NO SERÉ TU AMANTE

Un año después, Maximiliano y Olga se conocen, conectan muy rápido, sus ideas son similares, y a el le encanta su trabajo. Pronto se vuelven muy buenos amigos. Al paso de otro año, el la invita a conocer a sus padres.

Olga acepta y va a su casa para cenar. A Braulia y Esteban le cae tan bien que la invitan a pasar unos días en su hacienda. En un principio Olga se niega, no quiere descuidar su granja.

— Muchas gracias, pero tengo trabajo.

— Unos días de descanso no te hacen daño. Además, Max nos contó que te gusta el campo.

— Me encanta pero...

— No aceptaremos un no. — Olga sonríe. Hace mucho que no se sentía en familia, todo esté tiempo ha estado muy sola, sin ganas de vivir, lo único que la motiva cada día es leer la carta que su madre le dejo antes de morir.

— Gracias.

— Yo paso por ti el viernes. — Le dice Max.

— Está bien.

... Ella deja todo arreglado y el viernes lo espera puntual.

— ¿La hacienda está muy lejos?

— Un poco, pero tranquila, llegaremos antes del atardecer.

— ¿Y tus abuelos?

— Ellos se adelantaron. Quieren tener todo listo para tu llegada.

Olga piensa en lo amables que son, no imagino que personas tan ricas fueran tan buenas, sobre todo por toda la gente mala que conoció en el club.

Ella se va todo el camino muy pensativa. Imaginando todo lo que debe haber en esa hacienda. Cuando llega se sorprende con la extensión de las tierras, con la cantidad de ganado que hay, con lo bien cuidada que está la casa y en general la belleza natural.

— Es preciosa.

— ¿Quieres dar un paseo a caballo antes de entrar?

— ¿Podemos?

— Por supuesto. — Max le pide a un empleado que lleve el equipaje adentro. Luego se va con Olga a los establos y pide que le ensillen dos caballos.

Mientras tanto en la casa, Braulia hace que tengan lista la comida. Está en eso cuándo alguien la abraza.

— ¿Hijo? ¿Si viniste? — Braulia se emociona al ver a Erick.

— Hola mamá.

— Me da mucho gusto que cambiarás de opinión.

— Me arrepentí de camino para acá, la lluvia está terrible.

— No estaba así. Empezó hace pocos minutos, y Max que no regresa.

— ¿Max vino?

— Si.

— ¿Y dónde está?

— Se fue a dar un paseo con su novia.

— ¿Con Brenda?

— No. Sabes que esa muchacha no me agrada. Hice que terminara con ella, y ahora consiguió una novia muy hermosa.

— ¿Con quién está saliendo?

— Con... — Braulia es interrumpida por unas carcajadas que vienen hacía ellos. — ¿Qué hacen así? — Regaña al verlos empapados.

— La lluvia nos alcanzo. — Dice Max. Erick se aproxima a ellos, Olga se queda perpleja al verlo, al igual que el al verla. — Qué gusto verte. — Max trata de abrazarlo, sin embargo Erick no lo permite. — No me hagas el feo, sólo estoy un poquito mojado. — Dice riendo.

— ¿Quién es el? — Olga está deseando que no sea lo que piensa.

— Qué mal educado. Te presento a mi tío, ya te había hablado de él. — Olga sigue impactada.

— Pensé que era alguien mayor a ti. — Max en alguna ocasión le comento a Olga que su madre murió y el desde pequeño vivio con sus abuelos y tío, con el que se llevaba muy bien. Lo que no mencionó es que su tío es un año menor a el.

— Debería, pero mi abuela lo tuvo a los 44 años. Cuando yo tenía un año de nacido. —

— A. — Es lo único que Olga puede decir. Jamás imagino que se encontraría con el, y mucho menos que sería familia de Max.

— Tío ella es mi novia. — Ambos se sorprenden por cómo la presento. Pero ahora no es momento para aclarar su relación con Max.

— Discúlpenme. Tengo que ir a cambiarme. Con permiso. — Olga se va a la cocina y pregunta a una de las empleadas donde pusieron su maleta. Está la lleva a su habitación y Olga se encierra. — Ésto debe ser un mal chiste. — Se comenta nerviosa y preocupada.