NUEVAS VISITAS

ARABELLA siendo ya altas horas de la noche se encontraba en el jardín mirando el cielo, quería respirar un poco de aire, en un momento cerró sus ojos disfrutando del viento, cuándo de repente dejo de sentir ese refrescante viento por uno caliente.

- Porqué siento calor - dijo con los ojos cerrados, cuando los abrió se encontró de frente con aquel dragón que vio en aquél pueblo.

- haha - gritó asustada al mismo tiempo que se iba de espaldas por la impresión.

- Tu especie como siempre torpe - dijo aquel dragón.

- Te dije que mi reino no volvería hacerte daño, porque estás aquí - le dijo ARABELLA aún en el suelo.

- Solo quería visitarte, la otra vez no te di las gracias por salvar a mis hijos, estaré siempre agradecido - dijo bajando un poco la cabeza.

- Serás mi mascota - dijo con burla ARABELLA, este al escucharlo rugió un poco bajo.

- tampoco te animes tanto, solo quiero que sepas que tienes en mi un amigó, Reina - dijo volviendo agachar la cabeza para después irse volando nuevamente.

- Vaya, vaya, ahora tengo un dragón de amigó, cada vez más poderosa - dijo ARABELLA en sus pensamientos.

- No crees que es tarde para estar afuera de palacio - dijo HANS al llegar donde estaba.

- Solo quería sentir el aire fresco, ¿porque te preocupas tanto por mi?.

- Yo...yo no me estoy preocupando solo salí un rato hacer lo mismo que tú y cuando te Vi solo te quise preguntar.

- No te pongas nervioso... Yo no muerdo - dijo pasando por el lado de él y caminando adentro de Palacio.

- Está mujer me va a volver loco, pero tienes que resistir Hans ninguna mujer jamás te tendrá - dijo firme en sus pensamientos.

Al día siguiente en palacio se escuchaba gritos de una mujer y esa era RAVENNA que estaba siendo echada de Palacio, gritaba exigiendo la presencia de Leonardo o de Hans.

- Tú crees que Hans vendrá a de tenerme por favor - dijo ARABELLA harta de escucharla gritar.

- El gusta de mi, cuando llegó a palacio me coqueteó - dijo mientras le mostraba una sonrisa pensando que Hans de verdad estaba interesado en ella.

- Solo lo hice porque creía que eras la esposa de mi primo, pero al saber que eras una simple concubina no lo volví hacer - dijo mirándola con burla.

- No espera, yo puedo ser tu esposa, te garantizó servirte y obedecer te. - dijo llegando a Hans mientras intentaba abrazarlo pero este no la dejaba.

- Hermana como se te ocurre ofrecerte de esa manera al duque... Padre por favor dele su merecido castigo - dijo ARABELLA al ver que el padre de estás llegaba en un carruaje, días antes ARABELLA mando una carta informándole que RAVENNA iba hacer echada de Palacio.

- RAVENNA, cómo se te ocurre hacer este espectáculo, métete en el carruaje ahora mismo. - dijo el padre de esta muy enojado.

RAVENNA solo obedecía cuando estuvo dentro del carruaje le hizo una seña ARABELLA pasando su mano por su cuello en forma de amenaza.

- Yo también te extrañare hermana - dijo en forma de burla después el carruaje emprendió su viaje.

- Ya salimos de una bandida - dijo ARABELLA dirigiéndose a Hans.

- Solo falta Leonardo, se llevará una grata sorpresa cuando vuelva - le respondió Hans, Leonardo había salido de viaje con su nueva concubina.

- Cómo es eso que le coqueteando a mi hermana pensando que era su esposa - le dijo cruzando los brazos.

- Em si para poder ponerla encontrá de Leonardo solo por eso lo hice. - le respondió un poco nervioso mientras miraba hacia otra dirección.

- Osea que si yo hubiera estado en palacio, me hubieras coqueteado a mí - le dijo alzando una ceja.

- problebemente - le dijo un poco nervioso.

- Interesante... - dijo para después retirarse.

A la tarde le informaron a ARABELLA que un carruaje había llegado a Palacio, así que junto con Hans salieron para mirar de quién se trataba, bajando de este el padre de Leonardo antiguo rey junto con su esposa.

- Ese es el padre de Leonardo - le pregunto ARABELLA a Hans en un susurro.

- Si ese es y ella es su esposa.

- Estos hombres que es lo que tienen que todos son unas cositas tan ricas - dijo ARABELLA en sus pensamientos.

- Sea bienvenido a palacio suegro, suegra - dijo ARABELLA asiendo una pequeña reverencia.

- Tíos que bueno volverlos a ver - le dijo Hans asiendo la misma acción de ARABELLA.

- Tu carta me tiene muy enojado Hans, pido hablar ahora mismo con Leonardo - dijo Samuel antiguo rey.

- Tranquilízate querido, por favor - le dijo Romina antigua reina.

- Mi esposo en estos momentos no se encuentra en Palacio, se ha ido con su concubina de viaje - dijo ARABELLA fingiendo tristeza pues tenía que actuar como una verdadera esposa sufrida.

- Tranquila querida, Leonardo recibiera su merecido, iremos a descansar por favor envié por el donde quiera que esté.

- Claro tío yo mismo me encargaré - le respondió Hans.

Samuel y Romina fueron a su habitación, mientras que ARABELLA y Hans celebraban en el despacho su futuro triunfo con vino.

- Salud, por los nuevos reyes del reino, aunque yo ya soy la reina. - dijo alzando su copa.

- Salud mi REINA - dijo cochando las copas.

Después de unas horas los dos ya estaban bastante embriagados.

- Creo que fue suficiente - dijo ARABELLA tratando de levantarse para ir a su habitación.

- Te acompañó a la habitación - dijo caminando hacia los lados tratando de llegar hacia ARABELLA pero termino haciendo caer ARABELLA con el encima.

Estando ya cerca sus labios se juntaron en un beso que poco a poco se volvía más y más intenso.

- Pará, nuestro trato no dice que tenía que acostarme contigo - dijo ARABELLA tratando de quitarlo.

- No lo está pero lo podríamos incluir.

- Estamos ebrios lo mejor será irnos a la habitación - dijo parándose y ayudando a Hans a pararse y entre los dos se ayudaron para llegar a la habitación de ARABELLA.

- Ahora si, incluyamos el sexo en nuestro trato - dijo empujando a Hans dentro de la habitación mientras cerraba la puerta detrás de ella con seguro.

- Será un placer - dijo Hans mientras se lanzaba a ella devorando sus boca con besos apasionantes.

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