DILEMAS DE UN CORAZÓN ADOLESCENTE

Miro la hora en mi teléfono, es medio día.

— hija, ¿estás despierta?,mi abuela pregunta casi en un susurro lo suficientemente fuerte como para que yo escuchara de estar despierta pero lo suficientemente bajo para no despertarme de no estarlo, jajaja.

—sí, madre sultana, puedes pasar.

Mi abuela entro y traía el almuerzo en la bandeja.

— quise esperarte para que comieramos juntas cariño, ahora somos solo tú y yo en está casa y no me gusta comer sola. ¿No te molesta ?

— La pregunta ofende, si comer contigo es lo mejor que me pasa en todo el día abuela, además mientras yo tenga vida tu jamás estarás sola, es más ahora que solo seremos tú y yo a la hora del almuerzo tendremos charla de chicas.

— eso me encantaría hijita.

— empecemos desde hoy abuela, vale.

Le conté todo lo que pasó sin omitir nada, de todas formas mi familia también sabe que estoy loca por Lian, pero resulta que él no les agrada para nada ni siquiera a Hanna.

Hablamos sobre eso y lo muy molesta que estoy con Roger, ella me escuchó atentamente y si interrupciones innecesarias.

Pasaron las horas y sin darme cuenta faltaba poco para las tres de la tarde.

Le avisé a mi abuela que hiba a salir esa noche, pues en esta casa hay un par reglas

Casi siempre tienes permiso de salir en la noche si dices con quién y para donde vas.

No drogas, no exceso de alcohol, fumar,no recibir bebidas de extraños, no mentir (sobre dónde estás y con quién), no irte a lugares desconocidos con personas desconocidas, no conducir si bebes y llegar a la hora acordada puntualmente y si sales con tu novio usar protección ja, ja, ja.

estás reglas solo están disponibles para cuando tienes 17 años, pero yo fuí la excepción porque tengo 16 y medio, (No saben cuánto tuve que rogar para que me dieran permiso antes del tiempo)

Bianca quedó en venir por mí dentro de un par de horas con las chicas y yo ni siquiera sé que ponerme. Usualmente me pondría una camisa de las que siempre uso, holgadas y nada sexys con unos jeans no tan ajustados para tener movilidad a la hora de bailar...el problema está en que Bianca y las chicas que insisten en que me presentarán a uno de sus amigos hoy creen que es hora de conocer a otros chicos ya que piensan que superé a Lian. Pues no, nunca lo cambiaré por otro. Me recuesto sobre la cama, pensando en qué ponerme.

Bien... me levanto de la cama con pereza.

Decido activar mi cuerpo poniendo música en los altavoces de mi celular.

Luego de pensar en muchas opciones de vestimenta decido caminar al antiguo cuarto que compartimos, pues Hanna lo utiliza como su guardarropa personal quizá de los tantos vestidos que no usa y que guarda en ese lugar pueda encontrar algo .

Encuentro un vestido rosa con pliegues muy lindos, mi prima no tiene malos gustos, lo tomo y lo llevo conmigo para probarlo. No me gusta mucho así que busco otro posible candidato.

Al final encuentro como tres vestidos más y me decido por uno de color rojo corto, escote que realza mis pechos y de mangas, lo acompaño con unos tacones color negro y un maquillaje básico.

Término de arreglarme y me miro en el espejo, convenciéndome de que estoy lista.

—¿Soy el primero que está viendo a Ece Belmonte con ese sexi vestido?,oigo un grito desde afuera.

Me doy vuelta y miro en esa dirección, la ventana del cuarto de Roger está abierta y él está mirándome desde ahí. Lo detalló brevemente; lleva una camisa gris que le queda perfecta y me mira de arriba a abajo con la coquetería que siempre tiene presente en su personalidad.