La Reencarnación De La Duquesa

Bruno no disimulo ni un poco el deseo carnal que sentía por la esposa de su Duque.

_____ Buenas noches, su majestad. __ El Conde saludo a la esposa del Duque, haciendo una sencilla reverencia frente a ella.

Jade responde al saludo del Conde y giró su cuerpo caminando a los aposentos del Duque.

Bruno alzó su mano, con la intención de decir algo más. Sin embargo, sus palabras se fueron apagando en su garganta.

Más tarde, una de las sirvientas de Isabel fue a visitar a la madre del Conde a su palacio. La visita inesperada de la empleada sorprendió a la madre del Conde Bruno.

______ ¿A qué has venido?

Desde que ayudó a Isabela a casarse con su hijo. La madre de Conde puso a una sirvienta a ser sus ojos y oídos en el Palacio de su hijo. Para evitar que Isabela cometiera cualquier estupidez que pudiera dejar en vergüenza a el Conde.

Isabela no era la mujer que deseaba para su hijo, sin embargo, era la hija del sumo sacerdote, y necesita de su ayuda para los rituales.

La sirvienta al estar frente a la mujer, mantuvo la mirada inclinada, luego, contestó.

_____ Escuche a la Condesa discutir con su madrastra.

_____ Carlota, ¿vive en el palacio de mi hijo? ___ El tono de voz de la madre del Conde cambio, ni ella tenía ese honor.

_____ Se mudaron hace un día. El sumo Sacerdote y el Conde, recibieron la visita del Duque y su esposa, la Duquesa Jade.

Fernanda frunce el ceño, a ella no se le fue informado que el Duque iba al Palacio de su hijo.

La mujer se levantó de su asiento y caminó hasta la ventana de sus aposentos. Pasó su mano por su cuello y luego dijo.

____ ¿Qué fue lo que escuchaste?

______ La madrastra de su majestad, la condesa se atrevió a amenazarla y no solo eso, detuvo su mano en el aire cuando ella intentó darle una bofetada.

Enfuerecida, la madre del Conde volteó a ver a la sirvienta.

____ ¡¿Qué has dicho?!

_____ La madrastra de su majestad amenazó delante de todas las sirvientas. Hablo de algo que su majestad hizo en contra de su hermana.

Fernanda apretó sus puños con fuerza. La molestia se veía reflejado en su cara. Todos estos años se había imaginado que algo así había sucedido.

Ella educó bien a Elizabeth desde pequeña. La decepcionó saber lo que había hecho, sin embargo, siempre creyó que algo tuvo que ver Carlota.

Por esa razón le prohibió la entrada al palacio de su hijo. Sin embargo; con los años y con el poder de Isabela fue entrando al Palacio sin que nadie se lo impidiera.

_____ ¡Maldita! ___ Fernanda soltó un fuerte grito.

_____ ¡Lárgate!

Fernanda ya había escuchado demasiado, así que corrió a la sirvienta. Al quedar a solas, su sirvienta personal entró a los aposentos después de ser llamada por ella.

_____ Su majestad, ¿necesita algo?

______ Ve al palacio de mi hijo y trae a mi presencia a la esposa del sumo sacerdote sin que nadie lo sepa.

_____ ¿Qué hizo esa mujer en su contra?

Fernanda se mantuvo de pie junto a la ventana, recordando el pasado. El día en que Elizabeth llegó en brazos de su padre al Palacio.

______ Has lo que te digo. ____ Ordenó Fernanda, sin querer dar explicaciones.

La sirvienta sale de los aposentos de Fernanda sin darle la espalda.

Al día siguiente, el gran comedor está listo para los primeros alimentos del día. Los primeros en llegar a sentarse fueron el Conde y su esposa Isabela.

Al entrar, el Duque y su esposa, todos se pusieron de pie, haciendo una leve reverencia frente a ellos.

La sonrisa en los labios de Jade era difícil de borrar, pasó toda la noche en los aposentos de su esposo, deseando quedar embarazada de él.

El sirviente de Duque recorrió la silla a lado derecho de Conde. El Duque tomó asiento y en seguida lo hace Jade.

_____ Les mandé preparar un gran banquete para darle la bienvenida. ___ Expresó el Conde, señalando con su mano la gran variedad de platillos diferentes que había sobre la mesa.

Carlota llegó un poco tarde al Comedor del brazo de su esposo. El sumo sacerdote se negó a ir al comedor sin ser invitado, sin embargo, su esposa insistió tanto que no puedo negarse más.

Al entrar y ver a sus dos hijas sentadas al rededor de la mesa, el Sumo sacerdote se sintió feliz en su corazón.

Sus dos hijas han escogido grandes y poderosos hombres como sus esposos. Nunca pasarán miseria y podrán vivir el resto de sus vidas felices.

_____ ¡Buen día! ___ Carlota le ordena a su sirvienta recorrer la silla, para sentarse.

Antes que lo haga, El Duque levantó su mano y dijo en voz baja.

______ No compartiré la mesa con una mujer como usted.

En ese momento el cuerpo de Carlota se quedó congelado. Se puso roja de coraje, aun así, bajó la vista, sosteniendo con fuerza el costado de su vestido.

_____ Ella es mi madre. Tiene todo el derecho de sentarse en la mesa con nosotros. ___ Isabela interfiere poniéndose de parte de Carlota.

Esa acción molesto al Conde, puso su mano encima de la de su esposa y ejerció fuerza.

_____ ¡Sal del Comedor ahora mismo!

El Conde le ordenó a Carlota y al Sumo Sacerdote. El hombre a lado de Carlota se mantuvo callado, se dio media vuelta y se aleja.

Carlota no era como su marido, ella era ambiciosa con un corazón negro, lleno de envidia y odio, capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya.

Una mujer que no se detendría ante nada para conseguir lo que deseaba, ya lo había hecho antes y lo volvería hacer.

_____ Saquen a esa mujer del Comedor.

Al escuchar la orden del Conde, Jade se sintió inmensamente feliz por la manera en como los guardias del Conde sacaron a Carlota.

La mujer fue llevada al Calabozo por desafiar al Conde abiertamente. Sería azotada y encerrada por una semana.

____ ¡Saquenme de aquí!

_____ ¡Saquenme de aquí!

No importa cuanto, Carlota gritará, nadie la escuchó. Más tarde, sería atada y azotada por de desobediencia.