Ivis vivía con du madre, se tenían una a la otra y vivían de la venta de fritos; cuando Ivis cumplió los 18 comenzó a buscar trabajo para ayudar a su madre y pagar sus estudios, pero nada le salía como quería.
Por otro lado había otro joven de 20 años casi en la misma situación, con la diferencia que ella tenía casa propia, el también por medio de su abuela, pero por alguna razón la pierden.
Descubre que pasa desde el inicio hasta el final.
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LOS INGREDIENTES
Ella le preguntó a la señora que hacia de almuerzo, pero la señora le dijo que la sorprendiera porque ella comía de todo.
Ivis se sintió un poco desafiada por la señora, no sabía qué preparar, sabía que las personas de alta sociedad comían diferente a las costumbres que ella y su madre tenían, psra ellos la cocción, la forma de preparar, preferencia en cuanto a ingredientes o tipo de comida, todo era totalmente diferente. Ella le sonrió a la señora y se fue a la cocina, allí pensó en cocinar algo delicioso y nutritivo.
Después de revisar los ingredientes disponibles, comenzó a preparar todo para el almuerzo, pero antes la señora le pidió ayuda para levantarse e ir al baño, ella la ayudó dejándola sentada esperando afuera que terminara de orinar, cuando la ayudó a salir Maya le dijo.
MAYA: Llévame balcón, y después me traes la silla, me voy a quedar de pie, cuando me canse me siento, eso si lo puedo hacer sola, lo malo es levantarme.
IVIS: Señora Maya, me da miedo dejarla sola.
MAYA: ¡No te preocupes que no me va a pasar nada! mi otra hija también vive en un edificio y hago lo mismo, no es la primera vez, trae la silla.
Ivis fue por la silla no muy convencida, pero tenía que confiar en ella, era una señora que todavia estaba en sus cabales, llego con la silla y la puso donde la srñora le habia indicado y después le dijo.
MAYA: Ves a hacer lo que estabas haciendo, si quieres me hechas un ojo cada vez que quieras para que estés más tranquila, Mm.. me traes por favor una mañana.
Ivis le sonrió y se a buscar la manzana para después preparar el almuerzo, quería sorprender a la señora Maya, le pudo todo el cuidado y amor al almuerzo, de ves en cuando le echaba una mirada a la señora. cuando termino dejo a fuego lento el arroz para que terminara su cocción y después servir, solo esperaría quince minutos, se fue a ver a la señora, busco una silla y se sentó junto a ella.
MAYA: ¿Ya terminaste?
IVIS: Si señora, solo falta que este el arroz para servir.
MAYA: ¡Entonces esperemos!
Ellas comenzaron a charlar de la ciudad, de las comidas típicas y los sitios turísticos, la señora buscaba en su celular toda la información de la ciudad, le emocionaba más ir a playa, Maya era del departamento del tolima al igual que todos sus hijos, Mariam por motivos de trabajo vivía en Cartagena, quería conocer los sitios más cercanos, Ivis la veia emocionada y le dijo.
IVIS: Si usted quiere yo la puedo llevar a playa cada vez que quiera, le pedimos permiso a la señora Mariam.
MAYA: ¿De verdad? puede que si, estamos cerca y podemos caminar.
IVIS: Si.. bueno, ya creo que esta el arroz, vamos para servirle.
MAYA: Vamos pues, quiero ver que preparaste.
Llegaron hasta el comedor y Maya se sentó a esperar que Ivis la sorprendiera, el menú que había preparado era pechuga asada y después la sumergió en salsa de champiñones con crema de leche, ensalada de aguacate con pepino tomate y cebolla, todo eso era el acompañante del arroz integral. Cuando tuvo todo listo lo llevó, la señora se sorprendió al ver el delicioso almuerzo que Ivis había preparado y le dijo.
MAYA: ¡Huele delicioso!
La señora con el tenedor movio la pechuga en la salsa y preguntó
MAYA: ¿como haz echo?
Ivis sonrió y le explicó el menú, la señora partió y se decidió a probar, Ivis estaba de pie esperando la reacción de la señora, la miraba fija y se dio cuenta cuando el rostro de Maya se iluminó de placer.
MAYA: Esto esta delicioso, mm.... que delicia, te felicito mija, es un plato equilibrado y sabroso, el aguacate me encanta porque aporta vitaminas y grasas saludables.
Ivis se sintió orgullosa y feliz de haber podido sorprender a la señora con un almuerzo delicioso y nutritivo, después le dijo.
IVIS: Me alegra que le haya gustado.
MAYA: Me encantó, y ¿tu comida? Ves y trae la tuya para que me acompañes.
IVIS: Si señora, ya vengo.
Las dos almorzaron entre charlas, después Ivis ayudo a Maya a levantarse para llevarla al sofá, después fue a lavar los platos y dejar todo en orden, se sentó al lado de Maya y charlaron viendo revistas durante media hora, después Maya dijo.
MAYA: Llévame a mi habitación, voy a dormir una hora, si quieres échate tu sueño aquí en el sofá porque no hay nada más que puedas hacer, ya hiciste oficio.
Ivis le sonrió ayudandola, cuando la sejo en ha habitación salió y se sentó en el mueble, cuando echo su cabeza hacia atrás pensó en dormir cuarentena minutos, agarro su celular y puso la alarma porque si no se pasaba.
Ella se acomodó en el suave sofá y cerró los ojos dejando escapar un suspiró, después los abrió para para entender mejor donde estaba, comprender que estaba en su trabajo, su primer día. Ivis comenzó a relajarse, y a medida que la relajación se apoderaba de su cuerpo, Ivis comenzó a sentir cómo sus párpados se hacían pesados y su respiración se volvía más lenta, se dejó llevar por el relaje y se quedó dormida, esos cuarenta minutos le iban a servir para recarga energía y no estar modo sombi durante el resto de la tarde.
Por otro lado Abel después de almorzar continuó con su trabajo, estaba un poco tranquilo porque su compañero lo iba a ayudar a conseguir una habitación, pero lo que no lo dejaba estar en paz era el trabajo, quería conseguir algo lo más pronto posible para así poder cubrir los gastos que iba a tener viviendo arrendado.