba sentada en el baño analizando su vida su teléfono sonó, recordó que lo había dejado en el comedor, lo pensó para levantarse, quería simplemente seguir viendo su vida, disfrutar de ese inesperado don que apareció de pronto, el poder ver su vida, pero la insistencia del teléfono la hizo levantarse, no quería levantar sospechas de lo que iba a hacer, se levantó y sintió como sus piernas estaban a acalambradas de estar sentada en esa posición, se preguntó en su cabeza cuánto tiempo había estado así y no fueron más de diez minutos desde que se sentó en el baño.

Duró un minuto esperando que sus piernas se relajarán para poder caminar, dejó el bisturí encima del tanque del inodoro, le puso la cánula de plástico y lo dejó. Abrió la puerta y miró en dirección del comedor, buscando su teléfono con la vista, dejó de sonar el teléfono y salió a buscarlo, ya sus piernas estaban bien y podía caminar con normalidad, fue hasta el comedor y no lo pudo encontrar allí, el teléfono comenzó a sonar pero están vez estaba sonando en la sala, extrañada fue hasta la sala y lo buscó allí pero nada, observó detenidamente el lugar, inspeccionando cada rincón y no podía encontrarlo, volvió a sonar pero esta vez en la cocina, harta de eso corrió hasta la cocina y lo logró encontrar, estaba encima de una de las hornillas, le pareció extraño ya que ella no dejaba su celular nunca en la cocina y menos encima de las hornillas, cuando fue a agarrar su teléfono para ver quién llamaba, este se movió, ella quitó la mano rápidamente por reflejo, se agarró la mano como si esta se la hubiesen mordido, el celular había caído a la mesa de granito que estaba al lado de la cocina, extrañada intentó agarrar otra vez el teléfono y está vez no se movió. Observó muy bien el teléfono y este no tenía nada malo a parte del protector de pantalla roto. Buscó el historial de llamada y tenía varias llamadas perdidas de un número de teléfono desconocido, no quiso llamar porque quizás era solo un número equivocado. Cuando fue a dejar el teléfono sobre la mesa de granito sintió varios pinchazos en su mano derecha donde tenía el teléfono, intentó tirar el teléfono pero éste no salió de su mano, agitó fuertemente pero todavía seguía sintiendo los pinchazos, cuando se detuvo para ver qué le causaba el dolor quedó petrificada, del teléfono salían varias patas de araña afiladas que la agarraban su mano sin soltarla.

Cada vez más las patas se aferraban a su mano, desesperada golpeó con todas sus fuerzas la mano contra la mesa de granito, el teléfono saltó hacia la cocina antes de que ella lo golpeara, de su boca salió un grito ahogado de dolor, ahora la mano estaba ensangrentada y toda roja por el golpe, el teléfono ágilmente trepó la pared y se posicionó a la altura de la cabeza de la mujer y encendió su pantalla, primero era estática acompañada con ruido blanco, ella quedó inmóvil al observar tan bizarra escena, la pantalla comenzó a mostrar una sombra, era un bulto negro sin forma y poco a poco fue agarrando forma, la silueta de una mujer. Ella mientras observaba el teléfono también veía que objeto tenía cerca para matar aquella criatura, miró a su derecha y estaba los cuchillos pero estaban muy lejos, luego a su izquierda y observó el rodillo para la masa, lo tenía cerca pero por ahora no iba a hacer nada, no quería distraer a la criatura, iba a esperar el momento perfecto para actuar. Una voz de mujer distorsionada empezó a salir del teléfono.

- ¿ Por qué lo hiciste?, Pensé que éramos buenas amigas. No importa igual muy pronto nos vamos a ver otra vez. Te estaré observando mientras te desgarras las manos y la garganta. Te esperará un castigo inimaginable por haberme hecho lo que me hiciste.

Ella miró atentamente la pantalla del teléfono y quedó pasmada, la cara de su prima muerta se estaba materializado, estaba toda ensangrentada como en aquella ocasión, pero está vez estaba más pálida y al fondo se podían ver llamas.

El teléfono saltó hacia la cabeza de ella y con un rápido movimiento ella agarró el rodillo y golpeó el teléfono, el impacto fue tan duro que el teléfono se hizo añicos y los pedazos salieron volando por el aire impactando en la pared y el suelo de la cocina. Fue a revisar el teléfono para ver qué no estuviera vivo pero no quedó nada de él, observó su mano y se angustió, no tenía absolutamente nada en su mano, solo el rojo del golpe pero no tenía nada de sangre ni aruños.

Se desesperó, se tiró al suelo en posición fetal y empezó a sufrir un ataque de pánico, se preguntaba en su cabeza que había sido todo eso, también se decía a ella misma que no estaba loca, logró calmarse se levantó y fue a su cuarto a buscar un frasco de pastillas, se la habían recetado desde el accidente, era para los nervios, alucinaciones y ansiedad. Al tomarse una pastilla se calmó más todavía, el efecto de la pastilla era inmediato. Pensó que con el teléfono roto ya nadie la molestaría, se devolvió al baño y se sentó al mismo lugar, se dio cuenta que estaba cómoda allí, se dijo así misma que ese era el mejor lugar para acabar con su sufrimiento, no sabía cuándo todo era real o alucinaciones, recordó que esa mañana no había tomado sus pastillas quizás por eso pasó esa alucinación, quizás con una mano sostuvo el teléfono y con la otra le dio el golpe. No le dio mucha importancia y se concentró en seguir repasando su vida.