TE FELICITÓ

Duque, que lo trae por aquí - dijo ARABELLA levantándose de su asiento y dando la vuelta para estar frente a frente con Hans.

- Quería conocerte debidamente, me parece que las dos veces pasadas no fue muy correcto que digamos - le respondió Hans recordándole más que todo la vez en el hostal, recuerdo que hizo sonrojar un poco a ARABELLA.

- Perdone a mi hermana, todavía no sabe su lugar pero pronto aprenderá - le respondió ARABELLA cambiando el tema inmediatamente, cosa que hizo sonreír a Hans.

ARABELLA lo detallo cuando esté sonrió dándose cuenta que era un hombre muy hermoso, mucho más que Leonardo, esté tenia el pelo blanco con porte y elegancia.

- Me vas a desgastar de tanto mirarme - le dijo HANS al notar como ARABELLA se le quedaba viendo.

- he.. Discúlpeme - le respondió ARABELLA mientras miraba hacia otra dirección un poco avergonzada.

- Pero dígame duque a qué debemos su estadía en palacio - le pregunto ARABELLA, aunque ella sabía por porqué.

- Vine por negocios importantes que tengo en la capital.

- Entiendo, espero y su estadía en palacio sea de su agrado, ahora sí me lo permite necesitó salir.

- Me gustaría platicar con usted, claro cuando esté libre.

- Claro Duque, mandaré a mi doncella por usted cuando lo esté, con permiso - le dijo ARABELLA con una sonrisa, Hans solo asíntio devolviéndole la sonrisa mientras la miraba marcharse.

Mientras ARABELLA iba en camino hacia la salida, alguien tiró de su brazo haciéndole voltearse bruscamente contra la pared.

- Que buscas con mi futuro esposo - le dijo RAVENNA mientras le apretaba el cuello con una sonrisa de satisfacción.

- Y quien es tu futuro esposo, ramera - decía con un poco de dificultad pero sin borrar su sonrisa del rostro.

- El Duque, si quieres que deje a tu esposo para ti sola no te metas con él, entendiste - dijo apretando un poco más el cuello de esta.

ARABELLA con una mano empezó a elevar un jarrón y se lo aventó en la cara a RAVENNA, haciendo que la soltará y está empezará a quejarse con el dolor, Hans y Leonardo escucharon los gritos y corrieron haber que estaba sucediendo, al llegar vieron a RAVENNA el suelo y a ARABELLA tosiendo, cuando RAVENNA los vio a llegar empezó a gritar más duro.

- ARABELLA quiso matarme Majestad - decía llorando todavía en el piso.

- Esto ya es el colmo ARABELLA - gritó con enojo Leonardo.

- Porqué defiendes a esta concubina cuando a tu esposa a la que debes proteger - le dijo HANS a Leonardo.

- Duque puede que yo solo sea una simple concubina pero ARABELLA es mala se lo juro siempre está buscando como matarme - le dijo RAVENNA dirigiéndose a Hans.

- Te felicito que bien actúas, de eso no me cabe duda- dijo ARABELLA cuando ya se había recuperado un poco

- No estoy actuado es la verdad - le gritó RAVENNA.

- No pudiste solo conformarte con tu papel de concubina favorita, si no que además me amenazas con que no me meta con el duque ya que según tu es tu futuro esposo - dijo con burla ARABELLA.

- ¿Que!!!? - dijo sorprendido Hans.

- Deja de calumniar a tu hermana, ella solo me ama a mi - le dijo Leonardo.

- Lo dicho te tiene ciego, por tratar de matar a tu REINA, ordenó que te den 100 latigazos, así aprenderás que palacio la reina soy yo - le dijo ARABELLA asiendo que RAVENNA abriera los ojos sorprendida.

- Tu no dejaras que ella haga eso - dijo mirando a Leonardo, este iba hablar cuando sintió elevarse en el aire.

- Tu llegas a contradecir una orden mía, y desde esa altura te suelto y miramos si sobrevives - dijo con burla ARABELLA mientras lo tenía en una altura considerable, después de decir aquello lo bajo, dejando a Leonardo sin palabras.

- Guardia, llevense a RAVENNA y cumplan mi orden - le dijo ARABELLA a un guardia que estaba cerca, RAVENNA solo le gritaba al duque y Leonardo que la salvarán pero Leonardo todavía estaba en shock y Hans antes la miraba con burla.

- Ve futura esposa cumple con tu deber - le dijo HANS con burla.

Después de que se llevarán a RAVENNA, ARABELLA siguió su caminó, el carruaje ya estaba listo por lo que se subió en compañía de su doncella Ada, siendo observada por Hans.

- Mi señora me impresiona su poder y también me da un poco de miedo - dijo Ada una vez el carruaje había avanzado.

- No tienes porque, yo solo lo uso con la gente que se lo merece, desde que tú no me traiciones siempre verás mi lado bueno - le dijo, Ada solo asíntio jurandose así misma siempre serle fiel a su señora.

- A dónde nos dirigimos señora - le pregunto Ada.

- solicitan mi presencia en el pueblo, vamos a mirar que necesitan.

HANS estaba en su habitación recordando todo lo que estaba pasando, ahora no le cabía duda que el matrimonio de Leonardo con su esposa es terrible, solo tiene que enviar una carta y su primo perderá el poder. Pero si el es quitado del trono ARABELLA igual lo será y se quedará sin nada, no sabe porque en tan poco tiempo le importa lo que le pase a esa mujer.

- Hablaré con ella, si llego a un acuerdo puede que ella me ayude a que mi tío me crea y asi ella no se quedará sin nada, sería un buen trato - dijo HANS en sus pensamientos.

ARABELLA llegó al pueblo, encontrándose el pueblo vacíos pues los habitantes de este estaban encerrados y muy asustados.

- Pero que es lo que pasa - dijo ARABELLA mirando el lugar.

- Mi señora lo mejor será irnos - dijo Ada asustada.

- No Ada, aquí pasa algo - dijo ARABELLA acercándose a una casa para preguntar.

- Dime que es lo que pasa - le dijo a un hombre que asomaba su rostro por una de las ventanas.

- Dragón, enojado... - dijo con bastante miedo.

- Dragón, aquí existen los dragones - dijo ARABELLA un poco sorprendida.

- Mi señora vámonos si todos están encerrados es porque el dragón debe estar cerca - le dijo Ada mientras le agarraba la mano.

- GRRRR..... - Se escucho un rugido por todo el pueblo.

- Vete escondete en el carruaje y diles a los guardias que busquen refugió - le dijo ARABELLA a Ada.

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