Mi Vida Con Los Chicos Staves

FIN DE LAS VACACIONES DE VERANO:

He acabado teniendo insomnio esta madrugada, pensando y pensando, sobre cómo va a ser en el instituto, ¿cómo me irá? ¿Haré amigos? ¿Sacaré tan buenas notas como en el instituto antiguo? ¿Y a qué universidad iré?

Perdida en mi confusión mental, apenas escucho el despertador sonar a mi lado. Aprieto los ojos con fuerza para alejar los pensamientos y me levanto yendo directo al baño a asearme y darme una ducha.

Look del primer día de clase:

Cuando estoy a punto de terminar de arreglarme, alguien llama a la puerta.

Mia- ¡Un minuto!

Me apresuro a abrir la puerta.

Diana- ¡Wow, estás guapísima, cariño!

Dice abriendo una sonrisa brillante.

Mia- ¡Muchas gracias!

Diana- ¿Cómo te sientes en tu primer día?

Pienso antes de responder.

Mia- Confieso que estoy un poco angustiada. ¡Es todo muy nuevo y extraño para mí, una vida totalmente diferente a la que llevaba en Brasil! Me encantaba mi rutina allí, nunca paraba, participaba en casi todas las actividades escolares y aquí no sé si será lo mismo.

Diana- ¡Ay, querida, lo entiendo! Pero quiero que sepas que haremos todo lo posible para que te sientas cómoda, estoy segura de que Jhony te ayudará con eso, me dijo que te ha tocado en la misma clase que él, ¿verdad?

Mia- Sí, ¡eso me reconforta un poco!

Me mira y me abraza amistosamente, haciéndome sentir en paz. Pero otra persona llama a la puerta haciéndonos separar.

Jhony- Oh, lo siento, ¿he interrumpido un momento tierno?

Diana- ¡Sí, lo has hecho!

Dice abriendo una sonrisa juguetona y dándole un beso en la frente.

Diana- Os espero abajo, queridos, no tardéis, ¡si no llegaremos tarde!

Decimos al mismo tiempo "OK", lo que nos hace reír.

Jhony- Estás muy guapa, Mi.

Siempre me hace cumplidos, pero todas las veces sigo sintiéndome avergonzada.

Mia- G-gracias, ¡tú tampoco estás nada mal!

Digo dándole un puñetazo de broma en el hombro.

Sigo arreglándome para bajar pronto, y mientras me estoy poniendo un poco de maquillaje, me miro al espejo y veo a Jhony mirándome.

Mia- ¿Qué pasa? ¿Es demasiado exagerado? Está bien, voy a cambiarme de ropa.

Jhony- No, no, ¡estás absolutamente preciosa!

Se apresura a decir.

Simplemente respondo con una sonrisa, y cogiendo la mochila y el móvil.

Mia- ¿Vamos?

Jhony- Sí, s-sí, ¡vamos!

Tartamudea un poco antes de girarse y caminar hacia la puerta.

Estoy a sólo unos escalones de terminar de bajar la escalera, pero estoy mirando el móvil y no me doy cuenta de que había alguien subiendo las escaleras en el mismo instante en que yo bajaba, y en una fracción de segundo, POW, hubo un choque, el móvil en el suelo y unas manos en mi cintura.

¿Y adivina quién era? Sí, él mismo, el rubito.

Armando me sujetaba, con las dos manos alrededor de mi cintura, sujetándome tan fuerte que parecía que estuviera a punto de caerme de un edificio y no de sólo unos escalones de la escalera, y aquí y ahora nuestros ojos están fijos el uno en el otro, siento cada escalofrío que recorre sus brazos y su olor vuelve a estar en mis fosas nasales, nunca olvidé el olor de ese perfume. Es como si no existiera nada a nuestro alrededor, sólo esos ojos.

Pero mi cerebro me recuerda dónde estoy y de quién son los brazos que me sujetan.

Mia- A-ah, l-lo s-siento.

Digo atropellando las palabras y sintiendo mi cara arder.

Esa electricidad volvió a invadir mi cuerpo.

Armando- ¿Estás bien?

Dice apartándose y recogiendo mi móvil y el periódico que llevaba, del suelo.

Mia- Estoy bien, estoy bien, ¡muy bien!

Digo sintiendo un nerviosismo tan grande que me entran ganas de salir corriendo de allí.

Armando- ¡Toma! Siempre distraída, ¿eh?

Dice entregándome el móvil y dándome un golpecito en la cabeza con el periódico.

Armando- Tengo que coger mis cosas, ¡no puedo llegar tarde! Buena suerte en tu primer día de clase y ponte otra blusa, para no coger un resfriado, el verano ya se ha acabado.

Me quedo sorprendida pero contenta con sus palabras.