Tentación Prohibida

Un club nocturno, yo nunca eh ido a un lugar así, a decir verdad nunca eh ido a muchos lugares, pero no soy muy joven además menor de edad para estár en un lugar así.– Fue lo que respondí luego de la invitación de Denis.

– Es que es el club que papá va inaugurar está noche, y quiero que me acompañes además no tendrás problemas para entrar si vas conmigo, no tienes que beber alcohol es por lo que está prohibido para menores de edad, yo jamás dejaría que lo hicieras.

–Además no creo que mamá me de permiso, la otra noche se puso como loca solo por qué llegué alas 9 de la noche.

– Dile que te acompañe.

– Como crees, olvidas que no sabe de ti.

– Entonces dile que te quedaras en casa de una amiga, cumples años mañana no? puedes decirle que aran una pijamada por tu cumpleaños.

Las luces neón del lugar me tenían mareada agragandole a eso la cantidad de personas que había, cuando Denis dijo que sería el club más llamativo y entretenido de la ciudad realmente no mentía, este lugar era como una especie de casino además los espectáculos con bailarinas y bailarines casi desnudos, tenían embobados a todos los presentes todos tal vez eran gente rica y de la alta sociedad, Denis y yo estábamos en la planta de arriba del club era la parte privada de ahí se veía todo el lugar ala perfección, gente tomando, bailando apostando en las mesas de juegos, este lugar realmente era legal?.

– Amor voy por algo para beber, quieres algo, un refresco, agua que se yo – Denis hablaba muy bajo en mi oído, era fácil escucharlo pues la música no llegaba muy fuerte asta aquí, era la parte vip donde las personas importantes podían tratar sus negocios con calma y sin tener que esforzarse en gritar.

– Una limonada por favor– se fue y observé el lugar nuevamente un poco más descarada ya que estaba sola.

Mi vista escaneaba cada detalle asta que se detuvo al ver quién se encontraba en la zona vip en una de las mesas del rincon bebiendo delicadamente de su vaso con una chica sentada en sus piernas, y varios hombres al lado de el teniendo una charla todos juntos, Alessandro, que hace el aquí no puedo verme el podría decirle a mamá que me vio aquí y se daría cuenta de que le mentí y no me quedé en casa de una amiga.

– Amor tu limonada– Llegó Denis y puso mi vaso en la mesa.

– Denis debo irme – dije preocupada.

– Pero por qué, recién llegamos.

– En la mesa del fondo la última, está el hijo de Mauricio..

– Alessandro Bohnam, que tiene el.

– Me puede ver y decirle a mamá.

– No creo que nos vea, está con papá y sus amigos además por lo que se es un tipo discreto, a ayudado a papá con sus asuntos legales además el está aquí por qué es socio de papá juntos abrieron este bar.

– Tu lo conoces, bueno el te conoce a ti ?

– Yo se quién es el, pero no creo que el sepa que yo existo, nunca emos hablado ni topado siquiera.

Si quieres estar más cómoda podemos ir ala parte privada, ay mesas en la parte de atrás que son exclusivas pocos entran ahí.

Había pasado gran rato habíamos estado charlando de todo con Denis, tal vez a esta hora Alessandro ya tuvo que haberse ido también yo tenía que irme a casa, que le diría a mamá si me veía llegar simple no me sentía cómoda en otra casa y decidí regresar, la mamá de mi amiga me trajo, no me gustaba mentir pero no tenía opciones.

– Isabella, no se cómo decirte ésto pero como sabes somos novios y pues los novios se toman de la mano se abrazan y como decirlo pues también se besan – me sentía incómoda con lo que estaba diciendo pero a decir verdad todo eso era cierto, eso hacían los novios y nosotros todavía no nos dábamos nuestro primer beso.

– Si lo sé, a decir verdad yo nunca había tenido novio y lo sabes.

– Si lo sé, es por eso que no se cómo pedirte ésto –

– Pues solo dilo y ya.

– Yo puedo darte un beso, uno pequeño, digo si quieres si no puedo esperar un poco más de tiempo. – mis labios se estamparon en los suyos, mis ojos se mantenían cerrados era mi primer beso y quería que fuera especial, quería sentir esa sensación de mi primer beso en todo mi cuerpo.

Me separé de el y lo mire apenada, no lo había sentido especial como lo había imaginado pero igual ese había sido mi primer beso y había sido con mi primer novio y esperaba que fuera el único novio que tuviera, por qué soy de esas chicas que sueñan que el primer hombre en su vida se convierta en el primer y único amor.

– Y bien como estuvo – pregunté apenada pero con una sonrrisa en mis labios.

– Wuauuu, de verdad nos besamos, no lo creo, estoy soñando verdad, fue el mejor beso que me an dado.

– Entonces ya habías besado.

– Claro, soy mayor que tu había tenido novias, de echo mi primer beso lo di cuando tenía 15 pero fue insignificante por qué fue un reto.

Creo que mi ilusión de ese primer beso se apagó con esas palabras, igual no estaba molesta por qué estarlo si era obvio que el tenía una forma de vivir muy diferente ala mía además esos besos no importaban lo que importaba era lo que pasará de aquí en adelante. Salimos del bar tomados de la mano, no se repitió el beso o no por lo menos está noche. El me llevaría a casa ese era el plan asta que frente por la parte de atrás de nosotros se escuchó una gruesa voz decir mi nombre.

– Isabella? que haces aquí? tu no puedes estar aquí eres menor de edad.

Y ahí el hombre discreto que Denis había dicho Alessandro Bohnam, me di media vuelta y busque cualquier excusa.

– Alessandro yo.... me invitó mi amigo el es Denis.

– El es mayor de edad?

– Si lo soy señor, invite a Isabella por qué....

– No me importa por qué la invitaste, es menor de edad y se puede meter en problemas por estar aquí, Isabella vamos a casa te llevaré. – este término interrumpiendo a Denis y mandándome a mi.

– No vine con el y el me llevará.

– Isabella no lo voy a repetir otra vez, ven conmigo te voy a llevar a casa.

Era yo o este hombre estába ebrio, estaba ebrio definitivamente, no quería discutir y si dejaba que el me llevará podía convencerlo dé que no dijera nada de esto a mamá.

Terminé en un auto que un hombre ebrio manejaba a toda velocidad como si fuera inmortal. – Como me reconociste?

– Fácil, no hay otra chica que oculte tal belleza detrás de esa cabellera y esa capucha, cuando te vi dentro del bar en aquella mesa supe de inmediato que eras tú.

– Me viste ahí dentro?

– Claro, y tú me viste a mi y por eso te fuiste a otro lugar. – el me había visto desde el principio, pero por qué no dijo nada.

– Yo vine sin permiso, me escondí por qué no quería que me vieras y le fueras a contar a mamá.

– Tranquila no diré nada..– así de fácil iba a ser que no dijera nada..

– Gracias, oye puedes ir más lento estás borracho y además no me gusta la velocidad.

– Deacuerdo, y tú amigo quien era?

– Lo conocí hace unos meses, y hoy me invitó al bar pero nada más, se llama Denis.

Llegamos a casa y como si nada Alessandro parecía estar más borracho de lo que parecía termine ayudándolo a caminar asta la casa, quería irse solo a dónde vivía pero con el estado que presentaba y su forma de manejar no lo iba a permitir. Ingresamos con dificultad ala casa intenté dejarlo sobre el sofá pero el quiso subir las escaleras, acaso el se estaba dirigiendo a mí habitación, si el entro a mi habitación y se tiró en mi cama, pero que rayos estaba haciendo.

– Que hacés, está es mi habitación y estás sobre mi cama.– se intentaba levantar al ver que no podía solo me llamo para ayudarlo con tal de que saliera de mi habitación lo hice caminé asta el, pero no quería levantarse solo me tumbo a mi también en la cama y me abrazó. Que hacia intente soltarlo de mi pero no lo logré asta despues de un momento me soltó y puso su mano en mi pelo apartandolo de mi rostro.

– Eres hermosa no deberías ocultar tu belleza– sus palabras apenas se escuchaban, intenté levantarme y dejarlo ahí solo con sus delirios de borracho pero me apriciono entre la cama y su cuerpo y me perdí mirando sus profundos ojos azules, el que iba a hacer me iba a besar realmente me iba besar, cerré los ojos y como era imposible quitarlo de encima mío solo espere que sus labios chocarán con los míos, unos segundos y jamás sentí su rose en mis labios en cambio sentí que su peso calló encima mío y sus ronquidos inundaron mi habitación.

– No, por favor no, despierta no te puedes quedar dormido encima de mi, voy a morir asfixiada, mis intentos por moverlo o despertarlo fueron enbano era como si tuviera una gran roca encima, entonces me rendí y en cuestión de minutos me quedé dormida yo también o tal vez muerta.