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Las Sombras Del Rey

Las Sombras Del Rey

Status: En proceso
Genre:Romance / Maestro-estudiante / Apoyo mutuo / Batalla por el trono / Grumpyxsunshine
Popularitas:723
Nilai: 5
nombre de autor: IdyHistorias

Uno asesina, otro espía, otro envenena y otro golpea y pregunta después. Son solo sombras. Eliminan lo que estorba, limpian el camino para quien gobierna con trampas y artimañas.

No se involucran. No se quiebran.

Pero esta vez, los cazadores serán cazados.

Porque hay personas que no preguntan, no piden permiso, no se detienen.

Simplemente invaden… y lo cambian todo.

NovelToon tiene autorización de IdyHistorias para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Vamos, pequeña loca... ¿y si le das una oportunidad al viejo?

◈ Mes sexto, Año 6 del Rey Marcel Darios | Luness ◈(Ezran, 27 años)

Nos reunimos con el emisario, un hombre llamado señor Valmor, un apellido que inmediatamente me hizo pensar en una familia noble, pero no parecía ser el tipo de nobleza a la que estábamos acostumbrados a tratar. El señor Valmor era formal, pero su comportamiento mostraba cierta calidez. Nos condujo hacia un carruaje que nos llevaría al siguiente punto del viaje. Clover entró al carruaje junto a él, mientras yo tomaba mi lugar al lado del conductor, como correspondía a mi papel de sirviente.

A pesar de la ventana cerrada que separaba el interior del carruaje, podía escuchar cada palabra de su conversación gracias a un pequeño artefacto. El broche que había colocado en la gorra de Clover me permitía escuchar todo lo que pasaba dentro. Me sentía extraño con esa gorra; era la que había pertenecido a su padre. Clover me la había dado, no solo como parte de mi disfraz, sino también como un símbolo de que una parte de su vida —y su historia— estaba ahora conmigo. A cambio, yo le había dado el colgante azul con la cadena de plata que pertenecía a mi madre. Era un intercambio silencioso de confianza, de recuerdos y de promesas no dichas.

El señor Valmor le informaba a Clover sobre un tema que parecía haberse mantenido en las sombras hasta ahora: su abuelo la había estado buscando. Al parecer, no era un mal hombre, pero sí una figura ausente en su vida. Valmor explicó que el abuelo no tenía nada que ver con los nobles corruptos que solían poblar la corte. Era un hombre de la vieja guardia, fiel a la corona, y que, después de tantos años, deseaba conocer a su nieta.

—El rey Marcel le habló directamente —decía el emisario, su voz calmada—. Le dejó claro que, si deseaba tener una relación con usted, no debía presionarla. El rey comprende que tiene otros asuntos en este momento, y quiere que usted decida cuándo y cómo acercarse.

Clover, práctica y directa como siempre, no dejó espacio para titubeos. Escuchó con atención y luego respondió sin rodeos:

—Una vez que todo esto acabe, quizá me acerque a él. Por ahora, lo necesito como un aliado, no como un abuelo que aparece de repente.

Valmor pareció aceptar su respuesta sin hacer más preguntas, y hubo una pausa en la conversación.

Mientras el carruaje seguía avanzando, no pude evitar preguntarme cómo se sentía Clover con todo esto. Había vivido con su padre, luego sola y ahora, de repente, tenía un abuelo que deseaba conocerla. No pude esperar más, así que, cuando hicimos una parada para cambiar los caballos, me acerqué a ella.

—¿Cómo te sientes con todo esto? —le pregunté, intentando mantener el tono casual, pero sabiendo que mi preocupación se notaba.

Clover suspiró y miró hacia el horizonte antes de responder.

—Cuando mi madre murió, mi padre fue a buscar a su familia para pedir ayuda. Mi abuelo lo rechazó... lo echaron sin miramientos. Mi padre no sabía qué hacer conmigo, una recién nacida. Necesitaba ayuda, y no se la dieron. —Su voz estaba calmada, pero había un rastro de amargura en sus palabras.

Yo asentí, entendiendo mejor el por qué de su reserva hacia ese hombre. El abuelo que la estaba buscando ahora era el mismo que no había hecho nada por ella cuando más lo necesitaba. Y aunque su familia no estaba ligada a los nobles corruptos, el hecho de haberla abandonado dejaba una marca profunda.

Clover me miró, sus ojos reflejando una mezcla de emociones: firmeza, pero también una vulnerabilidad que rara vez mostraba.

—No quiero nada de ellos, por ahora... Sabes que solo confío en ti, mi única familia —me dijo Clover, sus ojos reflejando esa mezcla de determinación y vulnerabilidad que solo yo conocía.

◈ Mes séptimo, Año 6 del Rey Marcel Darios | Thalyrios ◈

Con esas palabras, continuamos nuestro viaje. El encuentro con su abuelo fue todo lo que habíamos imaginado: tenso y lleno de emociones no dichas. Clover no permitió que nadie me alejara de su lado; de hecho, insistió en que Cassian, mi identidad falsa, la acompañara en todo momento. Su actuación de nieta dolida y desconfiada era impecable, aunque sabía que parte de ese resentimiento era auténtico. Su mirada fría y su postura rígida dejaban claro que no se había olvidado del abandono.

—Me dejaron sola —decía, con una voz llena de resentimiento contenido—. Cuando recogí a Cassian se convirtió en mi única familia ahora.

El abuelo parecía dolido por sus palabras. Pude ver el brillo de tristeza en sus ojos, y por un momento, sentí algo de compasión por él. Quizás era sincero en su deseo de reconectar con Clover, pero la herida era profunda, y ella no lo iba a dejar pasar tan fácilmente.

El abuelo, en su intento de arreglar las cosas, incluso me incluyó en su oferta.

—Si lo deseas, Clover, puedo adoptarlo como otro nieto —dijo, con una voz grave pero llena de buena intención—. Haré lo que pueda por enmendar todo.

Tuve que contener una sonrisa irónica ante esa idea, pero sabía que para él, esa era su manera de intentar corregir los errores del pasado. Clover no respondió de inmediato, pero sus ojos, cargados de una mezcla de tristeza y desconfianza, me lo dijeron todo.

Nos asignaron habitaciones en la gran mansión del abuelo, pero lo curioso fue que nuestras habitaciones, aunque separadas, estaban conectadas por una puerta. Sin embargo, el abuelo y su mayordomo se aseguraron de ponerle llave a esa conexión, sin duda alguna pensando en las apariencias y el decoro.

Los días que siguieron fueron una interminable serie de eventos sociales, diseñados para presentar a Clover en sociedad como la nieta de Lord Bellaire. Yo, como Cassian, me mantenía al margen, en mi papel de sirviente fiel. No asistía a las reuniones, pero siempre la seguía en las sombras, asegurándome de que estuviera a salvo. Afortunadamente, el abuelo la acompañaba a todas partes, manteniendo su presencia protectora.

Sin embargo, no todo era tan tranquilo. Había un par de insolentes, hombres jóvenes de familias nobles, que coqueteaban descaradamente con ella. Aprovechaban cualquier oportunidad para sugerir acuerdos de matrimonio, creyendo que Clover, como nieta de un noble, estaba buscando marido. Pero el abuelo siempre respondía con firmeza:

—Mi nieta se casará con quien ella desee.

Una noche, mientras me movía sigilosamente por la mansión, escuché al abuelo hablar con el mayordomo sobre esos temas. Su voz estaba cargada de responsabilidad, casi como si se sintiera agradecido por esta segunda oportunidad de hacer lo correcto.

—El mundo me ha dado la oportunidad de enmendar mis errores —dijo con un suspiro—. Y esta vez, no la desperdiciaré. Clover merece elegir su propio destino.

Fue extraño escuchar eso de él, un hombre que parecía tan lejano al principio. Pero las palabras que más peso tuvieron para mí fueron las que mencionaban el parecido de Clover con su madre. Se parecían mucho, decía el abuelo, casi con nostalgia. Había varias pinturas de la madre de Clover en la mansión, y al verlas, Clover se había quedado profundamente afectada.

Recuerdo el día en que la vi parada frente a una de esas pinturas, observando el rostro de su madre, como si buscara alguna conexión perdida. Aquella noche la encontré sentada en el suelo de su habitación, con los ojos enrojecidos y lágrimas silenciosas cayendo por su rostro. No me dijo nada, pero yo entendía.

Me acerqué y la abrazé sin decir palabra. Pasé la noche a su lado, consolándola de la única manera que podía: estando ahí, en silencio, dejando que ella sintiera lo que necesitaba sentir. A veces, la fortaleza de Clover me hacía olvidar que, detrás de esa fachada, había una herida profunda que aún no había sanado del todo.

Mientras dormía, con la cabeza apoyada en mi pecho, me di cuenta de que, sin importar cuántos fantasmas del pasado tuviéramos que enfrentar, la única familia que importaba ahora éramos nosotros dos.

Había llegado una carta del rey Marcel, otorgándole oficialmente a Clover su título de noble y, como habíamos planeado, una pequeña casa en el límite entre la zona de los nobles y el pueblo. Era un gesto simbólico, pero que le permitía a Clover estar en ambos mundos sin perder su independencia. Sin embargo, su abuelo no lo había tomado bien.

Clover intentó hablar con él, explicándole que, aunque le agradecía todo, su vida hasta ahora había sido sencilla y cómoda así. Toda esa pompa no la hacía feliz. Quería acercarse a él, pero hacerlo poco a poco, sin dejar de ser quien era. Aun así, él seguía preocupado.

—No es adecuado que una joven viva sola —insistía su abuelo, preocupado.

Sus palabras quedaron cortadas cuando recordó que Clover había pasado buena parte de su vida sola, sin su apoyo.

Finalmente, llegaron a un acuerdo. El abuelo le pidió que al menos tuviera algunas sirvientas para ayudarla. Clover, práctica como siempre, aceptó la oferta, pero con una condición: ella misma seleccionaría a las sirvientas, de las que él le presentara, y no serían más de dos o tres. No estaba acostumbrada a tanta compañía, y quería mantener un ambiente sencillo.

El día que partimos hacia nuestra nueva casa, el abuelo me apartó a un lado, con esa mirada seria que había mostrado desde que nos conocimos. A pesar de nuestro esfuerzo por ser discretos, él se había dado cuenta de lo cercanos que somos Clover y yo.

—¿La quieres? —me preguntó con calma, aunque su voz tenía un peso que no podía ignorar.

Me quedé en silencio por un momento, tratando de medir mis palabras, pero él no necesitaba una respuesta inmediata. Su mirada lo decía todo: ya sabía lo que estaba pasando, aunque no hubiera dicho nada antes.

—No estoy ciego, muchacho —añadió, con un tono más suave—. Si lo que sienten es de verdad, encontraré una manera de ayudarlos. Pero entiéndelo, Clover merece respeto y una vida que no esté manchada por habladurías o escándalos.

Asentí, tragando el nudo en mi garganta. Sabía que él tenía razón, y, aunque me incomodaba que hubiera notado nuestra relación, sentí un inesperado alivio al ver que no estaba del todo en contra.

—Solo cuídala —dijo finalmente, mirándome con algo que casi parecía comprensión—. Haré lo que pueda, pero asegúrate de no dar un paso en falso que pueda perjudicarla.

Me tensé ante sus palabras, pero asintí, sabiendo que me estaba ofreciendo algo más que una advertencia: nos daba una oportunidad.

Con esas palabras, partimos hacia nuestra nueva casa. Aunque pequeña y más modesta que cualquier mansión noble, para Clover y para mí, era perfecta. Sabíamos que lo importante no era la apariencia de la casa, sino que por fin teníamos un lugar donde estar juntos, aunque aún debiéramos mantener las apariencias frente a la sociedad.

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Liliana Barros
Clover es la pareja perfecta para Ezran. Y más vale que el Rey no se olvide de su amigo o Clover va a hacer que lo lamente 😱😂😂😂
IdyHistorias: Siiii Clover es de temer… incluso Ezran le teme …
total 1 replies
Liliana Barros
Así que sus vidas estuvieron cruzándose desde el inicio. Y Clover en lugar de ser Reina, eligió a Ezra 😂😂😂😂😂
Liliana Barros
Amé la personalidad de Cloe y como trató al Rey, que se merece el mote de imbécil jajaja. Y el pobre Ezra viendo como se peleaban los dos por él 😂😂😂😂😂
Liliana Barros
Me encanta la historia. Aquí esperando más capítulos 😍😍😍
Liliana Barros
Me gustó que se decidieran a hablar y aclarar su relación. Son perfectos el uno para el otro
Liliana Barros
Creo que Rowen es mujer, por la descripción de delicadeza. Quizás por eso la quieren los prestamistas
Liliana Barros
Ezran acaba de cambiar su destino. Aunque todavía no lo sabe. Será un chico o una chica, el testigo? 🤔
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