EL GATO Y EL RATÓN

Hemos visto movimientos sospechosos en las fronteras de nuestro reino - le decía el jefe de los guardias a ARABELLA.

- Y que creen que sea - le pregunto ARABELLA sería.

- Algún reino vecino, mirando nuestros terrenos para saber por dónde atacar es lo único que se me viene a la cabeza Majestad.

- Con cuales reinos tenemos problemas, como para que quieran declarar una guerra - le pregunto ARABELLA, el jefe de guardias le iba a responder pero en ese momento entro Leonardo.

- Vete necesito hablar con mi esposa - le dijo Leonardo dirigiéndose al guardia, el guardia asintió y salió de la oficina dejando ARABELLA con Leonardo solos.

- ¿Que quieres? Hay asuntos importantes del reino como para perder el tiempo contigo. - le dijo ARABELLA sin nisiquiera mirarlo.

- Quiero que empecemos de cero, yo sé que me equivoque y te pido disculpas, te prometo que no volverá a pasar.

- Mira Leonardo es mejor dejar las cosas claras yo por ti no siento nada, el amor se me acabó, se esfumó así que deja de perder tu tiempo y mejor arreglar todo para que tu primo el duque Hans ocupe el trono - le dijo ARABELLA sin emoción alguna.

- Como te atreves hablarme así, yo soy tu esposo y deberías estar agradecida de que te estoy pidiendo disculpas, si yo llego a entregarle el trono a mi primo tú también dejarías de ser la Reina.

- Eso te equivocas a diferencia tuya, yo si trabajo por este reino, la gente me quiere y estoy segura que nadie se opondría a que yo me volviera a casar con el duque. - le dijo está mirándolo con una sonrisa burlona.

- No te atreverías a faltarme de esa manera, TU ERES MÍA!! - dijo mientras la agarraba del cuello, ARABELLA utilizo su poder y se lo quito de encima.

- Yo no soy de NADIE y es mejor que te vallas de mi presencia si no quieres terminar tres metros bajo tierra - le dijo ARABELLA mientras lo miraba con enojo, mirada que hizo que Leonardo sintiera un escalofrío por todo el cuerpo.

- Me amenazas, a mi el REY - le dijo serio.

- futuro ex rey y no es una amenaza es una advertencia, ahora vete - le dijo con enojo sentía que la paciencia se le estaba acabando.

- Esto no se va a quedar así - le dijo Leonardo para después salir dejando sola a ARABELLA.

Al estar sola jalo de la cuerda que estaba al lado de su escritorio, inmediatamente entro Ada a la oficina.

- Me llamo mi señora.

- Por favor busca a Hans y dile que necesitó hablar seriamente con él - le dijo ARABELLA soltando un suspiro, Ada asintió y fue a buscar al duque.

HANS estaba en la habitación de su padre, había acabado de llegar a Palacio y lo estaba felicitando por su futuro título.

- Espero que está nueva responsabilidad, te vuelva juicioso, ojalá no pase como pasó con Leonardo.

- Yo cuidare a mi reino cosa que Leonardo jamás hizo solo estaba pendiente de su concubina y sus viajes.

- Igual a ti con la única diferencia que sé que vas a hacer de este reino el más poderoso, más de lo que ya es.

- De eso que no te quepa la menor duda - dijo sonriendo - y más con la mujer que me acompañará a lograrlo - dijo esto último en sus pensamientos.

En ese momento escucharon que tocaron la puerta, Hans fue abrir encontrándose a la dama personal de ARABELLA.

- Mi señora pide su presencia en su despacho, dice que es algo serio.

- Dile que en un momento voy - le dijo Hans, Ada asintió y se fue a llevar el recado.

- Quién quiere hablar contigo - le pregunto el padre de éste.

- Después te la presento, ahora debo ir hablar con ella, con permiso padre - dijo cerrando la puerta detrás de él.

Ada le informo el recado de Hans a ARABELLA, después de un momento Hans apareció en el estudió.

- ¿Dime qué es lo que pasa? - dijo sentándose en el mueble.

- Dicen que hay movimientos sospechosos en las fronteras del reino, el guardia sospecha de que sea alguien con intenciones de declarar nos la guerra.

-¿como?... Eso es imposible tenemos tratados de paz con todos los reinos vecinos.

- De pronto Leonardo hizo algo que iba en contra de algún reino y eso les molestó.

- No creo, esos acuerdos están desde que mi tío era el rey, debo hablar esto con él.

- Está bien, después me cuentas qué te dijo mientras voy a ir a las fronteras a mirar bien que es lo que está pasando allí.

- Eso es peligroso, deja esos a los guardias, apenas hablé con mi tío iré yo y después te lo comento.

- Acaso mi futuro esposo está preocupado por mi - dijo mientras de acercaba y ponía sus manos en su pecho.

- solo que si hay enemigos y quieren hacerte algo... - no pudo terminar de hablar porque ARABELLA puso sus dedos en sus labios y lo miraba con una sonrisa en el rostro.

- Dilo estás preocupado por mi - dijo acercándose a sus labios cuando estaban solo a milímetros.

- No.... Es eso... Solo - dijo conteniendo de besar esos labios - HANS no puedes volver a caer se fuerte - se dijo en sus pensamientos.

- Tengo que ir hablar con mi tio, con permiso - dijo parándose y saliendo casi corriendo de la oficina.

- Me pregunto quién será el gato y el ratón aquí, jajaja - dijo ARABELLA al verlo salir de esa manera.

- Mi señora que fue lo que paso, porque el duque salió de esa manera - dijo Ada una vez entro a la oficina.

- Nada Ada, por favor organiza ropa cómoda para viajar, iremos a la frontera del reino.

- Como ordene mi señora - dijo saliendo de la oficina a cumplir con el encargó.

En otro reino.

- Por que no haces ningún movimiento está espera me está matando - dijo RAVENNA con enojo

- Cuida tu tono, no olvides frente a quien estás, no quisiera tener que prescindir de tus servicios y mandarte al otro lado.

- Perdóname mi grosería, solo quiero recuperar lo que me fue quitado.

- Solo ten paciencia, si queremos tener lo que ambos deseamos tenemos que hacer las cosas bien. - dijo mientras mostraba una sonrisa malévola en su rostro.

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