Desgraciada Vida

--Aura--

No se en que momento me quede dormida, pero estaba tan cómoda, no sentía frío ni me importaba ya a que distancia estábamos del suelo, solo se que me sentía muy bien y no quería despertarme... medio abrí mis ojos y luego cuando volvi a cerrarlos me dí cuenta, rápidamente me levante y me acomode en mi asiento, mis mejillas ardían de vergüenza como es que no me di cuenta..

-lo.. lo siento, me quede dormida sin darme cuenta- sonrojada

-bueno no me quejo de que me hayas usado de peluche, puedes volver a tu color natural, aunque te queda muy bien el rosa en tus mejillas-

-no digas eso, que vergüenza- dijiste desviando la mira

-vergüenza por algo que te hace ver hermosa? no, nada de vergüenza-

-y sabes a donde vamos?-

-intente preguntar, pero la azafata dijo que mi padre ordeno que fuera una sorpresa, así que estamos iguales-

-bueno ni modo y que hacemos mientras esperamos?-

-podrías darme otro beso? es nuevo para ambos pero necesito otro de esos- dijo ansioso

- yo.. yo no se, es que bueno, es que nunca había besado a nadie fuiste el primero- dijiste sonrojada

-lo se y la verdad eso no me molesto en lo absoluto, para ser el primer beso, fue algo embriagador-

tus mejillas no podían estar más rojas de lo que estaban, sentías que se te saldría el corazón del pecho en cualquier momento, cada centímetro que se iba acercando a ti, te hacía ponerte más nerviosa de lo que ya estabas... cuando estaba solo a muy poca distancia de tus labios volvió a preguntar..

-y entonces, puedo?-

lo único que pudiste hacer en respuesta fue asentir, para luego sentir de nuevo el sabor a whisky que desprendía sus labios, a parte de la sensación que hacía sentir en todo el cuerpo su toque, su mano reposaba en tu cintura y tu respiración empezaba a entrecortarse, cuando se separaron tuviste que bajar la cabeza para que no vieralo roja que estabas...

-vuelvo a decirlo, se ve muy bien ese color en tus mejillas-

te atrajo hacia el y pusiste tu cabeza en su hombro mientras miraban una película a la espera del aterrizaje que no sabían cuando sería, pero no estaban desesperados por llegar... mientras pasaban las horas hicieron distintas cosas para pasar el tiempo, jugaron cartas, vieron películas y también jugaron ajedrez, en todas la veces Izan ganó, definitivamente eres pésima para el ajedrez... la azafata se acercó a ustedes para decirles que ya era momento de aterrizar, rápidamente corriste a mirar por la ventana y no lo podías creer, nunca en tu vida habías visto lugar tan hermoso...

-por Dios Izan, donde estamos?-

-la verdad es que si es una gran sorpresa, estamos en Costa Azul-

-entonces ya no estamos en Francia? esto es magico-

-si aun seguimos en Francia, que bueno que te guste, este lugar es realmente hermoso y acogedor en todos sus alrededores-

cuando el avión estába por aterrizar volvieron a sus asientos, te aferraste a la mano de Izan como si tu vida dependiera de ello hasta que tocaron el suelo, un auto los esperaba para llevarlos al hotel, admirabas con emoción cada parte que veían tus ojos, hasta que llegaron a este, esto no parecía un hotel sino un castillo

dieron sus datos y subieron a la habitación que compartirían de ahora en adelante, tu estabas nerviosa observando la habitación, solo había una cama y te estaba dando un ataque, Izan leyó tu mente..

-tranquila, sino te sientes bien, yo dormiré en el sofa-

-harías eso?-

-si por supuesto, aunque tendré que cobrartelo- dijo sonriendo

-ah si? y se puede saber cuál será mi deuda contigo?-

-un beso, eso es lo que pido, solo eso-

te acerco a el para deborar tu boca con otro de esos besos que te dejaban sin aliento, comenzabas a acostumbrarte a estos, cuando se separaron te miraba estudiando tu reacción..

-quieres salir? O estas muy cansada?-

-creo que dormí perfectamente en el avión- dijiste con un color rojo en tu cara

-tienes razón, vamos?-

-si y adonde vamos?-

-ya veras-

luego de cambiarse de ropa, tomó tu mano guiándote a la recepción del hotel donde pidió un auto y condujo hasta un lugar maravilloso, se podía escuchar el sonido de las olas por todas partes.. subieron a un bote y se alegaron un copo de la orilla...

-esto es hermoso, nunca había visto un lugar así, es como si fuese de fantasía-

-realmente lo es, Costa Azul es un lugar fantástico, fue donde mis padres se enamoraron-

-de verdad? si sabes que es lo que esta tramando tu padre verdad?-

-lo se perfectamente y enviarnos aquí fue una buena jugada, solo vine en dos ocasiones una con mi madre, cuando era un niño y luego con Katy, ella era mi hermana-

su semblante se puso distinto, se podía notar algo de tristeza en sus ojos...

-lo se, tu padre me contó sobre Katy, de verdad lo siento Izan-

-no crei que mi padre te lo dijera, entonces sabes que murio por un hombre?-

-no se los detalles, pero se que era muy importante para ti-

el te abraza en respuesta como si por primera vez desde ese momento se sintiera apoyando y comprendido, tu respondiste a aquel abrazo y siguieron hablando y riendo un largo rato en el bote, hasta que decidieron regresar, ahora si estaban cansados y Izan dijo que mañana te llevaría a un lugar espectacular, volvieron al hotel y al entrar el se metio a la ducha, luego tu te fuiste directamente al baño para ducharte y ponerte una pijama.. cuando saliste de este pensabas que lo encontraría ya dormido, pero por Dios no puede existir tal perfección de hombre, estaba sentado en la cama mirandote

tu le seguiste la mirada por varios segundos hasta que te acordaste de tu pijama rápidamente te tapaste con las manos, que vergüenza.. tus mejillas se pusieron muy rosadas y desviste la mirada

-sabes? matare al que hizo mi maleta, definitivamente no pude encontrar algo más.. más apropiado-

-bueno creo que yo debo felicitarlo, te ves muy bien con esa pijama-

-eres un adulador eso es todo-

-te equivocas ya deberías saber que yo no doy cumplidos si no me lo parece-

-bueno puede que tengas razón, aunque tu también te ves bien- dijiste aun con más vergüenza

este en respuesta solo se echo a reír, podía darse cuenta claramente de tus nervios que en este momento estaban resuliendo de una manera incontrolables..

-ven siéntate-

-con...contigo? allí en la cama?-

-calma no muerdo, veremos una película solo eso, lo prometo. aunque no prometo nada sobre robar besos-

-ahmm bueno creo que puedo ceder a eso-

sin decir más te sentaste a su lado, el coloco la película para luego envolverte en un abrazo, ya comenzaba a hacerse costumbre para ti todo ésto...