NovelToon NovelToon
Mi Querida Gema

Mi Querida Gema

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Mafia / Amor a primera vista / Mi novio es un famoso / Transmigración antigua a moderna
Popularitas:4.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Mckasse

Cuando Légolas, un alma humilde del siglo XVII, muere tras ser brutalmente torturado, jamás imaginó despertar en el cuerpo de Rubí, un modelo famoso, rico, caprichoso… y recién suicidado. Con recuerdos fragmentados y un mundo moderno que le resulta ajeno, Légolas lucha por entender su nueva vida, marcada por escándalos, lujos y un pasado que no le pertenece.

Pero todo cambia cuando conoce a Leo Yueshen Sang, un letal y enigmático mafioso chino de cabello dorado y ojos verdes que lo observa como si pudiera ver más allá de su nueva piel. Herido tras un enfrentamiento, Leo se siente peligrosamente atraído por la belleza frágil y la dulzura que esconde Rubí bajo su máscara.

Entre balas, secretos, pasados rotos y deseo contenido, una historia de redención, amor prohibido y segundas oportunidades comienza a florecer. Porque a veces, para brillar

NovelToon tiene autorización de Mckasse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

A centímetros de ti.

—Esto no me puede estar pasando.

El sonido del portazo fue más fuerte de lo necesario. Rubí dejó caer las llaves en la repisa junto a la puerta y se apoyó contra ella con los ojos cerrados. Su respiración era inestable, el corazón aún martillaba en su pecho. Tenía los labios ardiendo y el recuerdo del beso de Leo lo perseguía como un eco indeseado… ¿o deseado?

Caminó hasta el sofá y se dejó caer, dejando que la oscuridad del apartamento lo envolviera unos segundos. No quería encender las luces. No quería que nadie viera el caos que traía por dentro. Ni siquiera él mismo.

Pocos minutos después, escuchó pasos suaves acercándose. Era Jhon, siempre atento. El joven llevaba dos tazas humeantes de té de jazmín, uno de los favoritos de Rubí, aunque no recordaba haberlo mencionado nunca.

—¿Todo bien? —preguntó Jhon con voz baja, dejando las tazas sobre la mesita de centro y tomando asiento frente a él.

Rubí asintió, pero sus ojos estaban perdidos.

—¿Seguro?

Silencio.

Pasaron unos segundos. Rubí bajó la cabeza, enredando los dedos en el borde del abrigo que aún no se había quitado.

—Jhon… —empezó—. ¿Desde cuándo... me gustan los hombres?

Jhon parpadeó, sorprendido por la pregunta. Tomó su taza con calma antes de responder.

—No lo sé con exactitud. Supongo que siempre, aunque nunca hablabas mucho del tema. Yo te conocí cuando estabas con Federico Belcourt.

El nombre le sonó familiar, pero frío. Como una palabra aprendida y olvidada a la vez.

—¿Éramos pareja de verdad? —pregunta Rubí, más por confirmar que por curiosidad.

—Sí. Seis meses. Nunca me cayó bien, pero tú... parecías muy entregado.

Rubí bajó la vista.

—¿Llegué lejos con él?

Jhon entrecerró los ojos, como si esa pregunta también lo desconcertara.

—Recuerdo que una vez me dijiste que él quería propasarse... pero tú le pediste esperar hasta casarse. Nunca pasaron de besos y algunas caricias, eso me contaste. Luego descubriste su engaño con otro modelo. Lo terminaste. ¿Porque me preguntas todo eso?

Rubí apretó los dientes. Nada de eso despertaba emoción en su pecho. Ni amor, ni rabia, ni celos. Solo una página en blanco con notas al margen. Todo lo que alguna vez sintió parecía enterrado en un lugar al que no tenía acceso.

Jhon tomó un sorbo de té y lo observó en silencio antes de hablar.

— No me hagas caso.

—Lo extraño es que has conocido a Leo desde hace más tiempo que a Federico. Y nunca le diste una oportunidad. Siempre lo mantenías lejos, como si... te diera miedo.

Rubí levantó la cabeza lentamente, procesando cada palabra. Miedo. ¿A qué?

Se quedó mirando al vacío. Leo. Esa mirada intensa. Esa forma en la que le hablaba como si lo conociera más que él mismo. Esa capacidad de atravesarlo con una sola frase.

¿Por qué nunca le dio una oportunidad a Leo?

¿Porque no lo amaba?

¿O porque lo amaba demasiado y eso le aterraba?

No lo sabía.

Rubí cerró los ojos. Sentía un nudo en el pecho. Su identidad era una figura distorsionada en el espejo. Recordaba lo justo. Lo necesario. Pero no lo importante.

No recordaba qué sentía realmente por Leo.

Y sin embargo, ese beso lo había desarmado. Su cuerpo lo había respondido. Su alma... también.

—Gracias por el té —dijo finalmente, tomando la taza con manos temblorosas.

Jhon asintió, pero no insistió más. Conocía a Rubí lo suficiente para saber cuándo dejarlo solo.

Esa noche, mientras la ciudad dormía y las luces de los autos parpadeaban en las cortinas, Rubí se quedó en la terraza del apartamento, abrazando su taza vacía.

Observaba la ventana de la casa contigua...no sabía que Leo vivía allí ahora.

***

Nunca pensé que comprar leche de almendras me pondría nervioso. Caminaba entre los estantes del supermercado con una lista corta en la mano: frutas, té de jazmín, pan integral y algo dulce. La tarde estaba tranquila, y agradecía esos momentos en los que podía hacer cosas simples, humanas… normales.

Hasta que lo sentí.

No lo vi al principio. Fue esa sensación en la espalda, como si alguien me observara con demasiada atención. Me giré despacio, como quien teme que sus sospechas sean ciertas.

Y ahí estaba él.

Leo.

Apoyado en su carrito de compras, con una camisa azul oscuro que le marcaba los hombros. Su mirada clavada en mí como si no hubieran pasado días desde el desfile. Como si el beso no hubiera sido un error. Como si no hubiéramos huido los dos.

—Hola, Rubí —dijo, caminando hacia mí con una calma que me ponía nervioso.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, manteniendo la voz firme, aunque por dentro me sentía una cuerda tensada al límite.

Él sonrió, como si la pregunta le causara gracia.

—Lo mismo que tú, supongo. Comprando.

—¿En este barrio?

—¿Y qué tiene este barrio?

—Que no es el tuyo. ¿Acaso me seguiste?

Levantó una ceja.

—Las calles son libres, Rubí. Puedo andar donde quiera.

—Claro —murmuré, mirando mi cesta. Sólo me faltaba el té. Quería irme antes de que dijera algo más que me confundiera.

Leo inclinó la cabeza, como si intentara ver mi rostro con más claridad.

—¿Estás evitando verme?

—¿Y si lo estoy?

—No me molesta. Me parece adorable —dijo con una media sonrisa que me hizo apretar los dientes.

—No soy adorable, Leo. Soy una persona tratando de reconstruir su vida.

—¿Y yo la estoy arruinando?

—No —respondí rápido. Demasiado rápido—. No lo sé.

Leo dio un paso más, acortando la distancia entre nosotros. Bajé la vista. No podía dejar que me atrapara otra vez con esos ojos que parecían saber cosas que ni yo recordaba.

—¿Qué fue ese beso para ti? —preguntó en voz baja.

Mi pecho se apretó.

—Un error —mentí.

—No lo fue.

—Lo fue porque tú y yo no tenemos historia. No tengo recuerdos, Leo. Lo olvide todo. Y tú... tú estás demasiado presente y eso me molesta.

—Porque nunca me fui.

Ese silencio fue denso. Como una pausa en una canción triste. Me giré de golpe, como si huir otra vez fuera la única solución.

—Tengo que irme.

—¿A dónde?

—A casa.

—¿Tan pronto? ¿Dónde vives?

—Lejos de ti —mentí de nuevo. Llegué a la caja pagué todo y luego tomé la bolsa del supermercado y salí casi corriendo.

La bicicleta estaba apoyada en un poste. Me subí sin mirar atrás y pedaleé con fuerza. Sentía la garganta cerrada, la mente llena de preguntas, y el corazón, ese traidor, latiendo como si me gritara el nombre que trataba de olvidar.

Leo.

Solo deseaba que no me hubiera seguido. Que no sepa que vivo a apenas unas cuadras de aquí. Que no sepa que muchas noches... me he quedado pensando en él. Ni es cierto que estoy deseando que me bese otra vez.

Pero no.

Esto no puede pasar.

Yo no soy el Rubí que él conoció.

O tal vez sí...

Y ese es el problema.

Esa noche todo parecía en calma.

Kimberly se había ido después de dejar la cena hecha, la cocina reluciente y la mesa impecable. Me abrazó como siempre al salir, ese gesto cálido que empezaba a volverse rutina. Jhon se había arreglado para salir con unos amigos a un club de jazz, y Lina dijo que estaba cansada y se fue a dormir temprano. Su habitación quedaba justo al lado de la mía. Me quedé leyendo un rato en la cama, pero el sueño llegó más rápido de lo esperado.

Y entonces… algo cambió.

En la oscuridad de la madrugada, sin un solo ruido que lo anunciara, una ventana se deslizó con suavidad, como un susurro. Dos sombras se colaron en el apartamento con sigilo, creyendo que estaba vacío. Uno de ellos, alto y con guantes negros, fue directo a la sala y desconectó la televisión con movimientos precisos. El otro, más bajo y con paso ligero, se sintió atraído por la puerta entreabierta de mi habitación.

Yo dormía profundamente.

Mi reloj de oro descansaba sobre la mesita junto a unas perlas falsas que me había prestado una diseñadora. El ladrón las vio, brillando bajo la tenue luz que se filtraba por la ventana. Sonrió. Luego su mirada se posó en mí, entre las colchas. Se detuvo.

—Vaya... —lo escuché murmurar en voz baja entre sueños—. Qué premio más bonito.

Sus pasos se acercaron. Sentí algo en mi inconsciente, como una alarma que intentaba sonar desde dentro de un sueño. Pero no me desperté. Él extendió la mano, con una sonrisa torcida… y justo cuando estaba por tocarme, la puerta se abrió con fuerza.

—¡Ni lo pienses!—dijo Lina con voz firme y oscura como una tormenta cuando vió que ese depravado me iba a tocar.

1
Anonymous
jajaja no puedo de la risa jajaja son tan tiernos ☺️🫢
Anonymous
Jajajaja que historia mas bella y divertida, con personajes muy lindos. Muchas gracias 🥰
Franshesca Acosta
yo lo perdonó 🤭🤭🤭
Blanka Arce
simplemente perfecto
Nidia Mojica
Jajajajaj Leo y Rubí son el uno para el otro, y así de tóxico le encanta.
Franshesca Acosta
pues yo tampoco 😏😈
Anonymous
Gran historia, cada capítulo te atrapa ñ. 🥰
Anonymous
Que linda pareja 💖🥰😍
Anonymous
jajaja 🤣🤣
Anonymous
Que bonito momento ☺️
Anonymous
Me gusta mucho la historia, muchas gracias.
Anonymous
Tan lejos y cerca a la vez 😊
Anonymous
Ahaaa esto esta que arde ,🫢🫢
Anonymous
Que intenso el capítulo 😅 me encanta la historia .
Marleni Pacheco aguilar
hola un gusto autora me encantó tu historia por favor actualiza me encantó tanto que me la leí todo él día de hoy me encantó /Kiss/
Nidia Mojica
Buenisima la historia, me.encanta. Espero por mas capitulos. Gracias por crearla y compartirla.
Nidia Mojica
Problemas en camino.
Nidia Mojica
Bien masoquista la Rubí.
Nidia Mojica
🤣🤣🤣🤣 super romántico.
Nidia Mojica
Pies Leo ya desquitaste los 5 años de estarlo persiguiendo.
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play