Luego de un noviazgo de cinco años donde todo fue color de rosas y tras cinco años de haberse casado Ángeles descubre que la perfección no dura para siempre y que el amor puede no ser eterno. La traición es dolorosa y muchas veces deja heridas muy difíciles de cerrar.
Acompáñame en ésta historia donde el amor, el placer y el desengaño van de la mano. Dónde el mundo en el Ángeles creía no poder encajar la arrastra a sus profundidades.
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Capítulo 10 CONSEJOS
NARRADORA
Mariela terminó la película deseando ver al Adonis que le atormentaba el pensamiento, las hormonas y todo lo demás, él dejaba a Christian Grey como un idiota y la hacía sentir mejor que Anastasia.
-Que película pero mejor experimentarlo- suspiró y buscó la bolsa que había llevado con obsequios para Ángeles
-Ver a ese tipo te ha dañado la mente, no te reconozco- le dijo deseando que lo dejara de una vez
-Que me dañe todo lo que quiera así me tranquiliza la mente- suspiró dramáticamente Mariela haciendo que Ángeles la mirara desconcertada y además con descontento
-Estás enferma, menos mal Dave no es como ese fulano que tu ves- suspiró recordando lo lindo que el solía tratarla, lo cariñoso y dulce que era y como alcanzaba el clímax
-Enferma o no te traje unos regalitos para que lleves a tu luna de miel- se asustó y por obvias razones, su amiga se había vuelto demasiado descarada y liberal
-Creo que con tu presencia en la boda es más que suficiente- le dedicó una sonrisa nerviosa
-Por supuesto que no. Mira, éstas son velas, siente el aroma que tienen- ella comprobó que olían delicioso- Si las prendes esto se derrite y puedes usarlas
-¿Usarlas para que?
-Puedes ponerlas en el cuerpo de tu amado y hasta son comestibles- movió sus cejas de arriba hacia abajo con picardía
-Lo que más deseaba era casarme para comerme una vela, la luna de miel ideal- resopló y respondió con ironía
-Aguafiestas, hasta puedes ponérsela en el...- tapó su boca con las manos escandalizaba- Para cuando tú le hagas, ¿Nunca hiciste eso? No me lo creo
-Creelo, nosotros no hacemos esas cosas, ¿Tu si?- Mariela soltó una fuerte carcajada que no pudo contener
-¿Dave tampoco te "come" a ti?- acompañó la frase haciendo comillas
-No, que vergüenza, jamás se lo permitiría
-De lo que te pierdes. Sigamos, éste es aceite de masajes también comestible y hay más sabores y esto es para ti, seguro se muere Dave y te deja caminando raro de la emoción- le dedicó una sonrisa de lado
-Agradezco el detalle, lo aprecio de verdad pero no es buena idea y no lo necesitamos- guardó todo apresurada con la intención de devolverlo o de esconderlo en el rincón que jamás nadie lo encontrara para después tirarlo
-Está bien, entiendo que ahora crees que esto no sirve, tíralo o préndele fuego si te apetece pero antes respóndeme algo, ¿Que harías si a Dave le gustara que usaras este tipo de cosas que te traje? ¿Que harías si el quisiera usar algo contigo? ¿Crees que estarás veinte años más haciendo exactamente lo mismo?- la miró con seriedad, esperaba que ella comprendiera su punto
-No tendría nada de malo, nos gusta así- Mariela ya no tuvo dudas de que ese matrimonio sería todo menos para siempre
-Algun día tendrás que dejar esa timidez estúpida y crecer porque hoy estás con Dave que tiene una paciencia que vale oro pero si con el no resulta para siempre vas a estrellarte contra una pared y deberás ceder a otros deseos. Además de eso puede que acabes con unos cuernos que no te permitan pasar por la puerta- Así Ángeles se enojara era mejor decirle la verdad
-Dave no es de esos- estaba en negación incapaz de ver la realidad
(........)
Dave estaba sometiendo a su querida sumisa quien gustosa cumplía todos sus deseos y lo hacía sentir mejor aún. Su esposa jamás gritaba, nunca pedía más, no alcanzaba el clímax con tal intensidad y se sentía fracasado.
Así estuviera mal y luego en su conciencia pesara estaba buscando afuera lo que no encontraba ni creía encontrar a futuro en casa.
