Chris mantuvo una relación de 3 años con una mujer llamada Valentina, Valentina le es infiel con un hombre muy adinerado y decide dejar a Chris.
Cuando Chris se entera de esta infidelidad no quiere que Valentina lo deje, por ende conoce a otra mujer, a quien tratara de convertirla en lo que Valentina era para él
NovelToon tiene autorización de Rosa Isela Hincapié Rico para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Despedida y Plan Macabro
(La oficina está decorada con tonos suaves. El reloj marca la hora exacta. MARÍA JOSÉ toma su cuaderno. Su paciente, un joven de mirada desconfiada y palabras medidas, se sienta frente a ella. Se llama Andrés)
María José:
-Andrés, bienvenido de nuevo. La semana pasada mencionaste pesadillas recurrentes… ¿siguen?
Andrés:(mirando al suelo):
-Sí. Todas las noches. Los disparos. La sangre. Y una risa… siempre esa maldita risa. Me despierto sudando.
María José:(anota algo):
-Esa risa… ¿la reconoces?
Andrés:(levanta la vista, serio):
-Es de alguien que conocí hace años… Elkin. El hombre que me salvó… y luego me condenó.
María José:(tensa):
-¿Condenarte? ¿Te refieres a una figura de autoridad? ¿Un padre? ¿Un mentor?
Andrés:(niega con la cabeza):
-Era... un narco. El jefe. Me entrenó desde los 15. Me convertí en su sombra. Y ahora estoy tratando de salir… pero no se sale tan fácil.
María José:(guardando silencio por un segundo):
-¿Tienes miedo?
Andrés:
-Mucho
(Ella lo mira, confundida. Andrés se pone de pie.)
Andrés:
-Esta sesión fue una despedida.
María José:
-Adiós Andrés
Andrés:
-Adios doctora
María José sabía que era su última sesión con Andrés, pero al mismo tiempo también tenía un mal presentimiento, de que Andrés se estaba despidiendo como si algo malo le fuera a pasar
Mientras tanto en la constructora
Chris:
-Yo opino, hay que hacer unos pequeños ajustes a los planos del centro comercial
Erick:
-si, yo también opino lo mismo
Chris:
-Pues bien, voy a hacer una llamada
Erick:
-dale está bien, yo también voy algunas llamadas
Chris:
*sale de la oficina de Erick y entra a su oficina*
Chris:
-voy a llamar a María José *llamando*
En el consultorio
María José:
*le entra una llamada* es Chris
-📱💬 Hola mi amor
-📱💬Hola preciosa, cómo estás, me has hecho mucha falta
-📱💬 tú también me haces mucha falta, en estos momentos estoy en mi consultorio con arto trabajo que hacer
-📱💬 ya somos dos, yo también tengo arto trabajo por hacer pero quiero verte
-📱💬 también quiero verte, a que hora crees que te puedes desocupar
-📱💬 mmm... Me estoy desocupando a eso de las 5 de la tarde
-📱💬 perfecto, paso por tu consultorio a las 5 de la tarde, me das la dirección porfa
-📱💬 claro que si, es ********
- 📱💬 de acuerdo a las 5 de la tarde paso por ti
Chris:
*cuelga*
Mientras tanto en una finca llamada "la emperatriz"
Se sientan cuatro hombres. Elkin, el jefe del cartel, lidera la conversación.
Elkin (mirando fijamente a sus socios):
—No los traje hasta aquí para perder el tiempo. Los números del mes pasado no cuadran. Y cuando los números no cuadran, alguien está jugando sucio.
Ramiro (con tono nervioso):
—Elkin, yo manejo los cargamentos del norte. Ahí no se ha perdido ni un gramo. Si alguien está robando… no soy yo.
Julián (cruzado de brazos, desafiante):
—¿Y si el problema viene del puerto? ¿Ya preguntaste por ese lado? Hay muchos ojos en esa zona… y muchos traidores.
Elkin (se sirve un trago de whisky y lo bebe de un solo golpe):
—Julián, si supiera que eres tú, no estarías hablando en este momento. Así de simple. Pero esto no es paranoia. Esto es negocio. Y en mi negocio, la lealtad no se compra, se demuestra.
Martín (el más joven, con voz temblorosa):
—Yo escuché un rumor… dicen que la DEA anda detrás del envío que sale en tres días. Tal vez no es fuga… tal vez es que alguien está cooperando.
Elkin (clava su mirada en Martín):
—¿Rumores? ¿Ahora trabajamos con rumores? Si la DEA se mete es porque alguien les abrió la puerta. Alguien de esta mesa… o alguien muy cerca.
(Se hace un silencio incómodo. El sonido lejano de grillos se mezcla con la tensión del momento.)
Elkin (se levanta lentamente):
—Voy a decir esto una sola vez. El próximo que mienta, que robe, o que crea que puede joderme… va a terminar igual que el "Mono" la semana pasada. Y ustedes saben cómo terminó el "Mono".
Ramiro (traga saliva):
—Desapareció. Nadie volvió a saber de él.
Elkin (con una sonrisa helada):
—Exacto. Porque así opero yo. Sin rastro. Sin error.
(Elkin camina hacia la puerta. Antes de salir, se detiene.)
Elkin:
—Tienen 48 horas para encontrar la filtración. Si no lo hacen… esta mesa se queda con menos sillas.
(La puerta se cierra con un golpe seco. Los socios se miran entre sí, sabiendo que el tiempo corre y el miedo ya está sentado con ellos.)