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Suertucienta... La Otra Cara Del Cristal.

Suertucienta... La Otra Cara Del Cristal.

Status: Terminada
Genre:Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Batalla por el trono / Reencarnación / El Ascenso de la Reina / Completas
Popularitas:70k
Nilai: 4.9
nombre de autor: abbylu

Griselda murió… o eso cree. Despertó en una habitación blanca donde una figura enigmática le ofreció una nueva vida. Pero lo que parecía un renacer se convierte en una trampa: ha sido enviada a un mundo de cuentos de hadas, donde la magia reina… y las mentiras también.

Ahora es Griselda de Montclair, una figura secundaria en el cuento de “Cenicienta”… solo que esta versión es muy diferente a la que recuerdas. Suertucienta —como la llama con mordaz ironía— no es una víctima, sino una joven manipuladora que lleva años saboteando a la familia Montclair desde las sombras.

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 22

Los días posteriores a la boda en Marbella transcurrieron con una calidez inesperada. Las rutinas palaciegas se reacomodaban lentamente para integrar a la nueva princesa consorte, y aunque la etiqueta marcaba cada paso, Griselda encontró momentos de libertad junto a Filip, como si en los rincones del palacio, su amor tejiera un refugio secreto.

Las mañanas empezaban entre risas compartidas, desayunos improvisados en los balcones, y paseos por los jardines donde los sirvientes fingían no verlos detenerse para besarse como si aún fueran novios furtivos. Filip solía leerle cartas de embajadores en voz alta mientras ella bordaba o corregía recetas enviadas desde el Reino de Cristal, donde su pastelería familiar seguía en marcha bajo la supervisión de su tío.

Pero como todo comienzo dulce, también hubo momentos agridulces.

***

La despedida de Evelyne y Anastasia llegó al quinto día. Se organizó una pequeña reunión privada en uno de los salones más íntimos del palacio, lejos del bullicio de la corte. El carruaje que las llevaría de regreso ya aguardaba en el patio principal, y aunque Griselda lo sabía, aún no quería mirar por la ventana.

—Volveré en cuanto me comprometa —dijo Anastasia, sujetando con fuerza las manos de su hermana—. Y si no me comprometo, volveré igual. No pienso dejarte sola con tanto noble hipócrita.

Griselda rió, aunque sus ojos estaban húmedos.

—Te voy a extrañar, loca.

—Y yo a ti, pastelera —bromeó Anastasia, rozándole la nariz con un dedo.

Evelyne se mantuvo en silencio por un momento. Observó a sus hijas con una expresión que solo quienes la conocían bien sabían descifrar: un orgullo contenido, disfrazado de compostura.

Finalmente, se acercó y le colocó a Griselda un broche antiguo, una joya que había pertenecido a su madre.

—Ser princesa no es distinto a ser duquesa… solo hay más ojos mirando. No pierdas tu esencia, hija. Eres más fuerte de lo que todos creen.

Griselda la abrazó con fuerza.

—Gracias, mamá. Por todo… incluso por lo que no dijiste.

La duquesa no respondió. Solo la sostuvo con una firmeza que dolía y reconfortaba al mismo tiempo.

Antes de marcharse, Evelyne intercambió una mirada larga con la reina Amalia. No hubo palabras. Solo un leve asentimiento entre mujeres que se entendían más allá de las formalidades.

***

Días después, la corte volvió a su ritmo habitual. Pero como suele ocurrir, no todos los comentarios eran amables. Durante una recepción menor en los jardines reales, mientras Griselda saludaba a un grupo de damas, una condesa mayor —de esas que creen que su linaje es superior al sentido común— decidió hablar más de la cuenta.

—Debe ser curioso para una repostera sentarse junto a embajadores —comentó, con su abanico moviéndose como cuchillo entre las palabras—. Supongo que también aprenderá pronto a manejarse entre reyes… no todo se endulza con azúcar, querida.

Un silencio incómodo cayó sobre el grupo. Algunas damas intentaron reír, pero se quedaron a medio gesto al ver cómo Griselda levantaba la cabeza con calma.

—Tiene razón, señora —dijo Griselda, sin perder la sonrisa—. No todo se endulza con azúcar. Algunas cosas requieren paciencia, trabajo duro… y una pizca de picardía. De lo contrario, ni la receta más tradicional sobrevive a los tiempos modernos.

La condesa palideció ligeramente. Las otras damas bajaron la vista, intentando disimular la tensión. Griselda inclinó levemente la cabeza y se excusó con gracia, marchándose con pasos seguros mientras por dentro luchaba contra la rabia.

Filip, quien había escuchado desde cierta distancia, la alcanzó más adelante.

—Estás aprendiendo a domar víboras con té y cuchillo —susurró, besándole la sien.

—Mi madre estaría orgullosa —respondió ella con media sonrisa.

Y entonces llegó el primer evento diplomático importante.

Una recepción nocturna con delegaciones de tres reinos vecinos. Griselda se preparó durante días: estudió los nombres de cada embajador, sus costumbres, los asuntos políticos en curso y hasta aprendió frases en sus respectivos idiomas. Filip quiso acompañarla en todo, pero ella insistió en que podía hacerlo sola.

La noche de la recepción, entró al gran salón de espejos con un vestido azul oscuro bordado en hilo plateado. El cabello recogido y una tiara discreta. Todos los ojos se volvieron hacia ella.

La reina Amalia observó desde el fondo, silenciosa. El rey, desde su trono, asintió con aprobación.

Griselda saludó con cortesía, escuchó con atención, y supo hablar cuando debía. Habló del comercio de frutas y cereales con uno de los reinos agrícolas, de la colaboración en escuelas de arte con otro, y hasta compartió una anécdota sobre una tormenta en el Reino de Cristal que hizo reír al embajador más serio.

Esa noche, la joven repostera, hija de una duquesa y un capataz, se convirtió en princesa ante todos.

No por el vestido, ni por el título, sino por la forma en que manejó cada palabra, cada sonrisa y cada gesto con una seguridad que nacía desde lo más profundo de su corazón.

Filip la observó desde el otro extremo del salón. Cuando al fin pudo acercarse, tomó su mano y se la llevó a un rincón menos concurrido.

—Estoy enamorado de ti —le susurró—. Pero esta noche, también estoy... asombrado.

Griselda lo miró con ternura.

—No fue tan difícil —respondió—. Solo tenía que recordar que ninguna corona pesa tanto como una bandeja de bizcochos en feria real.

Él rió. Ella también. Y en medio de las luces, la música de cuerdas y los aires de diplomacia, supieron que estaban exactamente donde debían estar: juntos.

1
Claudia Dimas
no sé si reír o llorar con la historia distorsionada de Cenicienta. rompe todo lo que sabemos, aún que en la primera historia de Cenicienta hay una segunda dónde Griselda se enamora de un panadero, muy bonita historia por cierto.
SANDRA
Muchas felicidades autora por esta historia tan original, por que así es la realidad de la vida, no todas somos perfectas ni tenemos un cuerpo escultural,pero todos tenemos el derecho a ser felices.
Barbarasl73 🇨🇱
necesito ese hechizo de liposuccion 😁
Barbarasl73 🇨🇱
🤭🤭🤭
Barbarasl73 🇨🇱
😔😔😔😔😔😔😔😔😔
Aida Luz Tenorio Maceda
Muy linda historia.
Topy71 🇦🇷
Y que paso con la loca de la hermana?
Topy71 🇦🇷
Ay en que te metiste 😂
Topy71 🇦🇷
No autora, aon las dos de la mañana, dentro dw de un rato me dan un empujon de la cama por reirme aola 😂😂😂😂
Topy71 🇦🇷
🤣🤣🤣🤣🤣
Topy71 🇦🇷
Apenas empezamos y ya me estoy partiendo de la risa 🤣
Cruz Mejia
Excelente me encanto de principio a fin, el toque humorístico me hizo el día, muchas gracias autora, felicidades y bendiciones 🙏🙏un saludo desde Nezahualcóyotl Estado de México
Cruz Mejia
No importa cuantas veces caemos, si no la fuerza con la que nos levantamos, una cosa es la vida que te toco vivir y otra como la quieres vivir. Me encantó de principio a fin.
Cruz Mejia
Cada una de sus hijas encontró al hombre echo a su medida, siendo su complemento.
Cruz Mejia
La Suertucienta no fue tan villana como se pensaba, si esta arrepentida y dispuesta a cambiar, merece una oportunidad de ser feliz.
Cruz Mejia
Siempre hay alguien que escupe veneno, pero Griselda ha sabido responder con diplomacia pero poniendo un poquito de humor en sus respuestas, ya tiene escudo antiveneno/Right Bah!//Shy/
Pilip esta como apoyo a su esposa, tiene la confianza que ella se puede defender sola.
Cruz Mejia
Lucinda será una reencarnada y quiere seguir el guión que ella es la protagonista y la que merece ser feliz con un príncipe o solo trae telarañas en la cabeza, que le nublan la razón 🤔
La duquesa sabe que por el carácter de Suertucienta puede acabar mal e intenta salvarla de ella misma. /Whimper/
Cruz Mejia
Pilip sabe como enamorar aún más a Griselda 😍 cuanta pasión al hablar de ella, y el toque humorístico de los dos hacen qué se entiendan a la perfección /Angry//Drool/
Cruz Mejia
Estando con la persona correcta el mundo desaparece, hasta que llegan a interrumpir y te dan un golpe de realidad o se apuran o no hay boda 🤭🤣😂🤣
Cruz Mejia
Pilip es todo un romántico 😍 bella declaración, siempre hay un rotó para un descosido. /Angry//Drool/
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