Mía Por Siempre Mía

Narrado por Emma:

Ha pasado ya una semana de lo sucedido con esa mujer. Esta semana hubo cosas malas y buenas, obviamente. Las malas fueron por Marta, que se atrevió a buscar a mis hermanos en sus escuelas.

Cuando ellos me contaron sobre eso, y también sus profesores sobre el encuentro con esa mujer, casi me da un ataque de rabia.

Flashback

Salí temprano ya que Buriam me dio el día libre porque tenía una reunión importante en la comunidad donde vive. Así que me dirigía a la escuela de las mellizas y luego iría a la de Eider.

Al llegar, pude ver cómo un auto elegante partía del lugar y no vi nada raro, ya que podía ser cualquier padre. Me acerqué a la entrada y las mellizas, al verme, salieron corriendo hacia mí con una sonrisa enorme.

Le di un beso a cada una y me acerqué a la maestra, la cual me informó que había ido una señora muy elegante a ver a las mellizas y habló con ellas. De inmediato supuse de quién podría tratarse.

Le dejé ordenado a la maestra que si volvía esa mujer, no dejara que se acercase a las niñas. Que si volvía a suceder, ella tendría serios problemas, ya que no podía dejar que una mujer cualquiera venga a ver a mis hermanas sin ser nada. Y me fui.

 Tomé a las mellizas de la mano y las invité a tomar un helado antes de ir a ver a Eider, lo cual aceptaron alegremente. Ya en el lugar, estábamos esperando nuestro pedido mientras hablaba con ellas.

Emma: Díganme, princesas, ¿cómo les fue el día de hoy? (Las miro sonriendo)

Amira: Muy bien, mami. (Contesta con una sonrisa)

Amarís: Jugamos, pintamos, cantamos y bailamos muchas canciones. (Sonriendo)

Emma: Entonces se divirtieron, mis princesas? (Acaricio sus cabellos)

Amarís: Sí, mami, y mucho con todos nuestros amigos. (Jugando con su peluche)

Amira: Mami, también conocimos a una señora rara. (La mira)

Emma: ¿Así? ¿Les dijo algo? ¿Quién era? (Atenta)

Amira: Sí, dijo que se llamaba Marta, pero nos miraba muy raro y decía cosas que no eran ciertas y me enojaron mucho. (Puchero)

Emma: *Esa maldita loca, ¿cómo se atreve a ir a verlas?* (Apretando sus puños) ¿Así? ¿Y qué les dijo esa mujer para que se enojen, princesas? (Las miro atenta)

Amarís: Dijo que tú no eres nuestra mamá. (Puchero)

Amira: Que ella era nuestra verdadera mamá y tú nos robaste de ella, pero que pronto estaremos con ella. (Mueca)

Emma: *¿Cómo se atrevió a decirles eso? ¿Acaso no ve que son unas niñas?* (Enojada)

Amarís: Eso no es cierto, porque tú eres nuestra mami, ¿verdad? (La mira)

Amira: Mari lloró mucho cuando dijo esas palabras esa mujer y yo me enojé. (Seria) Le dije que dejara de decir mentiras, porque son mentiras, ¿verdad, mami? (La mira atenta)

Emma: Niñas, no hagan caso a lo que dice esa mujer, solo dice cosas que no tienen sentido. Ustedes nunca se irán de mi lado, no voy a permitirlo, ¿escucharon? (Les sonríe)

Ami y Mari: Sí, mami, está bien. (Sonríen)

Luego de que tomaran su helado, fuimos a buscar a Eider, que también me contó exactamente lo mismo. Él comprendió la situación porque es un niño bastante inteligente y dijo que no le interesaba volver con esa mujer y se quedaría a mi lado y que no me preocupara por nada.

Fin del flashback

Ya era lunes y me encontraba saliendo de la universidad junto a Adara, ya que iríamos juntas a la empresa. Estaba por subir a su auto cuando un tipo se me acercó y me entregó una carta diciendo que era abogado y se fue.

Adara: Emma, dime, ¿de qué se trata esa carta? (Preocupada)

Emma: No lo sé, Adara. Ahora veré de qué se trata. (Abre el sobre y empieza a leer)

Adara: Por tu cara no es nada bueno, ¿verdad? (Mirándola atentamente)

Emma: Es una demanda de esa mujer. Me acusa de robarle a mis hermanos. (La mira)

Adara: ¡¿Qué?! ¿Acaso esa mujer se volvió loca o qué? (Enojada) Ven, sube, debemos irnos a la empresa para que podamos hablar de esto tranquila y hablar con nuestros abogados. Esto no se quedará así. (Sube rápidamente)

Emma: (Sube) Lo que me dijo ese día lo está haciendo. (La mira) Dime, ¿acaso puedo perder a mis hermanos, Adara? (Se le cristalizan los ojos)

Adara: No seas tonta, Emma. Claro que no podrá quitártelos, tú tienes más derecho que ella, no debes preocuparte. (Toca su mano mientras conduce)

Solo me quedo en silencio pensando en todo lo que sucedió y con la esperanza de que todo esto sea solo una maldita pesadilla. Desde que volvió a aparecer esa mujer, todo es una maldita mierda y el simple hecho de que pueda quitarme a mis hermanos me aterra, sabe darme donde más me duele.

Al llegar a la empresa, bajamos y subimos directo hacia el elevador. Realmente no podía cambiar mi expresión y poner una sonrisa, ya que esto estaba comenzando a preocuparme.

Narrado por Buriam

Ya pasó una semana de lo sucedido con su hermano. Desde ese día nos hemos acercado más con Emma. Supongo que ahora, al saber que no tenía nada con Saya, puede expresar un poco más sus sentimientos hacia mí y eso me pone feliz.

Aunque también he notado que algo le preocupa y solo sé que está buscando abogados. Aunque también sospecho que puede ser por la llamada de ese maldito idiota que se atrevió a gritarle, al cual ya había mandado a alguien a darle una advertencia. No creo que se atreva a tanto.

Estaba en mi oficina esperando que llegara mi luna, ya que ya había salido de la universidad y estaba con mi hermana, es lo que me informaron mis guerreros a su cuidado.

Estaba firmando algunos papeles cuando se abre la puerta y entra Adara de la mano de mi mate. La hace sentar en el sillón y viene hacia mí y, por sus caras, algo sucedió y solo levanto una ceja mirándola atentamente.

Adara: Hermano, voy a ocupar tu teléfono. (Lo agarra y marca)

Buriam: Dime, princesa, ¿sucedió algo? (La miro y luego a mi luna)

Adara: Sí, por esa razón estoy contactándome con nuestros abogados. Tenemos a los mejores de Italia. (Empieza a hablar por teléfono)

Miro a mi mate serio sin entender nada y lo que escucho en su pensamiento no me gusta nada.

Emma: *Espero que sí pueda ayudarme con esto, por favor.* (Preocupada)

Buriam: (Me acerco a ella) Dime, linda, ¿qué sucedió? No me gusta verte así. (Me siento a su lado)

Emma: Me acaban de demandar y no tengo abogados. (Me hace ver la carta en su mano)

Buriam: (Agarro la carta y leo) Dime, ¿quién es Marta? (La miro)

Emma: Es mi madre, quiere a mis hermanos de vuelta. (Cabeza agachada)

Buriam: *Así que ese maldito abogado se atrevió a hacer lo que se le dio la gana sin hacer caso a mi advertencia.* (Enojado) No te preocupes, no dejaré que te los quiten. (Agarra su mano) Ellos estarán contigo, linda, no debes preocuparte, ¿sí? (Sonríe)

Emma: *No sé por qué sus palabras me transmiten mucha tranquilidad.* (Lo mira a los ojos) Está bien, Buriam, trataré de no pensar en esa posibilidad. (Sonríe triste)

Buriam y Max: (La abraza) Ahora me tienes a mí y no debes preocuparte por nada ni nadie, porque al que se atreva a hacerte daño le arrancaré la cabeza. (Entre dientes)

Emma: (Corresponde al abrazo) *Me encanta tenerlo así de cerca.* (Sonríe) *Diablos, ¿por qué tiene venir el recuerdo del beso ahora?* (Sonrojada)

Buriam: *Ay, muñeca, ¿por qué no puedes controlar tus pensamientos? Haces que desee nuevamente esa boquita.* (Sonríe)

Flashback

Me encuentro con mi mate en la oficina. Estaba ayudándome con algunos documentos cuando veo que se levantó y se acercó a mí. Estaba concentrada en un documento que casi se cae, pero la agarré rápidamente, sentándola en mis piernas.

Ella se quedó viéndome fijamente y roja por nuestra cercanía. Trató de levantarse y no la dejé. Al tenerla así junto a mí, Max ronroneaba en mi cabeza feliz. Me acerqué más a su cuello y hundí mi cabeza olfateando mejor su aroma, que tanto me encanta.

Emma: Buriam, ¿qué haces? (Trata de alejarme)

Buriam: Déjame estar un momento así, por favor. Me fascina tu aroma. (Meto más mi cabeza acercándola más a mí)

Emma: *Ay, dios mío, ¿por qué me tientas así?* (Traga) *Su respiración en mi cuello me está haciendo perder el control.* (Roja)

Buriam: (Me alejo de su cuello y la miro fijamente) Te ves muy linda sonrojada, mi luna. (Acaricio su rostro acercándome un poco)

Emma: Buriam, estás demasiado cerca, ¿no crees? (Desvío la mirada avergonzada)

Me encantaba tenerla así ante mí que ya no pude más y terminé pidiéndole disculpas y la besé. Al principio ella no correspondió, pero poco a poco lo hizo, dándonos un beso tierno y a la vez profundo. La acerqué más a mí agarrando su cabeza para profundizar el beso.

Max estaba enloquecido por al fin poder darle un beso a nuestra luna. Quisiera tenerla así siempre, que cuando tuve que alejarme de ella por falta de respiración entre ambos, sentía que algo me faltaba.

Solo la observaba con una sonrisa de oreja a oreja mientras ella estaba roja de la vergüenza. Estaba por volver a besarla cuando se abrió la puerta y ella de inmediato se levantó de arriba de mí roja. Maldecía al maldito de Emir por llegar en el momento menos indicado.

Fin del flashback