Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 22:Mi Reina Luna
Cristal levanto la vista mirando al alfa que se acercaba a ella con una sonrisa en sus labios, tomando la mano de su pequeño Adrien entre la suya. No sabia de que habian hablado pero sabia que habia terminado bien. Lo suficiente como para que su pequeño hijo no dudara en llamarlo papá.
—Papa?—la voz confundida de la mujer detras de ella hizo que todas las miradas fueran a las dos personas detras de ella.
Dos pequeños gruñidos estruendosos se escucharon en el lugar, pudieron ser tiernos, de no ser por la manera en que sus hijos habian estado apunto de lanzarse hacia el Alfa delante de ellos. Gracias a la luna Cristal pudo tomar a su hijo del brazo antes de que cometiera una locura y Kadosh hizo lo mismo con Adrien. Se puso de rodillas delante del niño y lo tomo de los hombros.
—Calma cachorro, ¿Que sucede?
El niño gruñía con el rostro transformado de la rabia, e incluso en ese momento Kadosh podia apreciar el gran parecido que el pequeño niño delante de el tenia con el mismo.
—Es un Alfa malo papa, el le dijo cosas horribles a mi mami.
Kadosh asintio comprendiendo el actuar de su pequeño.
—Deja que papa lo resuelva cachorro—
El niño asintió con el ceño fruncido. Kadosh se puso de pies y camino con el niño hasta detenerse a un lado de Cristal y tomarla de la cintura con su mano libre.
—El alfa Eishter cometió un gran error, pero el se disculpara y jamas volvera a referirse a su reina de esa manera— Kadosh miro al alfa con aquella mirada asesina que solo el rey alfa portaba—Disculpate ahora.
Su voz de mando salio haciendo que el hombre temblara en su lugar. La omega a su lado no pudo soportar el aura del Rey alfa, cayendo de rodillas en el suelo. Cristal la miro, podia sentir el aura de su alfa, pero no hacia el mismo efecto que en los demas. Era protectora con ella, como una caricia suave en la mañana, como el viento que soplaba en el atardecer, era suave y delicado cuando se trataba de ella, ser consciente de eso la hizo sonreir.
Eishter miro a su omega de rodillas, sus ojos volvieron a Cristal y de ella al alfa que lo miraba como si quisiera asesinarlo con su mirada, las palabras salieron de sus labios sin poder evitarlo.
—Lo siento Cristal
El aura del Rey Alfa lo tenía temblando en su lugar, se sentía humillado por el hombre delante de él. El hombre que ahora ocupaba el que por mucho tiempo fue su lugar, había reclamado a su omega y no solo eso, aquellos dos pequeños, quien pudieron haber sido sus hijos, ahora lo llamaban papá a él, como si de verdad lo fuera.
Y entonces su mirada escaneo a los dos pequeños niños, aquellos ojos felinos, cabello azabache, mismas arrugas en las comisuras de sus labios, ojos oscuros como la noche sin luna.
Eran igual al Rey Alfa.
Sus ojos se clavaron en Cristal, ahora podia verlo con claridad. Ella lo habia engañado, solo habia sido un peon en el juego de la omega, un medio para un fin. Todo para quedarse con el premio mayor. Pero el no la dejaria ganar, no tan facil, ese lugar seria de el, asi tuviera que deshacerse de Cristal y de sus pequeños bastardos.
—Y que más?—
El Alfa lo miro serio y Eishter casi gruño. Las palabras salieron obligadas de sus labios—Jamas volvere a tratarla de esa manera.
Kadosh asintio serio—Cristal es mi Reina, La Reina Luna y nadie jamas volvera referirse despectivamente hacia ella si no quiere perder la cabeza. ¿Lo comprendes?
El alfa asintio con el ceño fruncido.
Kadosh dejo caer su aura y miro a la omega en el suelo.
—Levantate Alana.
La omega se levanto del suelo con el rostro serio y lo miro.
—Reina Luna?... Dime por favor que estas jugando.
Kadosh soltó un suspiro cansado.
—No estoy jugando, Cristal es mi Reina.
Alana apretó los puños de la rabia, todavía no podía creerlo.
—No dijiste que no eran nada?
—No lo eramos cuando preguntaste.
La mujer sentia la rabia burbujear en su interior subiendo como espuma.
—La marcaste.
No era una pregunta, era una afirmacion.
—Lo hice.
—Desde cuando?
Kadosh la miro confundido —Desde cuando que?
—Desde cuando has estado ocultándolo, revolcándote con esta mujer...
El gruñido que escapo de los labios de Kadosh habia logrado traer el silencio. Todos se quedaron rígidos en su lugar al sentir las feromonas dominantes del alfa a su alrededor.
—No tendremos esta conversacion de nuevo, y menos delante de mi Reina y mis cachorros... ¿Acaso tengo que ense;arte modales de nuevo niña malcriada?... Soy libre de elegir a quien yo quiera, de compartir la vida con quien quiera, ¿Con que derecho me reclamas tu sobre lo que hago o dejo de hacer?. Soy tu rey— El Alfa gruño en colera—Conoce tu lugar omega.
El chillido que solto la omega retumbo en el lugar, mostro su cuello en señal de sumision incapaz de revelarse ante su padre—Lo siento, lo siento Alfa.
Cristal tomo la mano del Alfa y dejo salir su aroma intentando calmar la furia que burbujeaba en su interior, proveniente del alfa. Podia sentir sus sentimientos tan suyos que era dificil diferenciarlos. Aiden se dio la vuelta y palmeo los muslos del alfa. Kadosh lo miro suavizando su mirada.
—Que pasa cachorro?
Aiden lo miro y señalo a la omega delante de ellos
—Papi, ¿Quien es ella?
Kadosh sonrio se puso de rodillas y miro a los pequeños niños que lo miraban atentos.
—Ella es mi hija, Alana.
Los niños miraron a la omega y despues al alfa
—S es tu hija... ¿entonces es nuestra hermana?
Cristal no pudo evitar fruncir el ceño, su mirada se clavo en la omega, la mirada que le daba a sus hijos, parecia ser serena, incluso sumisa, pero ella podia observar su oscuridad, habia estado rodeada de ella desde que tenia memoria.
—Lo es— Kadosh se puso de pie y miro a Alana con seriedad—Presentate.
La omega carraspeo, posando una sonrisa que intentaba ser dulce en sus labios.
—Mucho gusto cachorros, me llamo Alana. Su... nueva hermana— las palabras salieron obligadas de sus labios.
Esos niños solo lograban dañar todos sus planes. Hijos Alfas. Tenia que convencer a todos de su ilegitimidad y la aberracion que conlleva que el Rey los tome como suyos cuando no lo son.
Los niños se pusieron delante de ella y hicieron una reverencia educada.
—Mucho gusto hermana Alana. Yo soy Aiden.
—Y yo Adrien.
La mujer mantenía su sonrisa en su rostro- Que... lindos nombres.
—Lo son, mi mami tiene muy buen gusto— Adrien abrazo la pierna de su madre y Cristal lo miro con una sonrisa.
El lugar se fundió en un silencio incomodo. Cristal queria salir de aquel momento rapidamente, estuvo a punto de excusarse para salir de aquel lugar cuando escucho la voz de la omega.
—Padre... podemos hablar en privado.
Cristal se sintio salvada por la campana, tomo las manos de sus hijos entre las suyas y miro al alfa.
—Nosotros nos iremos para que puedan hablar, alfa.
Kadosh la miro en silencio, podia sentir su incomodidad, asintio y la tomo de la barbilla acariciando su piel con su pulgar.
—Los buscare cuando termine, mi dulce omega.
Cristal cerro los ojos casi por inercia. Era sincera. No queria separarse de el. Pero tampoco queria estar aqui.
—Te esperaremos Alfa.
Kadosh dejo un beso en su frente con suavidad, sus labios se curvaron en una sonrisa involuntaria.
Cristal sintio como su aroma los rodeo, no solo a ella si no tambien a sus pequeños cachorros, tan dominante y protectora.
Kadosh se puso de rodillas delante de los pequeños y les dedico una sonrisa cariñosa
—Estare con ustedes en un rato, cachorros.
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros