De Rey, ¿A Omega?

Lyam pasaba la mayor parte del tiempo en el estudio usando la computadora, gracias a los recuerdos del verdadero Lyam, supo qué este tenía una suma bastante generosa de dinero que le heredo su abuela, esta herencia, fue entregada personalmente por el abogado de su abuela, con la condición de que lo mantuviera en secreto de su familia y que esta sería usada para algo importante. Lyam contacto al abogado y le pidió liberar una cantidad del dinero para una inversión.

En la tarde, el abogado llego a la mansión, entregó lo necesario y ahora, Lyam estaba listo para invertir ese dinero en una empresa que le diera buenas ganancias. Según Karin, hoy en día la tecnología lo era todo, así que busco una relacionada con eso. Tenchnology S, fue la elegida, pues desde que apareció, han estado en la cima por dos años.

—Karin, ¿esta prohibido que yo salga?— pregunta.

—no, nadie se lo ha prohibido. Si necesita ir de compras, yo puedo llevarlo, tengo licencia.— se ofrece la chica.

—perfecto, prepárate, cambia esa ropa que traes, tú no eres una simple mucama, eres mi asistente personal.— le ordena.

Karin sonríe y haciendo caso al omega, corre a cambiarse, aunque, al estar esperando en la puerta, Sonia le reclama por no estar trabajando y por no vestir el uniforme, lo cual, le puede garantizar un despido.

—adelante, que la despidan, ella ya no es una sirvienta, es mi asistente.— interviene Lyam.

Cuando Sonia lo ve, se queda sorprendida, el omega había cambiado esos enormes suéteres, ahora llevaba un elegante vestuario, uno que había pedido por internet y vaya que llego rápido. Sonia salió de su sorpresa, para expresar enojo.

—¿asistente?, ¿y con que le piensa pagar?, usted no tiene nada, el señor no le da nada.— se burla.

—plebeya, yo tengo dinero, que nunca te de a ti, es otra cosa. Karin.— le entrega unas llaves.— pon en marcha esa cosa llamada auto.

Karin asiente y sale rápidamente de la casa en busca del auto. Lyam solo le sonríe con burla a Sonia y sigue su camino.

—esto tiene que saberlo el señor...—

Sonia busca su teléfono, debe informar que el omega estaba saliendo de la residencia.

.......

En el auto, Lyam le dice a Karin a donde deben de ir, su destino, son las oficinas de Technology S, lo cual sorprende a Karin.

—¿piensa buscar trabajo joven?— pregunta curiosa.

—no, busco invertir...¿recuerdas la visita del abogado de ayer?— pregunta.

—si, usted dijo que su abuela le dejo una herencia secreta.— responde Karin.

—y planeo invertir ese dinero, en una empresa...una que tenga las mejores ganancias.—

—buena idea, si logra hacerse de una fortuna, finalmente podría liberarse de su matrimonio, ¿no?, es que yo creo que sería mejor, en especial por su esposo, es tan frivolo y lo abandona.— opina la chica.

—tienes razón, ese es el plan.— esa chica era inteligente, y será bien recompensada.

Una vez estacionados, en la recepción, Lyam da su nombre, ya que hablo antes de venir para concretar una cita con el jefe o con quien este a cargo. La chica de recepción no estaba muy convencida, el chico era un omega, pero, viendo su forma de vestir, al parecer venía de una familia adinerada, así que le dio el paso de visitante y le indicó a que piso debe de ir.

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—señor, no va a creer quien acaba de llegar y concretar una cita con usted.— comenta aquella joven que estaba en el departamento del albino.

—dime, Hanna, no me dejes con la duda.— menciona con falsa emoción.

—Lyam Miller, o mejor dicho, Lyam Kovalenko, su cuñado.— responde Hanna.

—¿que hace aquí?, ¿mi hermano ahora envía a su esposa a espiarme?— pregunta con duda.

—¿lo recibirá?— pregunta curiosa.

—si, que lo lleven a una sala. Y Hanna...contacta a Jones.— le pide.

Hanna asiente y le ordena a la secretaria de su jefe que lleve al visitante a una sala privada, mientras que ella, se apresura para contactar a Jones.

El albino deja su oficina y se dirige a la sala donde han llevado a Lyam, este se veía tranquilo, quien no lo estaba, era Karin. La puerta se abre, y cuando el albino entra, su vista se fija en aquel joven de cabellera castaña, que está sentado con los pies cruzados, su postura mostraba seguridad y su atuendo era elegancia pura, incluso esos zapatos de tacones, no estaban fuera de lugar, por el contrario, le daban mayor presencia.

Lyam los había comprado porque decía que los omegas pueden usarlos y el creyó que le ayudaría a verse más alto.

—usted debe de ser el joven Kovalenko.— menciona el albino.

Da unos pasos hacía Lyam, quien se pone de pie ante la presencia del albino, este, mostraba una presencia imponente y la habitación se estaba llenando del aroma de sus feromonas, lo cual le hizo sentir un leve cosquilleo en la nariz.

—prefiero Miller, no me gusta que me relación con un Kovalenko.— frunce ligeramente los labios.

Gesto que no paso desapercibido por el albino.

—que curioso, porque, soy un Kovalenko.— ofrece la mano.— Seth Kovalenko, presidente y fundador de Technology S.

Seth puede ver como el omega duda en darle la mano y su expresión con el ceño fruncido, pero, acepta el apretón de manos.

—parece que me falto investigar bien su compañía...no me lo tome a mal, pero, tengo cierto desagrado con un Kovalenko.— habla con sinceridad.

—Andrik Kovalenko, ¿cierto?, se quien es usted, joven Miller, es el esposo omega de Andrik, mi hermano menor.— revela Seth.

Lyam se aparta de aquel albino, en realidad, ni él, ni Andrik se parecen, ha de suponer que el padre tiene concubinas o algo por el estilo.

—lamentablemente lo soy, pero si de mi dependiera, jamás me habría casado con semejante estúpido.— responde y chasquea la lengua.

Seth escucha ese leve chasquido escapar de los labios del omega.

—dejando de lado quien es, y quien soy, ¿que te trae por aquí, omega?— pregunta Seth, mientras escucha su celular sonar, era un mensaje de Hanna.

[Andrik al parecer no tiene nada que ver. Jonas dice que no hablan.] Seth sonríe ladino, ya había escuchado del desprecio que Andrik le tiene al omega, pero, que no le hable, ya es otro nivel.

—tengo dinero, de una herencia, y estoy interesado en invertirlo, pero.— se cruza de brazos.— siendo un Kovalenko, no se me hace confiable.

...