Axel Colombo y Lily Moore, han sido pactados en un matrimonio arreglado desde su nacimiento por capricho de sus madres en juventud.
La diferencia de edad entre ambos jóvenes hace que ambos tengan desinterés el uno por el otro, ocasionando continuos roses entre ellos, Lily Moore muestra sentimientos por Cristian Ivanov, un joven dos años mayor que ella, ¿Lograrán estar juntos? o ¿Lily será obligada a cumplir la unión pactada con Axel?
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Capitulo 21
Lily:
Son las 8:00 am, Axel está completamente dormido, observo por un momento su rostro tan tranquilo, viéndolo así, pareciera que no rompe ni un plato.
Pero siempre he sabido que es el mismo diablo desde que tengo uso de razón y ahora con todo lo que he escuchado de él y a lo que se dedica toda su familia peor aún... es guapo, sí, pero no logro sentir algo más por él.
Siento que nunca podría llegar a siquiera sentir algo de amor por un ser que puede quitar la vida a otra persona, eso me perturba, pienso que debo sobrevivir a esto.
Tengo el plan B en marcha, que consta de:
1.-Portarme bien.
2.- Ser sumisa.
3.-Complaciente.
5.- No hacerlo enojar.
6.-Ser detallista (con su propio dinero)
Tal vez suene algo bajo pero...
Por ahora es mi única salida, y a cierto plazo me traerá los beneficios que espero obtener, los primeros días que se fue me la pasaba encerrada llorando en la habitación, no quería comer y yo amo comer.
Pero el consejo que me dio Pedro me ayudó, lo estuve pensando meditando, y lo decidí, llorando no solucionaría nada, negando me a comer tampoco.
El sujeto está loco por mí (vaya suerte la mía), y es mejor ceder a que me tomé a la fuerza y me lastime, además... Pues es guapo, tiene mucho porte, creó que después de Cristian, él besa bien... Además es solo sexo... Es solo piel con piel...
Un nudo en mi garganta se hace presente y mis ojos se ponen rojos llenándose de lágrimas, respiro profundo - No Lily, no puedes retroceder, no tienes más opciones, da lo mismo si me niego o no a estar con él, eso no cambiará el hecho de que el me retenga a la fuerza a su lado- limpio mis mejillas y vuelvo a respirar profundamente.
- Señorita ¿Está segura que el patrón está de acuerdo?- Me pregunta Flavio viéndome desde el retrovisor.
-Claro, ayer arreglamos nuestras diferencias, y quedó muy en claro que estaríamos siempre juntos -
Respondo con una muy buena actuación de felicidad.
- No es que desconfíe de usted... Pero le tengo profundo respeto al patrón y no quisiera que nada malo le pase a mi familia o a mí, soy casado y tengo a dos adolescentes que aún me necesitan- dice sinceramente.
Siento como sus palabras apachurran mi corazón.
- Descuida, prometo no hacer nada estúpido-
Después de 15 minutos más, llegamos a un centro comercial, dónde hay únicamente tiendas de marcas recomendadas y muy famosas.
-Vamos Flavio, acompáñame, tú conoces más los gustos del "señor".-
- Está bien señorita- Dejamos la camioneta en el estacionamiento y nos adentramos juntos al lugar,
Visitamos tres tiendas de caballeros, pero no veo nada que me convenza, - Descansemos un poco, vayamos a esa librería-
Me pierdo por un momento en lo maravilloso que se ve el lugar, el olor a libros nuevos y el olor a café de grano recién hecho, invaden mis fozas nasales, me siento en completa armonia, empiezo a buscar algo de literatura romántica, neseitare dopar mi mente con esto, para poder soportar mi propio plan.
- ¿Lily?- Escucho una voz de mujer familiar.
-¡No puede ser! ¡Clara! ¿Cómo has estado?- pregunto muy sorprendida y muy alegre de ver un rostro conocido.
- Preocupada ¡hace mucho que no sabía nada de ti!- responde viéndome de arriba abajo.
-Oye, siento lo que pasó, es que no es algo que me agrade platicar- me encojo de hombros.
- Descuida querida, ya lo sé todo, Cristian me lo platico -
-¿Lo has visto? ¿Cómo está? ¿Cómo se encuentra?- mis ojos se llenan de lágrimas al recordar lo que sucedió esa noche en la subasta.
- Pues una madrugada llegó a mi casa, estaba todo lastimado del rostro, un ojo casi cerrado por lo hinchado que lo traía, llegó sosteniendo su abdomen, vaya susto que me di al verlo en ese estado-
-Lo siento mucho, fue mi culpa... -
-No Lily, no fue tu culpa, el amor no es ningún pecado- Dice dándome consuelo.
La culpa es de ese tal Axel, a ver explícame ¿Cómo está eso de que te vas a casar con él?
Esa noticia tiene muy afectado a Cristian-
- Es algo complicado, pero tengo que hacerlo, es algo que desde mi nacimiento está pactado -
- Y no te interesa ¿Escapar con tu verdadero amor?-
-Shh, baja la voz, vengo con su chófer - Señalo con la mirada a Flavio, quien luce atento a mis movimientos.
- Cristian tiene algo en mente, estaremos hoy en casa de tu mami suegra- dice en voz baja.
- Bien, allá platicamos, por ahora no puedo quedarme más tiempo contigo, tengo que regresar pronto-
- Entiendo- Susurra Clara - Bueno amiga, me despido, que estés bien, te veré en casa de tu suegra, salúdame a Axel-
-Si, yo le doy tus saludos, nos vemos- Ambas nos despedimos con un beso en la mejilla veo mi reloj y son casi las 2:00 pm.
-Carajo es tardísimo - Salgo de la librería con Flavio a mi lado, llevándome el libro que estaba viendo antes de que Clara me hablara, ambos entramos en una tienda para caballeros y pido que me den el primer Rolex que encuentro, ni siquiera me fijé en el diseño y si le agrada o no a Axel, pido que me lo envuelvan para regalarlo, salimos a gran velocidad de aquel lugar.
Estamos llegando al edificio, siento un profundo sentimiento de tristeza al no querer estar ahí, pero pronto reprimo ese sentimiento.
El auto de Axel no está, bajo de la camioneta y Flavio se despide de mí.
- Gracias por confiar en mí -
- Estoy a sus órdenes - responde con una sonrisa amable.
Al llegar al departamento, encuentro a las empleadas haciendo sus deberes con sus ojos llenos de lágrimas.
-¡Señorita, gracias al cielo!- Corre una de ellas hacia donde estoy con un llanto desconsolado.
-¿Que ocurre?- respondo
- Gracias por volver, de verdad, gracias- dice la más joven limpiando sus ojos con ambas manos.
- Pero díganme ¿Que ocurre? Por Dios...-
- El señor Colombo, despertó y al no verla nos amenazó, dijo que si no aparecía que nos fuéramos despidiendo, señorita nosotros le dijimos lo que usted nos dijo, pero el señor estaba que echaba fuego por los ojos- dice la mujer más grande.
- Lo siento mucho, de verdad, perdón por meterlas en esto, lo siento mucho, estén tranquilas por favor yo asumiré toda la culpa, por qué solo yo soy culpable de este malentendido-
Pasa media hora y la puerta de este lugar se abre, escucho unos pasos resonando por todo el lugar, mi cuerpo se eriza, mis manos se ponen frías y trago mi saliva.
- ¿En cuál habitación está?- Escucho la voz a lo lejos de Axel y al parecer está muy enojado.
-Tranquila Lily, no sientas miedo, tranquila, actúa como si estuvieras enamorada- me repito una y otra vez, sujeto la caja de nogal dónde está guardado el Rolex entre mis manos y dibujo una falsa sonrisa en mi rostro.
-En su habitación- Escucho decir a una de las empleadas.
Los pasos se acercan más, la puerta se abre de golpe, antes de que pueda decir algo siento un dolor acompañado de ardor en mi mejilla y de pronto estoy tirada en el frío piso, el vestido que traía puesto es levantado, dejando ver mis piernas descubiertas.
-¡En dónde te habías metido! ¡Sabes que no tienes permitido salir sin mi permiso!- Grita Axel enfurecido.
- Tranquilo Axel- Escucho la voz de Pedro quien lo está acompañando.
- ¿Estás bien? Dios Axel eres un imbécil, mira como le dejaste el labio.- Pedro me ayuda a ponerme de pie y yo miro con ojos grandes a Axel, siento ganas de llorar, me estoy obligando a no hacerlo, pero siento en mi entumecida mejilla como mis frías lágrimas salen una tras otra.
- Déjala no la toques... ¡Que la sueltes no me escuchaste!-
Axel saca de un costado suyo un arma cortando cartucho, con la que apunta a Pedro,
Al ver esto yo pego un grito lleno de miedo.
-Tranquila, no pasa nada- Me dice Pedro mientras me suelta del brazo lentamente.
- Sal de la puta habitación... -
Pedro no dice nada, y obedece, ese rostro alegre que siempre lo caracteriza, ahora es uno completamente diferente, escucho sus pasos alejarse.
- Ahora sí, ¿A dónde fuiste? ¿Con quién madres te fuiste a encontrar?
Axel parece poseído, está muy exaltado, puedo ver cómo se le marca una vena en su sien.
- Salí a comprar algo- respondo con miedo de que pueda dispararme con esa arma.
-A otro perro con ese hueso, te fuiste a ver aquel idiota ¿Verdad?
¡¿Verdad Liliana?! ¡Contestame carajo!
-No...- respondo tratando de contener el miedo.
-¿No? Demuéstrame que no te fuiste a ver con ese perro, demuéstrame que solo eres mía.-
Dice con una actitud posesiva, llevándome a la cama, me tira de un empujón, veo cuando pone otra vez el seguro a esa arma y la arroja al piso, se sube encima de mí y quita con su lengua la sangre que tengo en mi labio, me quejo por el dolor que estoy provoca, respiro con dificultad, pues estoy al borde del llanto.
- Aguanta Lily- me repito una y otra vez en mi mente.
Axel me toma bruscamente, apretando mi cuello - Dime que eres solo mía - repite varias veces, si no fuera por qué este idiota troglodita es más grande y fuerte que yo ya me hubiera liberado.
Desabrocha con una mano su cinturón y desabrocha su pantalón,
Con esa misma mano, baja mis bragas.
-¡Así no Axel!- Grito asustada -¡Así no! Vuelvo a gritar, pero este animal parece no importarle mis súplicas.
- Así, sí... Hoy vas a aprender a no desobedecer- Me suelta el cuello y de su bolsillo saca una navaja, la cual pasa por mi rostro, bajando por mi cuello hasta llegar a mi vestido, veo como lo levanta para cortarlo, hace lo mismo con mi ropa interior, suelta la navaja y con ambas manos termina por romper mi vestido.
Mi llanto desgarrador resuena por toda la habitación y puede que hasta en todo el lugar.
Veo en mi vista borrosa por mis lágrimas como Axel se quita el saco, rompe toda su camisa, escucho caer por todas partes los botones de esta.
Trato de cerrar mis piernas sin tener éxito - ¡Ayuda, por favor!- digo con mi voz ahogada
-¡Nadie te va a ayudar! Siento como entra en mí, y está vez no se siente nada bien, me duele y mucho.
-¡Para por favor, Axel, por favor! ¡Para!- Grito Pero este está perdido en mí.
-Eres mía ¿Escuchaste?- me sujeta por el cuello y luego me da una cachetada, escupe mis pechos y se pierde besando mi cuello, escucho sus jadeos en mi oído, la gran cabecera de la cama golpea la pared y mi llanto no cesa.
Luego de un rato mi tormento termina, siento su fluido cubrir mis piernas y abdomen.
-¿Te quedo claro? Eres mía y tienes que obedecer- dice con su voz agitada y bañado en sudor mientras jala mi cabello y me da un casto beso viéndome fijamente a los ojos.
Me siento de golpe cubriendo mi cuerpo con mis manos mi llanto es desconsolado.
Me jala de mi mano obligado me a ir al baño con él.
-¡Suéltame!- grito llena de rabia y dolor.
-¿Qué pasa? ¿Ya se te quito el miedo? - dice aún enojado, no respondo y el se va solo a bañar.
Trato de levantarme, pero todo me duele, me pongo de pie y veo sangre en edredón, junto a mis piernas a mi cabeza y lloro por un largo rato, Axel sale del baño ya más relajado y con actitud indiferente.
- Ahorita mando a que te ayuden, ya vamos tarde para tu prueba de vestido- se arregla como si nada luego ordena a las empleadas que me ayuden a bañarme y que limpien el desorden, sale de la habitación como si nada.
-
Milagro no la han obligado a tener relaciónes