Club Blue Moon: La Caída De Un Villano

No dije nada, me di la vuelta y comencé a caminar hacia las escaleras, ella seguía gritando como una loca, estaba furiosa porque no se salió con la suya como siempre lo hacía, subí las escaleras, camine por el pasillo de prisa y entre a mi habitación.

Justo a tiempo para que nadie viera que estaba llorando, mi padre me abofeteó la cara y no salió ni una lágrima de mis ojos, sin embargo, estas palabras de mi madre perforaron directamente en mi corazón, me tiré a la cama, y dejé que las lágrimas fueran absorbidas por la almohada, ahogue mis gritos apretando la almohada con fuerza.

Me comenzó a doler el pecho, sentía como si mi corazón se estuviera desgarrando, y todo esto es solo por una cosa que sabía, pero que no quería confirmar.

«Solo soy una herramienta, ni siquiera me considera humano, ella me trajo a este mundo para que yo fuera un arma en sus manos, ¿me considera su hijo?, no lo creo, este dolor, nunca lo voy a olvidar, no importa cuanto tiempo pase hoy vi, la verdad naturaleza de mi madre, en el futuro, no dejaré que ella me use más»

Esos eran mis pensamientos, me volteé en la cama, y me quede mirando el techo, toda mi vida parecía ser un chiste, yo vivía en una burbuja, donde mi madre me amaba, y yo hacia todo por ella, pero esa burbuja se rompió, incluso yo mismo me aleje de mi padre, aunque el cambio conmigo, no siempre fue así, antes él intentó mucho llevarse bien conmigo, pero yo solo hacía lo que mi madre me decía.

Respire profundo, y dejé que el aire que entraba en mi cuerpo sacara todo eso que estaba en mi corazón, en silencio me fui sumergiendo en la dolorosa agonía que me provocaba el odio de mis padres, en ese momento me di cuenta de que estaba solo en el mundo, que nadie me quiere en verdad y que quizás nadie lo haga nunca.

Estaba sumergiendo en mis sentimientos y pensamientos, hasta que tocaron la puerta de mi habitación, no quería ver a nadie, pero quien tocaba era muy insistente, me levanté de la cama, me coloque frente a la puerta y prepararé.

— ¿Quién es?

— Joven, soy yo, viene a decirle que su padre quiere verlo en el estudio más tarde, ¿puede ir a verlo?

«Me quería ver, ¿por qué?, hoy estaba de buen humor, pero él nunca me llama, y menos para que entre a su estudio, que es como su lugar seguro, no deja que nadie entre en ese lugar»

— Dijo algo, sobre porque quería que fuera a verlo al estadio.

— No, solo dijo que fuera en dos horas a verlo al estudio, nada más.

— Está bien, yo iré.

Escuche los pasos del mayordomo alejándose, yo volví a acostarme en la cama, no estaba de humor para más dramas, y algo me decía que no había nada bueno en que fuera a ver a mi padre al estudio.

De repente mi celular comenzó a sonar, lo tenía en la mesa de noche, yo no quería tomar la llama, incluso estirar mi brazo para tomar el celular lo encontraba una tarea titanica, por suerte el celular dejó de sonar.

Cerré los ojos, quería dormir una hora antes de ir a ver a mi padre, sin embargo, el celular volvió a sonar, no tuve más remedio que estirar la mano, miré la pantalla, le di al botón verde, pero no me percate de quien era que llamaba.

— ¿Hola?, ¿quién habla?

Hubo un silencio del otro lado de la línea telefónica, después de un rato, escuche unos ruidos, al final, nadie habló y la llamada se cortó, era algo extraño, miré la pantalla para examinar el número, pero, no lo reconocí.

Yo tampoco tenía ningún interés en devolver la llamada, puse una alarma en el celular, para despertar media hora antes de tener que bajar a ver a mi padre, puse en celular en la mesita de noche y cerré los ojos.

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...Sueño ...

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Estaba en una habitación oscura, y en un rincón había un hombre, estaba fumando un puro, con una copa de un licor en la mano, me froté los ojos, y comencé hacerme preguntas.

«¿Cuándo se hizo de noche?, miró a mi alrededor, esta no parece mi habitación, ¿cómo llegué aquí?, ¿qué está pasando?

— Niño, estas a punto de ser devorado por la oscuridad, deja de pensar tanto.

— ¿Quién eres tu?, ¿qué hago aquí?, yo le diré a mi...

«Me detuve, a quien podía llamar, ¿a mi madre? O, ¿a mi padre?, no tenía a quien recurrir, estaba solo, ¿qué podía hacer?, no tengo a quien recurrir»

— Te diste cuanta por ti mismo, estás solo, no tienes a nadie, en el futuro también ser así, todos los que se acerquen estarán contigo por tu dinero, todos te van a utilizar, y tú te vas a dejar, porque eres débil...

— ¡Cállate!

El hombre puso él baso en una mesa de noche a su lado, y el puro en un cenicero, se paró de la silla, y comenzó a acercarse a mí, mi corazón comenzó a latir con muchas fuerza con cada paso que daba, pensé que se me iba a salir del pecho, comenzó la habitación a iluminarse, entonces se detuvo frente a la cama, y vi su rostro...

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Me desperté sobresaltado, con el sonido de la alarma del celular, estaba sudando, y desorientado, me senté en la cama, hasta que me calme, ese sueño fue muy aterrador, no podía recortar la cara del hombre, pero algo me decía que lo conocía.

Tome el celular de la mesa de noche, y apagué la alarma, tenía que levantarme, no me quedaba mucho tiempo, y mi padre era un hombre impaciente que no le gustaba esperar.

Me levanté de la cama, me fui directo a baño, me di una ducha rápida, y me puse ropa cómoda, todavía faltaban muchas horas para qué comenzará en cumpleaños, me pare en la ventana un segundo y miré los preparativos que estaban muy avanzados en el jardín, miré al cielo, estaba algo nublado.

No sé porque, pero siento que algo sé estaba derrumbando y no sabía exactamente que era.