LOS DOMINIOS BEELZEBUB

Uzziel Vannecelli

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-Después de recibir el informe sobre los armamentos y la mercancía, procedí a firmar los documentos pertinentes y dejé algunas instrucciones a mi hombre de confianza. Todo quedó preparado para mi partida inminente. Me levanté de la silla, ya que en una hora me iría, cuando noté la llegada de mi madre,

lo que me sorprendió gratamente. Me acerqué a ella, tomé su mano y le di un beso, diciendo- Madre, qué gusto verte.

-Ella respondió- Hola, mi león, ¿cómo estás?

-Yo le contesté-Ahora estoy bien, tu visita ha alegrado mi día.

- Ella me sonríe y me dice-Uzziel, necesito hablar contigo y con Bruno, ya que ustedes son los mayores. Hablaré con Bruno que está en camino, pero mientras llega, quisiera discutirlo contigo.

- Le respondo-Por supuesto, madre.

- Nos sentamos y ella me dice- Como sublíder de la organización rusa, tengo el derecho de que mi hijo mayor herede ese cargo, que sería tú, Uzziel. Sin embargo, dado que tú serás el próximo líder de esta organización, ese cargo pasaría a Bruno. Creo firmemente que él podrá cumplir con esa responsabilidad.

-En respuesta- él tiene la capacidad de cumplirlo, pero no estoy seguro de si desea irse.

-He notado que mi madre se tensa y dice-Lo sé, sería difícil para él alejarse de la familia, especialmente por Cataleya.

-¿Ella tiene conocimiento de la situación? Ella menciona- Bruno ha estado enamorado de Cataleya desde la infancia y que, por ella, no se iría. Si él no acepta el puesto, entonces el segundo hijo de Dimitris lo heredará. Por otro lado, Uzziel, he hablado con tu padre; él desea entregarte el puesto. Ambos estamos seguros de que estás capacitado para asumir el cargo. Hemos decidido que te lo otorgaremos dentro de un año. Por lo tanto, debes esforzarte aún más, y cuenta con mi apoyo en lo que necesites.

- Le beso la mano y le digo-Gracias, madre, por tu confianza. No pienso defraudarte.

- Ella me acaricia la mejilla y me responde-Reconozco el esfuerzo que has invertido en esta organización y el excelente entrenamiento que has recibido. Sin embargo, es importante que comprendas que al asumir el cargo, deberás contraer matrimonio. Deseo que te cases con una mujer que ames genuinamente, pero Uzziel, ella debe ser una persona que no dude en defenderte no le tiemblen la mano en asesinar por ti, incluso a costa de lo que sea necesario. La dama de la organización debe ser una mujer fuerte y decidida, capaz de mostrarse implacable y cruel ante nuestros enemigos.

-La escucho hablar y percibo la dirección de la conversación. Entiendo que para obtener el cargo es necesario casarme, menciona.- Sé que has estado interesado en Ángela desde que eras pequeño, pero ella tiene la intención de ser monja. Aunque podrías intentar convencerla de que abandone esa vocación por ti, su carácter es demasiado bondadoso e inocente para ocupar ese puesto.

- Le respondo-Madre, no debes preocuparte. No tengo la intención ni el deseo de casarme con Ángela; la considero como una hermanita. Estoy consciente de que la mujer que elija como mi esposa, la dama de la organización, debe ser tan decidida y firme como tú o mi abuela. Deberé viajar por unas semanas para resolver algunos asuntos; durante mi ausencia, Bruno se encargará de cubrirme.

- Ella me observa, pensativa, y luego me sonríe-Perfecto, hijo, entonces me siento más tranquila.

-Al ver entrar a Bruno, me levanto para despedirme de ellos y me dirijo directamente hacia mi automóvil. Tras unos minutos, abordo el avión y encuentro a Ángela dormida. Luego me despido de Gabriela, descendiendo del avión para subir a mi jet. Coloco a Ángela en la cama mientras la observo dormir, acaricio su hermoso rostro y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Estoy decidido a hacer que añore al personaje anterior. Pasadas varias horas, llegamos a nuestro destino.

Cargo a Ángela, salgo del avión y camino hacia la casa. Al ingresar, me doy cuenta de que la casa está completamente limpia y todo está en perfecto estado, tal como lo solicité. Llevo a Ángela a su habitación y salgo hacia la sala, donde empiezo a dar instrucciones a mis hombres para que aseguren todo el territorio desde una distancia prudente. Ellos se retiran y, tras un tiempo, empiezo a escuchar gritos. Al subir a la habitación de Ángela, la encuentro sentada en la cama, con una mano en la cabeza. Al verme, sus ojos se abren desmesuradamente y dice- Uzziel, ¿qué haces aquí? ¿Dónde está Gabriela?