Los 3 Papás De Mi Hija.

Yo sabía que lo que hacía era malo, yo sabía que Deimos no era un buen hombre, pero aun así lo amaba y creía en mi estúpida cabeza que con mi amor podría cambiarlo, que podría salvarlo, pero la realidad era que él me estaba arrastrando a un abismo sin retorno, porque no puedes salvar a una persona que no desea ser rescatada, porque ha veces el amor no es la cura para todo.

Los días siguientes a pesar de ir a su casa Daimos no me dejó acercar. Su amigo me decía que si quería volver tenía que desacerme del bebé aunque ellos no usaban la palabra bebé.

- ¿Lina sabes en el lío que lo meterás si se enteran de que él es el padre? Tienes 17 años y Daimos tiene 20. Lo meterán a prisión maldita sea.

- Solo quiero verle, quiero hablar con el por favor Don.

- Mejor vete y no vuelvas hasta acabar con esa cosa.

Solo bastó un día más, solo un día para que mi vida acabará por completo. Esa mañana al levantarme veo en las noticias un accidente ocurrido la noche anterior en donde la policía había acorralado a una banda de ladrones. Había muchos detenidos y algunos muertos.

- Alimañas de la humanidad, ojalá y todos estuvieran muertos.

- Mamá ellos también son seres humanos.

- Son escoria Lina. Ya vete a arreglar para la escuela y está vez no me quiero enterar de que te saltaste las clases.

Antes de irme el reportero comienza a nombrar a los fallecidos. Yo sabía quienes eran ellos. - No.. No.. Por favor no. - Me aferré al televisor rogando que Daimos no estuviera entre ellos, pero casi al final dijeron su nombre.

- NOOOO.

- Lina que diablos te pasa.. ¿Lina? Hija..

Desperté horas después en el hospital, a la primera persona que vi fue a mi papá con una expresión de desilusión.

- Como fuiste capaz Lina .

- Papá. Auch.

- Lina no te muevas tan apresurada.

- Mamá porque duele tanto.

La voz dura de mi padre se escuchó de repente. - Porque acabas de perder al engendro que esperabas.

- No es verdad.. No es verdad.. Nuestro bebé No por favor..

- Cariño no seas tan duro con ella.

- Esta pequeña zorra no solo estaba embarazada sino que también de un delincuente y como si no fuera poco es una adicta. No se merece consideraciones.

Mi bebé, nuestro bebé, lo único que me quedaba del hombre al que amaba se había ido al igual que él y jamás volverían. Los perdí a los dos el mismo día y una parte de mí también se fue con ellos.

Después de darme de alta mi papá me interno en un centro de rehabilitación y un año después cuando fui dada de alta ellos no me recibieron. Ahora estaba más sola que nunca, no tenía a donde ir y estaba destrozada. Una amiga me sugirió ofrecer mis servicios como novia sustituta y así poder salir adelante.

En mi cabeza lo único que queria era poder cumplir el sueño de Daimos que ahora era mío, ya que el cuándo estaba en sus cabales hablaba de Grecia con tanto cariño que me llenaba de ilusión poder vivir esa magia en persona.

- Amor no sabes lo maravillosa que es la isla, te juro que tiene magia propia, yo crecí en ese lugar y nunca fui tan feliz. Mi sueño es volver y hacer esa isla mi hogar permanente. Nuestro hogar Lina.

Esas palabras me habían dado un propósito, fui a su tumba y me despedí de él, prometiéndole que cumpliría ese sueño, tal vez Daimos no pudo sanar su corazón en ese lugar, pero yo si lo haria. Ese día también murió Lina de la Vega y nació Luna, la novia sustituta.

No les voy a mentir este trabajo no es nada fácil, siempre está el que se quiere pasar de listo, él que exige más de la cuenta, pero Daimos me enseñó bien a como poner tranquilos a los desgraciados así que los siguientes años me los lleve tranquila.

Nunca pase los límites, no estaba dispuesta a convertirme en una ramera, pero ahora que caí ya no tiene sentido quedarme más aquí. Esta vez estoy dispuesta a cambiar mi vida por mi propia voluntad y decisión. Solo por mí y nadie más.

📢 Se les informa a los pasajeros que el vuelo con destino a Grecia está a punto de partir, ya pueden abordar.

- ¿De verdad ya pasaron las 6 horas? El tiempo vuela cuando la mente divaga sin control. Adiós, vieja y cansada Lina, Luna quien quiera que seas. Adiós para siempre.

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